Renacimiento

Recuerdos olvidados

"Los recuerdos pueden terminar en el olvido por varias razones, espero que esté recuerdo sea olvidado." Lo único que recordaba Nebet hethotep de una mujer, la joven no sabía de quién era esa voz sin vida de esa mujer. Pero Beerus sabía de quién era esa voz.

Nebet hethotep tenía los recuerdos de sus vidas pasadas borrosas, ni siquiera sabía quién era Nitocris, Nebet hethotep tenía sueños de su vida pasada como Anjesenamon a veces pero al despertar se le olvidada esos recuerdos pasajeros extraños. La niña se despertaba cada vez que soñaba con su vida pasada como Nitocris, esa vida no podía verse a simple vista pero era algo que Nebet hethotep no le importaba la verdad, solo quería dormir sus siestas de todos los días de la semana.
La joven estudiante estaba muy dormida como para escuchar las conversaciones que tenía Beerus y Champa sobre el pasado de ella.

-¿Estas seguro de que Nebet hethotep no es una hija Bastarda? Tu sabes muy bien lo que opino de esos hijos nacidos fuera del matrimonio.- reclamo Champa a su hermano gemelo -Recuerda como actuó esa mujer cuando te la dio.

-No, no es una hija Bastarda, además¿Que no era Babafemi un hijo-?- Beerus no termino su pregunta a causa que Champa lo hizo callar -¡Shhh! Babafemi no lo puedo saber.- Vados interrumpió la conversación de los hermanos destructores -Señor Champa le hago recordar que Zeno-Sama le pidió que Babafemi jugará con el, ¿Recuerda?.- replicó el angel a su señor. -Mier- verdad.- confirmó Champa.

Nebet hethotep ignoraba esas conversaciones sobre su origen, no sabía que le hacía sentirse... Perdida en un olimpo sin fin, entre resurrecciones y muertes que no sabía como explicárselo a los demás solo a su padre, ni siquiera podía explicarle a Whiss sobre está rara sensación de muerte y resurrección constante, solo en Beerus podía explicar esto. Los recuerdos de Nitocris aún estaban en su cabeza pero ¿Cómo? Nebet hethotep no tenía ningún recuerdo de Nebettawy y Cleopatra selene II, ni mucho menos de su vida pasada como Anjesenamon ¿Era una maldición? o ¿Era una advertencia de lo que le iba a pasar en el futuro? Ella no lo sabía solo quería dormir en esos momentos de siesta y ser ignorada en esos momentos relajantes.

Beerus caminaba entre los pasillos de su templo de adoración cuando vió a su estudiante recogiendo algunas flores de loto mientras que era celosamente custodiada por una sierva vieja pero con aspecto maternal. El Dios destructor sabía que la original Nitocris aún estaba en el carácter de Nebet hethotep, sus ojos de otoño lo decían todo, pero su personalidad jurídica pero agresiva era igual a la mujer que trajo a Nebet hethotep hace mucho tiempo atrás no era algo para que ocultar. Nebet salió a su madre.

La deidad llamo a su hija con los brazos abiertos, ella lo abrazo. La muchacha le recordaba a Tutmose antes de fallecer, era un joven aventuró pero caprichoso, Tutmose siempre se escondía entre los árboles cuando jugaba a las escondidas con Beerus. El se sentía culpable por la muerte de su primogénito... Jamás se perdonará por eso.
Pero ahora estaba en el presente, tenía a Nebet hethotep y no cometería el mismo error.
-Ven, vamos a que te arreglen un poco las siervas antes de la llegada de Zeno-Sama.

-Ok.- confirmó Nebet hethotep.

Al llegar a la habitación de preparación, las siervas atendieron a Nebet hethotep, le dieron amuletos de protección y hermosas joyas para que Nebet hethotep estuviera protegida por los espíritus de guerreros nobles, ya que Beerus y Nebet hethotep sabían el destino que tuvieron los Dioses antes de la creación de los dioses destructores. Nebet hethotep estaba lista.

La joven llegó a la sala real donde se encontraba Claxio, quien intentó acercarse a Nebet hethotep pero fue intervenido accidentalmente por Goten.
-¡Neb! He llegado antes de ti.- dijo el joven sayayin a su mejor amiga -¿Neb? Te aviso de inmediato que su nombre es Nebet hethotep y para TI se llama Señorita Nebet hethotep.- reclamo Claxio.

-Dejalo, me gusta que me llamé así.- Confesó Nebet hethotep a Claxio.

El aprendiz de Liquir sabía que cuando Nebet hethotep decía que le gustaba entonces le gustaba, no pudo decir nada.

Una nueva sierva intentaba todo los posible para no perder de vista a Nebet hethotep a causa de la negligencia de la sierva de Tutmose provocó su muerte, Beerus jamás confío de nuevo en una sierva cuidadora de herederos.

Nebet estaba jugando con una pelota cuando se cayó a un río, cuando fue a buscar el balón la corriente fue muy fuerte y termino en Beerus salvando a Nebet hethotep.

-¡GUARDIAS! ¡GUARDIAS! ESTA MUJER INTENTÓ ASESINAR A MI HIJA- gritaba Beerus enfurecido -¡No! Mi señor no me dí cuenta ¡Lo juro! No sabía que la señorita Nebet hethotep casi se ahogó ¡Por favor mi señor! ¡Clemencia!- suplicaba la sierva vieja pero no hubo caso, los guardias llegaron rápidamente y se la llevaron a la fuerza.

-¡MI SEÑOR POR FAVOR!- empezó a llorar la sierva vieja pidiendo piedad por su vida.

Beerus no estaba escuchando a esa mujer.

-Tu.- dijo Beerus de forma autoritaria a una sierva joven -¿Cuál es tu nombre y cuál es tu responsabilidad en éste lugar?- preguntó aún serio.
-K-Ka'ya'as, mi señor, soy de l-limpieza.- respondió nerviosa la joven sierva sin ver a los ojos de Beerus llenos de irá -¿No eres de este planeta?- preguntó serio a la joven -E-exacto...- dijo temblorosa la pobre joven.

-Te llamaras Tefnut y serás la nueva cuidadora de mi hija. No me decepciones como lo hizo esa vieja.- dicto a la joven sierva.

-S-Si...- acepto Tefnut temerosa.

Definitivamente Tefnut no la tendría fácil ahora.