Capítulo 5

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Gun peinaba su cabello mirándose en el espejo, se había dado una ducha muy relajante.
La reunión había sido divertida pero agotadora. En semanas no se había divertido tanto. Por un momento olvidó en lo que se había metido.
A partir de ahora él era Gun Jumpol.

– ¿Cuáles son tus intenciones Off? –murmuró.

El sonido de la puerta abriéndose, lo alarmó.

– ¡Off!... ¿Qué haces aquí? – exclamó.

– Ésta habitación también es mía, cariño. – respondió con naturalidad. – Pensaste que dormiría en el sofá.

– Claro que no, pero hay muchas otras habitaciones. Los empleados dijeron que habías asignado ésta para mi por eso supuse ... bueno todas mis pertenencias estaban aquí.

– Y así es, yo nunca dije que no compartíamos la misma cama.– Off, vio a Gun palidecer.

– No... no pensé que era parte del acuerdo. Es cierto que no aclaramos estos puntos pero creo que deberíamos conversarlos ahora. Por favor. – La voz de Gun era casi una súplica.

Off debió haber seguido con su plan y hacer que Gun sufriera hasta arrepentirse de haber aceptado ser su esposo pero al contrario de eso, no podía dejar de mirar a Gun, imaginando su cuerpo desnudo a través de ese delicado camisón. Off nunca había tenido esta clase deseo. Esa ardiente necesidad de poseer, tener y follarse a alguien sólo Gun la causaba.
Off empezó a quitarse la camisa, clavando su mirada en Gun. Su piel se erizo al verlo sonrojar.

– No me digas que nunca has visto a un hombre desnudo – dijo Off con una sonrisa. – ¿Acaso nunca has estado con un hombre? – continuó.

Gun tenía las orejas rojas. Era cierto que nunca había visto a un hombre desnudo mucho menos había tenido relaciones sexuales. En general era tímido y nunca le interesó el sexo. Incluso a su edad era extraño que no haya tenido su primer celo, hasta llegó a pensar que no era un omega.
Ver el ancho y bien formado pecho de Off hizo que su sangre empezará a hervir. – E...eso no es algo que te interesé – respondió Gun sonrojado.
Off se acercó a Gun lentamente. Vió esos voluptuoso y rojos labios y no pudo contenerse. Sostuvo su rostro entre sus manos y lo besó con vehemencia y pasión. Gun correspondió al beso con el mismo deseo, mientras Off deslizaba una de sus manos a través de su pequeña espalda y lo apretaba contra su pecho. Ambos se miraron demostrando su intenso deseo.
Gun nunca había sido besado de esa forma, la euforia le hizo abrir la boca permitiendo a Off explorar su interior enredando su lengua con la suya. Fueron tantos besos que cuando se separaron los labios de Gun estaban más hinchados y rojos de lo habitual. Dios! Gun era el cielo. – Pensó Off. No podía detenerse, quería marcar  a Gun y encerrarlo donde ni siquiera el aire pudiera tocarlo. No quería dañarlo solo pensaba en protegerlo como si fuera la joya más valiosa.
Off empezó a besar el cuello de Gun y a darles pequeños mordiscos que lo hicieron jadear.

– Off...detente por favor!.– Gun tenía los ojos húmedos, los labios entreabiertos y las mejillas enrojecidas. Se veía tan endiabladamente hermoso que por un momento Off olvidó respirar. Estaba tan duro como una roca.

– Eres jodidamente hermoso y sexy, Gun – dijo, mientras sus dedos rozaban la delicada piel del cuello de Gun. Lo alzó en brazos y depósito suavemente sobre la cama. Off retiró las prendas y besó cada parte de la sedosa piel de Gun, él Omega era simplemente mágico, adictivo y embriagador.
Gun se estremecía antes cada caricia de su esposo. La razón lo abandonó. No pudo ni quiso rechazar los suaves toques que recibía.
Off contempló el rostro de Gun una vez más y lo que vió solo aumentó su excitación, casi sintió su miembro explotar. Lentamente llevo sus labios al rosado agujero de Gun y lo lamió. Luego introdujo su lengua en el interior mientras Gun se retorcía de placer. Estaba tan estrecho. Un dulce aroma a chocolate hizo despertar sus sentidos aún más. Hasta ahora nunca se había alterado tanto con las feromonas de un omega. Off comprendió qué esto era más que instinto era tan especial como su madre describió. Era sólo por Gun. Deseaba tanto a éste hombre.

– Como pensaba, hueles tan bien y estas tan malditamente apretado. Seré muy gentil contigo Gun, sé que es tu primera vez y soy tan feliz que sea conmigo. Mataría a quien te hubiera tenido. – susurraba Off, mientras introducía sus largos dedos en Gun. – Eres solo mío cariño.  Relájate. Ya tengo dos dedos en ti. Respira bebé. – Off lamía y succionaba los pezones de Gun. – Ya tienes tres dedos. Córrete bebé, hazlo para mi.
Gun no soportó más y entre espasmos con los dedos de Off en su interior se vino sobre el pecho del alfa.
– Muy bien pequeño, eres tan lindo, sigues estrujando mis dedos con fuerza. Entraré en ti, sé fuerte. No te haré daño. Lo prometo.

Gun tenía la respiración pesada y su cuerpo temblaba, estaba listo y perfectamente lubricado pero se sentía mareado, quería a Off dentro suyo. No era su celo sino su necesidad por Off, deseaba que lo reclamara como suyo.

Off volteó a Gun sobre su vientre y lo embistió.

– Ummm! – Gun gimió y arqueó la espalda de placer.
Off tuvo una hermosa vista del trasero de Gun, mientras continuó empujándose dentro de él. Nunca estuvo tan fuera de control, cada estocada era dura y profunda sin ser suficiente. Sin duda era la primera vez de Gun, estaba jodidamente estrecho. Off sentía como apretaba su polla. Mientras Gun se retorcía bajo su cuerpo, Off beso su espalda hasta llegar a su cuello no puedo soportar más y lo mordió. Ambos no estaban en celo, era sólo una marca temporal, sin embargo, se sintió tan real, Gun era suyo y de nadie más.
Off lamió la marca una y otra vez. – Se ve tan perfecta en tu pálida piel. – dijo.
Gun no se movió. Su cuerpo se tensó y su respiración se detuvo. Por un momento todo fue borroso.
Gun se vino por segunda vez y tras unas embestidas más, sintió como la respiración agitada de Off se detenía y mientras se empujaba contra él, Off crecía y un líquido caliente llenaba su interior.
Gun, aún tenía el cuerpo de Off sobre él. No recuerda cuántas veces más Off lo tomó. Sólo pudo sentir el dulce olor a menta que invadía la habitación y lo tranquilizaba. Antes de cerrar los ojos; sintió los dedos de su esposo acariciar su rostro y apartar algunos mechones de cabellos sobre su frente, casi le pareció escuchar un susurro que decía" te quiero". Pero el cansancio lo venció y lo obligo a dormir.

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