La relación entre Karl y Jimmy siempre se baso en el respeto mutuo, desde que el androide conoció al humano lo trato como se debía, siempre con sus sonrisas amigables se disponía a cumplir las tareas que le eran asignadas, nada fuera de común en realidad. A veces hacía reverencias frente al otro al saludar o al retirarse de una habitación donde este se hallaba.
Una forma muy linda de mantener una relación de jefe y empleado— por así llamarle— ¿verdad?
Pues su relación acababa de cambiar hace tres días, podía saberlo por como ambos actuaban cerca del otro, por las sutiles miradas que se lanzaban al mirarse de reojo. No era tonto, hace tres días ambos habían dicho como se sentían respecto al otro, pero creía que Karl merecía su espacio para pensar bien en todo, también podía verlo confundido.
No sabía con que podría realizar una comparación, no era algo tan drástico como la transición de la adolescencia humana, solo lo veía perdido frente a la nueva conciencia del inmenso mundo que lo rodea, siempre atento a las noticias de los eventos sucedidos con los divergentes. Era un diez de noviembre, las cosas se pusieron tensas por las presiones ya dadas.
El día anterior hubo un ataque a Jericho donde muchos murieron, el barco que funcionaba de guarida para los divergentes termino por estallar a causa de una bomba. El gobierno pidió que los androides fueran llevados a campos de concentración para ser destruidos, se solicitó que ningún humano lo hiciera por su cuenta, no era buena idea dado que podrían reaccionar mal.
Por las calles masacraban a androides, además del toque de queda, las restricciones en transportes.
Puede que tanto Jimmy como Karl estuvieran en un lugar seguro en la casa del humano, pero el hecho de ver lo que sucedía mediante las noticias, creaba la sensación de que vivían en una distopia de ciencia ficción. El oído de Jimmy logró captar un sonido más bajo de una notificación proveniente de su teléfono inteligente, dejó de prestar atención a la voz de la presentadora del canal de noticias para ver su muro de notificaciones, enseguida sintió el pánico apoderarse de su cuerpo.
— Karl—tocó el hombro del divergente—, tenemos que actuar rápido.
— ¿De qué hablas? — preguntó Karl.
— Perdón, son los nervios— dijo Jimmy con un tono calmado que no era real—. Hay policías en el vecindario, están haciendo redadas para encontrar androides que no hayan sido llevados a los campos...no deben tardar en llegar a nuestra casa.
Por fin Karl despegó su vista del televisor, pudo ver las manos acendradas temblar por la noticia dada. Acababa de llegarle notificaciones del chat grupal del vecindario donde los vecinos se quejaban de que sus androides fueron confiscados u otros que expresaban incomodidad por las preguntas de los agentes.
Jimmy pudo notar que el androide estaba paralizado, por lo que lo tomó de la mano y se lo llevó a un baño de arriba. Con delicadeza lo apoyó para que se sentará en el sanitario, pudo ver sus labios temblar.
Al poco tiempo, escuchó la voz robótica que funcionaba como alarma de seguridad decir que un intruso estaba en los límites de la propiedad.
— Un policía— pensó Jimmy.
— Jimmy ¿qué hago ahora? —preguntó Karl.
Jimmy se tomo un tiempo para pensar en la solución.
— Bien, necesitamos sacarte el led...es lo único que te distingue, pero el problema es que...
— Me dolerá— dijo Karl.
— Eso mismo.
Karl tenía implantado un sistema nervioso en su piel, por lo que sacar el led— como vieron en las noticias que los divergentes hacían— sería doloroso, clavarte un objeto cortopunzante en la sien de la cabeza no era poca cosa. Jimmy bajo hasta la cocina y buscó un cuchillo en el cajón, justo cuando iba a salir de la cocina escucho el sonido del timbre en la puerta.
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Heavy Blue [ JimmyxKarl ]
FanfictionEn un mundo donde la teconología es lo suficiente evolucionada para permitir que los androides estén al alcance de la mayoría de población. Jimmy no desea tener un androide, pero un amigo le hace un regalo que no puede evitar aceptar, la revolución...