Prefacio II

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Mientras salía del club con las manos escondidas en los bolsillos de su abrigo, maquinó lo que tal vez podría ayudarla a desligarse de una vez por todas de la ‘ndrine. Una vez, Mat también perteneció a ellos y pagó el precio cambiando su vida por otra; si embargo, sus deudas con la ‘ndrine no se asemejaban. Mat les debía un favor y Cindy una exorbitante cantidad de dinero basado en préstamos.

Cuidó de no rozarse con las personas que bailaban descontroladas en la pista y se refugió en el bar. El barban, qué en realidad era una chica de herencia gitana con los ojos más verdes qué jamás había visto en su vida, le sonrío con cariño y agitó una botella antes de servir el líquido en una copa y entregársela a su cliente, que le miraba embobado. Como todos.

Cindy no le regresó el gesto y encendió un cigarrillo, expulsando el humo en su dirección.

—Parece que tu encuentro con el jefe distó mucho de relajarte —comentó, sin inmutarse ante el humo qué rodeaba su cara de muñeca. Cindy hizo una mueca.

—Acostarme con Mat siempre me relaja. Pero confieso que tengo los nervios de punta.

—¿Por qué? —Quiso saber, más por sorpresa que por curiosidad.

El humo del cigarrillo cubrió sus miradas brevemente.

“Mi vida va a cambiar. Cueste lo que cueste. Pase por quien pase. Mañana”.

Pero cuidándose de decir nada, puesto que la ‘ndrine tenían ojos en todas partes, Cindy sonrió.

—No es nada. Lo que pasa es que la sangre me da gringe; una mala experiencia cuando niña, por eso yo nunca limpio mis desastres. Y ya llevaba varios días de vaga en casa, y uno puede llegar a oxidarse.

—Claro que sí —pero no se le veía para nada convencida.

—Un whisky puro, por favor —pidió una mujer a dos puestos del suyo, cubierta de joyas y con la melena rubia cubriendo la abertura en la espalda de su elegante vestido.

Con una mirada en su dirección que se leía como “volveré”, se giró rápidamente hacia la mujer con una sonrisa educada.

—En seguida.

Dika no demoró demasiado y cuando la mujer rubia cubierta de joyas levantó el brazo para recibir su bebida, Cindy bufó alrededor del cigarrillo casi acabado. ¡Lo sabía! Últimamente, la ‘ndrine Morello-Vottari la había estado vigilando demasiado ¿tal vez porque sus deudas habían aumentado y sus cuotas disminuido? Y aquello no era extraño, nadie los robada, pero que enviaran a la única hija del capo de los Morello en vez de algún subordinado de los Vottari provocaba qué varios de los vellos de su nuca se erizaran. 

Esa mujer era un arma mortal. Si Cindy era peligrosa con sus navajas y cuchillos, Haniel Morello era la maldita jefa de las armas de fuego, su puntería jamás fallaba y si lo hacía, era porque un castigo superior a la muerte le esperaba a manos de su padre y su familia. Ella era la encargada de cazar a la presa para que los demás la devorasen.

El tatuaje por el que la chica era mejor conocida se burlaba de ella brillando en el interior de su muñeca. Atraída por su intenso escrutinio, la menor de los Morello, la familia dominante de la ‘ndrine, se volteó y levantó su trago con una sonrisa pintada de rosa.

Cindy expulsó el humo en su dirección como respuesta y ella le guiñó un ojo antes de dirigirse a la pista. Enseguida se desinfló como un globo.

“Esa noche ella no era la presa”.

Dika volvió con el rostro contraído en una mueca curiosa. Ambas miraban la melena rubia perderse entre la multitud.

—¿Qué se siente matar?

Con la mirada aun puesta en la pista de baile, Cindy se encogió de hombros y pagó lo que quedaba de su cigarrillo en la suela de su tacón.

—¿Qué se siente vivir siendo solo tú, sin nadie que te diga que hacer?

Una pausa reflexiva—. Extraño, pero cómodo.

—Pues ahí lo tienes.

—¿De verdad?

Queriendo ser sincera, Cindy la miró casi con ternura.

—En el mundo, existe un tipo de persona para cada cosa —la vio intentar refutar, a lo que se apresuró diciendo—: El ser humano es como un camaleón, lo sé, nos adaptamos a todo tipo de situaciones. No obstante, hay quienes nacen para soportar y aceptar sin remordimientos lo que para otros se vuelve un calvario sino lo dejan. ¿Me explico?

Se relamió los labios.

—Crecí y moriré con mis manos manchadas de sangre. Y ese hecho no me atormenta, sino me alivia. Soy temerosa a los cambios. Pero tú, pequeña flor, jamás vengarás a Jayah sin sentir que mueres luego.

Dika apretó los labios.

—Algún día encontraré al asesino de mi hermano y le cobraré con sangre.

Cindy cabeceó con melancolía. Ojalá aquello nunca pasara. Suponía que ninguno de los dos lo soportaría.

—Primero crece un poco más, florecita. Luego deja que la solución a tus problemas te los de la vida y no el rencor —dejó un billete en la barra y se ajustó el abrigo de lana—. Me voy. Da zdravstvuyet neschastnyy*.

No esperó su respuesta y se alejó de la barra con su acostumbrado caminar casi felino. Y Dika la miró irse, murmurando por lo bajo:

Non lasciare che la morte ti segua*

Sin embargo, la muerte no la seguía, ella era la muerte misma y pobre de aquel que intentara interponerse en su camino.

🖤

‘ndrine:

Banda criminal perteneciente a la organización criminal calabresa de la ‘Ndrangheta. El nombre de una ‘ndrina es el apellido de la familia o en algunos casos los apellidos de varias familias que a lo largo del tiempo han establecido lazos matrimoniales, impulsados también por razones económicas.

L´Ndragueta:

Es una organización criminal italiana con connotación mafiosa originaria de Calabria, incluida explícitamente desde el 30 de marzo de 2010 en el artículo 416-bis del código penal, y reconocida como una organización criminal unitaria y con cumbre colegiada en el proceso del Crimen por el Tribunal de Casación el 18 de junio de 2016.

Ti auguro di vivere:

Deseo que vivas, en Italiano.

Da zdravstvuyet neschastnyy:

Larga vida a los desafortunados, en Ruso.

Non lasciare che la morte ti segua:

No dejes que la muerte te siga, en Italiano

La muerte seduce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora