Renacimiento

Nitocris

Los nobles y sirvientes estaban intentando escapar del incendio, La reina faraon Nitocris estaba caminando como si nada entre el caos y las llamas ardientes del fuego vivo, tenía en su mano un cuchillo cuando llego a la sala del trono estaba en llamas todo, un hombre de aspecto cansado y herido de muerte sentado en una esquina de la sala.

-¿Asi que no te has muerto aún?- preguntó la Reina indiferente ante el hombre.

-J-Jodete... estas loca- ¡AAAAH!- El hombre grito de dolor al ser apuñalado por el cuchillo que tenia Nitocris -¿¡QUE TE PASA?! ¡AAAH! ¡ME DUELE¡- el hombre estaba muriendo.

-¿Que me pasa? ¿Que te pasa a TI?- Dijo la reina faraón en tono burlesco al hombre -Eres el asesino de mi amado esposo...- la reina comento un poco triste pero serio.

-M-Maldita...- lo ultimo que dijo el hombre antes de morir por el desangrado.

-Maldito... espero que Ammit te devore, Sobekhe- Nitocris ya estaba muriendo. El humo no le permitio escapar pero ella no queria escapar, queria estar con Merenra... finalmente podria estar con el.

Los nobles estaban buscando deseperados a Nitocris, no estaba...

-¡NEBET HET DIME QUE NO ES CIERTO!- Grito un guardia al ver el cuerpo sin vida de la Reina, todos las personas estaban horrorizados, la reina se habia quitado la vida después de asesinar al ultimo asesino de su hermano-esposo.

Después de la mumificacion de Nitocris y ponerla en su tumba, todo egipto fue un caos, los otros gobernadores de lugares en egipto no sabian que hacer, pero todos sabian algo, que Nitocris tuvo su venganza.

La Reina Faraón se encontraba en un lugar oscuro, no sabia que hacer, ¿estaba en la Duat? ¿Estaba esperando a Anubis? No... no estaba en la Duat... no estaba Anubis...

-¿H-Hola?- pregunto la reina a la nada.

¿Estaba sola? No... ella no estaba sola, de alguna manera, habia alguien pero no lo podia ver, ¿era su padre, Neferkara Pepy? ¿Era su madre, Neith? O... ¿su esposo?.

-¿Madre, Estas aquí?,V-Vamos... sal, ¿Padre?- La reina, cofundida sin saber en donde se encontraba pensaba que estaba entre el mundo de los vivos y de la Duat pero su pensamiento fue callado al oir una voz.

-No hay nadie de tu familia aqui, Nitocris.- Dijo una voz masculina entre la oscuridad.

-¿Q-Que?- preguntó la Nitocris al oir esas palabras en lugar sin vida.

-No te asustes, soy Beerus.- Dijo el gato morado a la mujer faraón, la miraba de forma sería pero calmado.

-¿T-tu eres hijo de...?- no pudo terminar la pregunta al Dios, ya que este ultimó la interrumpió.

-No, no soy hijo de Bastet, soy descendiente de Nebet het.- respondió a las dudas inmediatamente a la mujer confundida. -Además... Bastet, Nebet het y Anubis ya están muertos.- confeso el gato a Nitocris, horrorizada al oir esa cofencion del descendiente de Nebet het.

-¿¡Que?! ¿¡L-Los dioses estan MUERTOS?!- Grito deseperada la mujer a Beerus, -Por Zeno sama... respira, te estás quedando sin aire.- Dijo Beerus a la mujer con pequeños mechones rubios en el pelo.

-¿¡QUE ME CALME?! ¡MIS DIOSES ESTAN MUERTOS¡ ¿¡A QUIEN LE HEMOS REZADO TODO ESTE TIEMPO?! ¡DIME!- gritaba histerica Nitocris al Dios de la destrucción.

La ex Reina faraón empezó a llorar, ¿Isis estaba muerta? Pero... ¿comó? ¿A casó la serpiente enemiga del Sol es el asesinó? No... ella tenía el presentimiento que no fue el... entonces... ¿quien es el asesinó de sus Dioses?, Nitocris estaba confundida, no sabia que hacer ahora... no estaba en la Duat por que ya no existia y eso significa que... ya no podrá ver a su familia nunca más.

- Oh... no.... ¡NO! ¡NO!.- empezó a repertir Nitocris.

-Ya, calmaté.- ordenó Beerus a Nitocris, quien intentó obedecer a la orden del legado de la Diosa de la muerte y del luto.

-P-perdón... mi señor...- dijo la Reina a Beerus.

-Mmm, sabes... te dejare.- Respondio el Dios a la mujer de color rubio plateado, -¿Q-Qué cosa?- pregunto Nitocris confundida.

-Renacer, ¿No fue obvio?- ante esta revelación, Nitocris intento analizar la situacion actual, -M-mi señor pero... ¿como?-

-Tranquila, yo se que en esta dinastía serás más feliz.- lo último que dijo Beerus antes de que Nitocris perdiera el conocimiento.

Nitocris... No... ya no era Nitocris... era... Anjesenamon.