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Los días en la cuidad estaban tensos, por todos lados los humanos actuaban de forma paranoica frente a la situación sin precedentes que se estaba dando. Desde el discurso dado por el androide donde pedía su libertad y derechos hizo despertar un comportamiento errático entre la sociedad, por la calle uno podía ver a humanos en plena incineración de androides.

Era una situación de crisis que no parecía acabar, al menos no dentro de poco tiempo...

Jimmy llegó a su casa luego de un arduo día de trabajo, claro... el problema en Estados Unidos iba a afectar a su empresa, pensaba junto a Chris y la junta directiva en algo para solucionar el problema, retorció su cuello para liberar la tensión y se dispuso a ir en busca de un vaso de agua. Pronto notó algo extraño, Karl no estaba en ningún lado, por lo general venía a saludarlo, y luego de no verlo entrar durante una media hora se preocupó un poco.

Empezó a buscar a Karl, se preocupó más al no encontrarlo parado en medio de ninguna habitación, en su mente empezó a molestar una idea negativa: Karl pudo abrir la puerta de casa por cualquier motivo y quien sabe lo que uno de esos locos anti- androides pude haberle hecho.

Las protestas en contra de androides ya eran un problema antes, a veces los protestantes se metían con unos pocos que encontraban por las calles, ahora con el tema de los divergentes no deseaba ni imaginarse a lo que estarían dispuestos.

— ¡Karl! —llamó Jimmy un poco más preocupado.

Karl no respondió, ponía de los nervios a Jimmy, entró a la habitación de Karl, pero esta vez escuchó algo provenir del armario, un ruidito muy bajito, le puso más atención y se dio cuenta de que era un sollozo contenido. Abrió la puerta del armario y lo encontró.

Karl se hallaba en posición fetal, usaba su mano para tapar su boca e intentar que ningún sonido escapará de sus labios, sus mejillas se cubrían con lágrimas. Jimmy era conocedor de que Karl tenía la capacidad de llorar, porque Kamski en su momento se lo dijo, pero nunca lo vio llorar o algo similar, por lo general el androide era un lienzo inexpresivo, más allá de algunas sonrisas no demostraba algo que pudiera ser tomado como una demostración de sentimientos.

— Karl...— llamó en voz baja.

Al escuchar su voz, Karl rompió en llanto, como si retomara algo interrumpido, Jimmy dejó de lado su sorpresa y se sentó a su lado. Aún sorprendido, acarició el hombro de Karl, el androide parecía estar en pleno ataque, por lo que prefirió no decir nada sobre la extraña situación.

Cuando más temprano en la mañana fue a trabajar, el androide estaba inmaculado como siempre, en su mente no cabía aún la idea de que pudo hacerlo actuar de esa forma.

Y por primera vez desde que cruzó la puerta de su hogar, Karl hizo algo muy... extraño, le dio un fuerte abrazó sorpresivo, pudo sentir el cuerpo del otro temblar descontrolado. Jimmy le correspondió cada vez más confundido, pero pronto su mente pensó en la posible causa sobre el comportamiento del androide.

"Divergentes"

Jimmy entonces sintió que algo se hundía en su pecho, ver la situación del país en las noticias era una cosa muy distinta que vivirla en carne y hueso. Puso su mano en la espalda de Karl movió su palma por encima de la textura trenzada del cárdigan que usaba el androide, no sabía si eso calmo o altero más al androide entre sus brazos.

— Karl, todo estará bien ¿de acuerdo?

— Perdóname, Jimmy, lo siento...

Algunas frases dichas en voz baja y repetida salían de los belfos del androide, Jimmy no sabía que más hacer, lo acunaba entre sus brazos, en un susurró le decía que todo iría bien, no debería preocuparse. Por experiencia propia sabía que esas palabras eran insuficientes frente a un ataque como ese, lo único que podía era quedarse a su lado para confortarlo.

Heavy Blue [ JimmyxKarl ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora