"Empresas GMMTV" es la cadena televisiva más grande de Tailandia, perteneciente al magnate Mike Atthaphan, un tipo despiadado y arrogante que llegó a la cima pisoteando a los que creía inferiores y eliminando a los que consideraba rivales, uno de ellos, mi padre quien fue despojado de su fortuna y acusado injustamente de estafa en la empresa cuyos cimientos formó.
Mi nombre es Off Jumpol, soy alfa y actualmente tengo veintiocho años. Mis padres murieron hace nueve años en un accidente de auto, dejándome un cuantioso fideicomiso que me permitió formar "Jumpol & CO”, una transnacional con sede en París, que invierte en compañías en la ruina para convertirlas negocios rentables. Sin embargo, apesar haber obtenido éxito, poder y dinero, mi vida sigue siendo solitaria y vacía, con el único y ardiente anhelo de destruir al hombre que arruino la reputación de mi padre.
Mi oportunidad se presentó hace dos semanas, cuando Atthaphan tuvo el descaro de contactarse con mi compañía, con una propuesta ridícula, escucharlo suplicar fue satisfactorio pero no lo suficiente, el hombre ni siquiera parecía recordar el apellido de mi padre, eso me permitiría destruir lo que más parecía amar: "Empresas GMMTV".
Con ese propósito, después de dieciséis años estoy de regreso en Tailandia.
Jamás imagine que él maldito yacería hoy en un féretro.
🌈
La ciudad de Bangkok me recibe con el más crudo invierno; sentado frente a GMMTV, miró el ostentoso edificio y sólo vienen a mi mente recuerdos dolorosos y despreciables, sostengo el periódico que publica el obituario del magnate Mike Atthaphan y además anuncia como heredero a su único hijo Gun Atthaphan de veintiséis años a quien nadie parece haber visto la cara pues a vivido siempre en Suecia.
No todo podría estar pérdido.
Mientras cruzó la calle, veo un lujoso auto estacionarse en la puerta principal del edifico, tras abrirse, baja de él, el más hermoso hombre que mis ojos hayan visto. Es pequeño, delicado, con los labios más tentadores que podrían existir y unos bellísimos ojos color miel, son tan destellantes pero con un ligero reflejo de tristeza. Escuchó mi corazón latir muy a prisa pareciera estallar.
– Hey!!! cálmate Jumpol – me repito. Qué pasa con el auto control del que sueles presumir.
Nunca había sentido algo similar es como si pudiera escuchar su respiración y sentir su aliento en mi piel.
Mi omega... Lo encontré, pero porque justo ahora y en éste lugar donde sólo puedo encontrar enemigos.
