🌨️ Capítulo 1 🌨️

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Adán es un hombre tranquilo que no se busca problemas con nadie, enserio, si se le pregunta a su esposa o a sus hijos, siempre responderán que Adán es alguien taciturno...pero al momento en que le tocan a su familia, uno ve al verdadero demonio, razón por la cual Apolo se la vió muy mal cuando el Padre de la Humanidad logró escuchar el grito de su hijo y llegó como un rayo a propinarle un golpe directo en la cabeza que lo mandó hacia uno de los costados de la habitación donde estaban, y mientras que Eva llegaba a consolar a Simo, quien parecía estar en un estado de alteración extremo, Adán no se la pensó dos veces antes de hacerle pagar al Dios del Sol por lo que intentó a hacer.

¿Qué excusa podría dar? Ninguna, y el propio Apolo lo sabía, por eso decidió no hacer nada en contra de ese hombre que lo único que había venido a hacer era defender a su hijo, con quien él estuvo a punto de sobrepasarse, su reacción no era para nada exagerada, estaba seguro que cualquier buen padre se pondría como un loco de encontrarse con esta situación en la que estaban, donde no había lugar para reclamos de parte del dios, que llegó a tomar esa paliza como una forma de castigarse a sí mismo por lo que acababa de, casi, hacerle a su pareja.

Se intentó sobrepasar con él, y si bien él lo entendía perfectamente, el finlandés no pareció hacerlo al momento en que entre los brazos de la Madre de la Humanidad, notó como Adán parecía estar más que dispuesto a matar a Apolo y Apolo totalmente dado a que lo mataran, a penas notó eso quiso separarse de la protección de Eva, quien solo pudo mirar atónita como Simo se separaba de ella e iba hacia Adán, parando un golpe hacia el griego al ponerse enfrente del mismo, impidiendo que Adán pudiera dar un nuevo golpe.

El ambiente entre ellos quedó en silencio entonces, nadie supo qué decir, qué hacer, solo se escuchó la respiración de todos en ese momento, la madera de esa habitación a punto de romperse por el impacto de tantos golpes, todas las piezas de decoración que habían estado en la paredes terminando de caer al piso, hasta la sangre que caía de Apolo luego de recibir esa paliza.

Tanto alboroto probablemente ya alteró a todos los demás habitantes de la aldea de los humanos, probablemente los demás Einherjar estuvieran a punto de venir por ese mismo alboroto, tal vez hasta los dioses que estuvieran allí acudieran ante el desastre que se armó, pero nada de eso sería tan impresionante, como lo que terminó diciendo Simo cuando los Padres de la Humanidad pasaron unos segundos calmados.

–Te llamé sin razón...esto fue mi culpa...

El francotirador había levantado sus manos suavemente hacia Adán buscando transmitirle que no había necesidad de seguir lastimando a Apolo, incluso avanzó unos pasos para tratar de alejarlo de su pareja.

En otra situación, tal vez hubiera tomado todo como una exageración suya, tal vez de nuevo entró en modo de un padre celoso, pero esto no era así, esos no eran celos, acababa de ver como ese dios estuvo a punto de sobrepasarse con uno de sus hijos, este mismo le había gritado en busca de ayuda, ¿y ahora le estaba diciendo que fue su culpa? ¿Qué era esto? ¿Una broma? Pues a él no le parecía para nada graciosa, así que tomando una de las muñecas de Simo, trató de hacerlo entrar en razón.

–¿Qué estás diciendo? ¿Cómo esto fue tu culpa?–tal vez fue con sarcasmo, con ironía, pero Adán habló de tal forma fue para hacerle ver a su hijo lo ridículo que sonó diciendo eso.

–Es una confusión, esto...esto es una confusión...–dijo Simo tratando de convencer al mayor.

–Sí, es una confusión de tu parte por echarte una culpa que no es tuya–dijo Adán tomándolo de los hombros–¿qué pasa contigo?

–Me alteré por un momento y exageré todo...enserio, no pasa nada–dijo Simo pareciendo verdaderamente arrepentido.

–¿Te alteraste? Simo, gritaste aterrado por no querer hacer...eso...–dijo Eva mirando con pena hacia el menor de sus hijos.

Es tal y como dijo Eva, eso fue lo que Apolo pensó mientras trataba de recomponerse desde donde estaba, pero mientras más escuchaba a Simo hablar, más se daba cuenta que estaba tomando las culpas que le correspondían al dios, no a él.

Simo desde que lo conoció había sido una persona centrada en sus pensamientos, equilibrada, y ahora mismo estaba demostrando todo menos eso, algo que ya no solo preocupaba a los Padres de la Humanidad, preocupaba a Apolo por ver a su pareja actuar de esa forma tan...¿indefensa? Esa palabra ni siquiera la había imaginado en el diccionario de una persona como lo es Simo, ese hombre que creyó conocer al derecho y al revés ahora estaba mostrando una nueva faceta, una que no le agradaba para nada desde el preciso instante que buscó culparse por una tortería que él hizo.

Y tal vez ante todo esto Adán y Eva veían cada movimiento del dios como uno peligroso, por eso reaccionaron de forma violenta cuando lo vieron poner una mano sobre el hombro del finlandés, pero mantuvieron la compostura nada más por las palabras que le escucharon oír.

–Eso no fue de ningún modo tu culpa, fue la mía–dijo Apolo en un tono serio y bajo, de autoridad al mismo tiempo que de preocupación–Simo, ¿qué pasó?

–No pasó...nada...nada...–dijo Simo bajando tanto su tono de voz como la mirada por unos momentos antes de mirar hacia la pareja contraria–por favor, necesitamos hablar a solas

–...si te atreves a tocarle un pelo, te juró que voy a matarte.

Y Apolo solo asintió a la advertencia de Adán, dispuesto a aceptarla aunque él mismo sabía que no se volvería a atrever a hacer algo como eso, ya vió la forma en que Simo reaccionó y no quería volver a verlo tan alterado.

Tan aterrado, esa es una mejor palabra para describirlo, porque eso no era una persona alterada, eso que vió en su pareja fue una reacción aterrorizada...

Y la acción que estaba tomando al quedarse solos, al abrazarlo, escondiendo su rostro en su pecho, y empezar a llorar en silencio...esa acción parecía la de una persona muy asustada buscando refugio en alguien a quien aferrarse, algo que Apolo no pudo negarle a su pareja al rodearlo en un abrazo también, acariciándolo en su cabeza creyendo que eso tal vez lo podría tranquilizar.

No fue así, pero al menos podía transmitirle algo de apoyo a través de ese abrazo, eso era lo único que quería ahora...

Cuando ya estuviera calmado, hablarían, pero por ahora, solo tenía una pregunta rondando en su cabeza, y es qué pasaba de repente con este hombre que tanto amaba.

𝕃𝕠𝕧𝕖 𝕋𝕙𝕖 𝕎𝕒𝕪 𝕐𝕠𝕦 𝕃𝕚𝕖 🌧️𝐴𝑝𝑜𝑙𝑜 𝑋 𝑆𝑖𝑚𝑜 𝐻𝑎̈𝑦𝒉𝑎̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora