Quédate conmigo [hyunin]

11

— ¿Papá va a vivir de nuevo con nosotros?— preguntó  Niki  sorprendido cuando el pelinegro después de cenar con ellos, se puso la pijama y se instaló en una de las habitaciones de la casa.

— Será temporal, — dijo Felix — así será más fácil llevarlos al colegio, hacer las compras, en lo que me recupero.

— ¿Puedo dormir con él?— preguntó Niki — hace mucho que no duermo con él.

— Pregúntale a él mismo, — dijo Felix, después miró a Yeji la cuál estaba muy pensativa, — cariño, ¿me ayudas a volver a mi habitación?

La chica asintió de inmediato, ahora que Hyunjin estába en casa estaba segura que sería más fácil hacer que volviera a querer a su papá Felix.

[.....]

Jeongin miraba la ropa con indecisión, habían sido invitados a un evento junto con otros modelos, nada fuera de lo normal, excepto que cómo el nuevo embajador de Hugo Boss, debía dar una pequeña entrevista para la cuál no tenía ni un poco de ganas.

— Vamos Innie, — dijo Minho golpeando la puerta de su habitación, — llegaremos tarde.

— No quiero ir, — dijo el castaño, — prefiero quedarme aquí.

— Jeongin por favor, — pidió Minho — llevas casi dos semanas encerrandote en tu habitación, tienes que continuar con tu vida.

— Déjame a mí, — dijo Han .

Y después de varios intentos, el castaño por fin se colocó el atuendo que le habían preparado para el
evento y salió con ellos.

[.....]

El pelinegro se acostó temprano, Felix tenía un poco de razón al reprocharle durante su matrimonio que pasaba poco tiempo con los niños. Se había tomado unos días en el trabajo y ahora que estaba con ellos desde el amanecer veía de primera mano la pila de energía que tenían, eran incansables. Por otra parte extrañaba demasiado a Jeongin y nisiquiera el hecho de hacer muchas cosas durante el día, le permitía cansarse lo suficiente para dormir por la noche.

Cuando había ido al departamento que compartía con el castaño, y lo encontró vacío, supo que el castaño hablaba enserio sobre terminar. Lo amaba, pero sabía que los últimos meses no habían sido los más felices
para Jeongin, y no quería condenarlo a una vida de infelicidad.

[...]

— Jeongin!— el castaño escuchó su nombre y se giró a mirar, recién había sido entrevistado y tenía la necesidad de beber algo.

— ¿Sí?— preguntó mirando al chico frente a él.

— Quizás no me conoces, me presento soy Seo Changbin — le tendió la mano y el castaño la estrechó, — me preguntaba si quieres acompañarme a tomar algo.

— Yo, — quizo buscar una excusa pues no le apetecía hablar con nadie pero no había ningún pretexto que decir, además Han y Minho  estaban lejos, — claro, vamos, — aceptó.

— Permíteme decirte que estás deslumbrante, — lo halagó Changbin.

Jeongin no pudo evitar el sonrojó en su rostro.

— Gracias, uh, aquí todos están muy elegantes, — dijo tratando de restarle importancia.

— No seas modesto, — dijo Changbin — aunque elegantes no se ven tan apuestos cómo tú.

— Changbin mira, — Jeongin no quería ser descortés pero no estaba en la línea de coqueteo, no podía, no ahora.

— Perdón si te he incomodado, soy un asco en esto, — dijo Changbin.  — Por favor conversemos un poco, no quiero que te lleves una mala impresión sobre mí.

— No pasa nada, — sonrió Jeongin, — vamos a tomar algo, podemo conversar.

— Bien, — sonrió Changbin — en un mes es el festival anual de la moda, ¿te veré?

— No lo creo, — rio Jeongin, en su agencia no le habían mencionado nada— en mi agencia solo hay un par de chicas que asistirán.

— Es una pena, — dijo Changbin — estoy seguro que estarías perfecto en la pasarela.

— ¿De verdad lo crees?— preguntó el castaño sonriendo por primera vez en varios días.

— Por supuesto, — dijo Changbin — he visto tu trabajo,eres muy bueno en ello, ni que decir de tú última campaña, pocos logran lucir sexys y elegantes a la vez.

Jeongin sonrió de nuevo, quizá no debería estar teniendo esta conversación con este chico, pero sus comentarios le habían subido el ánimo, el castaño lo conocía bien, Changbin era un modelo con mucha más
experiencia que él, recibir un halagó de un colega tan exitoso era fenomenal.

[....]

— ¿Papá Hyunjin vendrá hoy?— preguntó Niki a Yeji, — hoy presentaré mi truco de magia en la escuela, — dijo.

— Seguro que vendrá, — dijo Yeji — además prometió que hoy comería con nosotros.

La chica había hecho todo lo posible porque Hyunjin volviera con Felix  sin embargo nada había funcionado, a los pocos días que Felix había dado señales de recuperarse Hyunjin se había vuelto a marchar.Solo un mes había pasado desde que su padre había terminado con Jeongin y desde entonces no lo veía sonreír como antes.

Si bien pasaba más tiempo con ellos, en ocasiones lo sentía ausente. Se sentía culpable pero sabía que ya nada podía hacer, las notas en las revistas aseguraban que Jeongin ya estaba saliendo con otro modelo, uno muy guapo por cierto.

El día que su padre Hyunjin vió la nota por primera vez, Yeji notó como la tristeza invadía su mirada, había tratado de animarlo y su padre le había pedido no hablar del tema.

Cuando Hyunjin llegó por ellos, los chicos lo recibieron encantados.

— ¿Te sirvo un poco de café?— preguntó Felix, — parece que no has dormido en días, — añadió.

— He tenido mucho trabajo, — mintió, — te acepto el café.

— Enseguida, — dijó Felix, — ¿estás seguro que estás bien?— cuando Hyunjin había pasado tiempo en su casa, fue atento con él y con los niños, que por un momento pensó que quizá podrían retomar su relación,
sin embargo, aún sin Jeongin cerca, descubrió que nada de eso estaba en los planes del pelinegro, le dolía un poco, pues lucia cansado y triste, una faceta que Hyunjin no había mostrado cuando ellos se divorciaron.

Apenas le había dado un trago al café, cuando el pelinegro sintió las mismas náuseas que lo habían estado molestando las últimas semanas.

— No puedo tomar más, — dijo alejando la taza, de pronto sintió como si su sentido del olfato se agudizara, le molestó el olor del desayuno — esperaré a los niños en el coche, — añadió, mientras aflojaba el nudo de su corbata.