Tras vengar la muerte de su marido y quitarse la vida, Nitocris, la primera Reina Faraon de Egipto, esposa y hermana del faraon Merenra ll, renace en Nebettawy, Anjesenamon, Cleopatra selene ll y en la estudiante de Beerus, Nebet hethotep. Ahora Nit...
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Nebet hethotep se encontraba preparándose para la cena. Mut y A'mai la estaban ayudando para dar los toques finales, le pusieron un cintillo fino por hermoso con piedras preciosas que combinaban a la perfección la paleta de colores del fino hilo que estaba hecho el cintillo.
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Nebet hethotep estaba silenciosa, se encontraba en un mal estado emocional por culpa de la mentira de Dyspo y Cabba. La Siervas solo esperaban que ese mal humor desaparezca en la cena, Whiss apareció con Beerus preocupado por haber recibido la noticia por parte de una hakaishin retirada sobre el ataque de llanto de su hija.
-Hija mía.- dijo Beerus apenado -Me dijeron sobre la mentira.- terminó el gato morado.
-...
-Ven.- Beerus extendió sus brazos para abrazarla y ella recibió el abrazo muy desesperada por tener consolación después del mal momento -¿Quieres aún ir? Me dijeron que no era obligatorio.- preguntó Whiss a Nebet hethotep.
-Quiero ir.
-¿Segura mi niña?- preguntó Beerus nuevamente.
-Si.- confirmo la niña a Beerus.
-Entonces vamos, Mut, A'mai vallan a ayudar a los demás siervos.- ordenó fríamente Whiss a las siervas cuidadoras
-Si, mi señor.- confirmaron ambas mujeres viejas.
El tema de Sitamon era algo muy sensible para Nebet hethotep, no sabía que su madre la quiso asesinar pero sabía que su madre era alguien negligente, Nebet la odiaba por eso pero hasta que no se llegue un acuerdo sobre su condena no podía hacer nada.
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Cabba estaba caminando por el gran pasillo que llevaba directamente al gran comedor donde se haría la cena, el se encontró durante el trayecto con Dyspo. Ambos hombres estaban nerviosos como habían quedado las cosas con Nebet hethotep, estaban concientes de lo que hicieron estuvo mal y ahora Nebet hethotep estaba mal emocionalmente por eso.
Al mirar a su izquierda, Dyspo se dio cuenta que habían más niños y niñas en un patio, eran los sobrinos y sobrinas de Thothotep.
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Dyspo decidió no preguntar nada sabiendo que no estaban permitidos saber quiénes eran los miembros de la gran familia real (Aliados). El conejo miró al joven sayayin, estaba nervioso, existían rumores sobre la personalidad de los Dioses de la Destrucción, eran extremadamente agresivos más que Nebet hethotep y nadie podía imaginarse si alguien provocaba el enojo de un hakaishin retirado con experiencia en ataques mortales.
-Bien... Podemos con esto ¡Recuerda el torneo de la fuerza!- intento animar Dyspo a Cabba.
-Si pero morimos.- explicó Cabba.
-...- Dyspo no pudo justificar contra eso.
-Señor Knummerenra y joven Seth, hemos llegado.- dijo Neferura, la sierva cuidadora de Cabba.
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Todos los antiguos hakaishin ya estaban sentados hablando sobre cosas graciosas u otros recuerdos, tambien habían millones de Siervas y Siervos atendiendo a los jóvenes y adultos, sirviendo copas, poniendo los platillos principales y teniendo cuidado a no tropezar.
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