Y ambos estando sentados en la orilla del mar, vemos una estrella fugaz pasar. Esta se abre paso de una forma preciosa, atreves del cielo.
- Si pudieras pedir un deseo a esa estrella fugaz, ¿Qué pedirías?
- No sé si pido mucho, igual sí, no lo sé...
Lunes, como los odio ¿Qué ser humano no odia los lunes?
Cuando estoy lista para mi primer día de clases, salgo de mi habitación. Justo cuando comienzo a caminar siento a alguien tocarme el hombro. Al girarme me doy cuenta que se trata de Nicole.
- ¡Hey! - saluda, a la vez que me abraza - ¿Qué tal tu primera noche en la residencia?
- Un poco rara, pero aun sigo de una pieza - me señalo - asique perfecto.
Ella ríe y yo también lo hago, pero ella ríe por mi comentario y yo me río del loco que se encontraba anoche en mi habitación. Dios ese chico está demente.
- ¿La cafetería del campus a qué hora cierra?
- A las 10 termina el horario del desayuno - me responde ella.
Miro la hora en mi teléfono, son las nueve y media. Si me apresuro me da tiempo comer algo antes de ir a clases.
- ¿Vas a clases? - me pregunta.
- Sí, historia del arte dentro de media hora. Aunque, me voy a pasar por la cafetería para ver si desayuno algo. ¿Y tú?
- ¿Estudias bellas artes? - asiento - me encanta es carrera, yo hubiera escogido esa carrera, pero no se dibujar. Es decir, se dibujar, pero no tan bien, seguro que tú lo haces de maravilla. Mierda que me desvío otra vez del tema - se ríe y yo niego con la cabeza, esta chica sí que es intensa - yo estudio turismo y tengo clase de... Geografía del Mundo Actual, en unos minutos.
Salimos del edificio y nos despedimos, ella toma camino hacia sus clases, y yo hacia la cafetería. Camino por las calles del campus observando a las personas, se les ve felices de estar aquí. Aunque no lo estarán tanto cuando se acerquen los exámenes.
****
Al llegar a mi primera clase, tras mi rápido desayuno. Me siento en uno de los muchos asientos libres del aula, más o menos en la mitad. Soy de esas personas que no le gusta destacar, ni para bien ni para mal.
El aula pronto comienza a llenarse, más y más de alumnos de primer año como yo. Aburrida, me dispongo a descifrar en mi horario donde están ubicadas las aulas de mis próximas clases.
- Hola - me saluda una chica - ¿me puedo sentar a tu lado?
- Claro - le respondo quitando mi mochila del asiento.
- Gracias, no sabía dónde ubicarme - dice acomodando sus cosas - solo quedaban asientos en primera fila, y no me interesa estar tan cerca.
- Te entiendo, Elena - me presento.
- Lilo - dice ella regalándome una sonrisa.
Me permito observarla, tiene unos rasgos llamativos, pelo rizado de color miel, y unos bonitos ojos café. Es un poco más alta que yo, y con unas curvas bastante llamativas. Que no trata de disimular con su ropa, dando una apariencia de ser una chica que ama y acepta su cuerpo.
Me gustaría sentirme así.
No hablamos más, ya que el profesor entra y la clase comienza. Durante una hora y media, nos habla sobre algunos proyectos que realizaremos a lo largo del curso. También introduce un poco el temario de la asignatura, y nos aconseja algunos libros para ampliar nuestros horizontes en el mundo del arte.
Aunque no creo que esta sugerencia sea muy de mi agrado, no es que leer sea uno de mis pasatiempos favoritos. Prefiero pasarme horas y horas delante de una pantalla viendo alguna serie o película.
La clase finaliza, recojo mi portátil que saqué para tomar algunos apuntes. Y antes de marcharme del salón, me despido de Lilo. Ella me devuelve el gesto. Realmente me agrada, no es que hayamos intercambiado una gran cantidad de palabras, pero lo poco que hemos hablado hace que me da buenas vibras.
****
- Hola tita - saludo contestando la llamada.
- Hola mi niña - saluda animadamente - ¿Qué tal tu primer día en Yale?
- Tal y como lo imaginamos - le digo, recordando la cantidad de tardes que pasamos juntas tratando de adivinar cómo sería mi estancia aquí - Aunque, algunos de los profesores tienen ese aire de "me da igual vuestras notas, voy a cobrar lo mismo".
- De esos hay en todas partes - dice ella resoplando - ¿ya hiciste algún amigo?
- Bueno conocí a una de mis vecinas de residencia - le comento mientras continúo paseando por la universidad - también conocí a una chica que va a mi clase de Historia del Arte.
- Me alegro - responde ella, y a la vez me parece escuchar una voz de fondo llamarla - ahora voy Roberto - dice, y escucho su voz más distante, supongo que alejó el teléfono de ella - Desde que te fuiste está aún más pesado, y eso que han pasado solo tres días - dice volviendo a la llamada.
- Solo no trata de matarlo - le recomiendo, justo antes de entrar en una cafetería del campus.
- Lo intentaré - dice suspirando - ¡Ahora voy! - grita mi tía - nos vemos mañana.
- Hasta mañana - cuelgo la llamada y me acerco al mostrador.
Le pido al chico del mostrador un café, sin azúcar. Sí, soy amante del café negro. El me lo entrega y le pago. Salgo de lugar y re regreso a mi edificio, me coloco mis cascos y comienzo a escuchar algo de música. Cuando llego, subo a mi habitación. Y en el proceso de pelearme con mi dichosa puerta para poder abrirla, una chica se acerca a mí.
- ¿Elena? - pregunta dudosa.
- ¿Si? - le respondo.
- Perdón por lo de ayer, de verdad que lo siento - comienza a disculparse, y me siento bastante confundida.
¿Y esta chica quién es? ¿Y de que se disculpa, si es la primera vez que la veo?
- Creo que te has confundido - le digo, logrando al fin abrir mi puerta.
- ¿Es tu habitación? - me pregunta señalando la puerta y asiento - entonces sí eres tú - confirma - ayer mi hermano se coló en tu habitación - dice y seguidamente me viene un flashback de anoche.
- Ahora entiendo - digo encajando las piezas del puzle en mi cabeza.
- De verdad lo siento, el imbécil no es capaz de recordar nada. Espero no te hiciera nada.
- Tranquila, no importa. Lo único que hizo fue darme un susto de muerte, y robarme algo de pizza.
- ¿Olvidado?
- Olvidado - confirmo, aunque sinceramente no creo que pueda olvidar dicho suceso.
- Soy Cassie - se presenta.
- Un gusto - le digo devolviéndole la sonrisa que me da.
- Bueno tengo que irme, he quedado con una amiga - se despide - adiós Elena.
- Adiós, me despido entrando en mi habitación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.