Cap - 4

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Marcos

- ¿Sí? - digo contestando la llamada de mi hermana.

- ¿Qué haces ahora querido hermano?

- ¿Qué quieres que haga por ti Cassie? - le pregunto sin rodeos - y respondiendo a tu pregunta, voy saliendo de la biblioteca.

- ¿Vives en ese lugar de empollones, o soy yo? - comenta divertida - pero me preguntaba... que si no tienes nada que hacer... podrías ir tu a comprar la comida de esta noche.

- Pero es tu turno - le recuerdo.

- Lo sé, pero no puedo ir a comprarla. Asique agradecería mucho que fueras tú, me harías un gran favor hermanito.

- Vale está bien - accedo - nos vemos luego.

- ¡Espera no cuelgues!

- ¿Qué pasa ahora?

- Compra comida como para otra persona más - dice.

- ¿Para quién? ¿No será que viene otra vez tu amiga? - le pregunto - me cae bien y todo eso Cassie, pero es que no acepta perder, y además ella...

- Elena - dice interrumpiéndome, y ambos quedamos en silencio - bueno adiós - se despide con prisa y cuelga.

No entiendo porque ha finalizado la llamada así. Supongo que no quería saber qué pensaba sobre que haya invitado a Lena. Aunque yo tampoco sé qué pienso, es decir, no es que me ilusione que ella venga a nuestra noche de juegos de mesa. La cual es una tradición que comenzamos Oliver y yo cuando comenzamos el primer año de universidad.

Más bien me genera un poco de expectación, hace un poco más de una semana que cenamos todos juntos.

Y desde entonces no hemos cruzado palabra alguna, a excepción de los holas y adiós cuando nos hemos cruzado. Mayormente esto sucede cuando muchas tardes salgo de la biblioteca, y la veo en el césped recostada en un árbol dibujando.

Mentiría si dijera que no me causa curiosidad saber que dibuja en su cuaderno, y descubrir cómo se ve el mundo a través de sus dibujos.

***

Toco el timbre y a los pocos segundos, Nicole abre la puerta.

- Llevamos esperándote mucho rato - se queja cuando se hace a un lado para que pase.

- Lo bueno siempre se hace de rogar- le digo guillándole un ojo.

Tomó el camino que lleva hasta la sala de estar encontrándome con, Oliver y Tobías discutiendo sobre a qué juego jugaremos hoy, nada nuevo. Y en el sofá están mi hermana y Lena, hablando y riendo como si se conociesen de toda la vida.

- ¡La comida llegó chicos! - grita Nicole a mi espalda llamando la atención de todos.

- Menos mal, me estaba muriendo de hambre - dice Tobías arrebatándole las cajas de pizza.

El deja la comida en la mesita que hay en el centro del salón, todos nos sentamos en el sofá o sillas alrededor de esta. Cada quién comienza a coger una porción de pizza. Y por el rabillo del ojo veo que Elena se acerca a mi pizza, y le aparto la mano antes de que coja una porción.

- Esta pizza es mía enana, aléjate, no me hago responsable de mis actos - le advierto, tomando la porción que ella estaba a punto de comerse.

- ¿Te acuerdas de que te comiste la mitad de mi pizza cuando entraste a mi habitación? - dice y coge una porción - me debes como dos pedazos mínimos. Y por favor para de llamarme enana.

- Esto no quedará así - le aseguro refiriéndome a la pizza - y no voy a dejar de llamarte enana, eso tenlo por seguro.

- ¿Pero por qué? - me pregunta sin entender porque la sigo llamando con ese mote.

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