Capítulo 1

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Mikahel tomó asiento en lo que anteriormente había sido su cama, aquella flor roja que era del tamaño de una persona de tamaño medio se había convertido rápidamente en una silla gracias a los deseos de su amo y él no dudó en aprovechar esa oportunidad para mirar disimuladamente al resto del grupo de Cale. Aparentemente, se iban a quedar unos días debido a la fuerte tormenta que azotaba los mares en ese momento, además no podían irse sin disponer de un plan para bloquear el próximo movimiento de la estrella blanca una vez llegaran al reino.

Ryusei.—

Intentó comunicarse una vez más, pero él resultado fue el mismo. Tras contar la historia de los reyes hada, presentarse y todo eso, Mikahel intentó comunicarse con su amigo para que este les diera la pasada sin tener que pelear, pero no importaba cuántas veces llamara, no había respuesta. Al notar esto, Mikahel se preocupó, ya habían corrompido medianamente al Rey hada del fuego, no podía permitirse que le hicieran aquello a Ryusei.

Mientras los demás ideaban un plan, el hada del bosque se levantó de su asiento y se dirigió fuera de la casa, su mirada se posó en el cielo estrellado dónde habían un par de nubes amenazando con dejar caer la fría lluvia que afortunadamente ayudaba a las plantas durante la noche, sin embargo, está vez se veía que llovería por un motivo diferente y Mikahel podía sentirlo.

Príncipe, no estés triste...

Una pequeña hada se acercó a él y le rodeó de un lado a otro, otro grupo se acercó para verle mientras en sus miradas se hacia notar la preocupación. Un elemental de viento pasó por ahí e intentó vanamente animar al hada del bosque, pero nada funcionaba.

Ryusei y Akai significaban todo para Mikahel.

Sí uno de ellos estaba triste, él otro también lo estaría. Esto se debía principalmente porque los tres crecieron juntos, los anteriores reyes habían hecho hasta lo imposible para separarlos durante unos años para que cada quién cumpliera sus deberes y aún así, en esos años, no habían cambiado para nada.

Estaré bien, no tienen que preocuparse. Ryusei es fuerte, confío en él.

Sonrió ambiguamente, la duda parecía flaquear en sus ojos a medida que hablaba. Sí, Ryusei era lo suficientemente fuerte para protegerse....pero, su carácter terco y quejumbroso le jugaba en contra a la hora de pelear.

Rey hada-nim. Aquí esta.

Mikahel se volteó un momento, sus ojos se encontraron con los de Choi Han, quién sonreía débilmente en su dirección. Increíblemente, se mostró más dócil de lo que imaginó, y afortunadamente no intentó destruir el bosque.

Tú....eres Choi Han, ¿verdad? No hay necesidad de ser tan formal, Mikahel debería estar bien. —

Sonrió amablemente, su mano se dirigió a la pequeña cabeza del hada que anteriormente le había consolado y le acarició, inconscientemente tuvo la necesidad de acariciar la cabeza del joven delante de él pero se mantuvo en su lugar; resultaría extraño que un desconocido te acariciara la cabeza así sin más.

El peli plateado lloró internamente, fingir no conocer a nadie era demasiado para él pero debido a que ya había soltado las palabras "conocidos" varias veces no le quedó más opción que ser una persona con mala memoria. "Conocidos" no es igual a "amigos", por lo que Mikahel no debería saber más allá del nombre.

Entonces... Mikahel-nim. ¿Podría hacerle una pregunta?.

Él mencionado se resistió a jugarle una broma y en su lugar asintió suavemente, adentrándose nuevamente en la casa que había construido. El viento se había puesto helado y él no soportaba el frío de ese lugar, aquella fue una de las tantas razones por la cual creó el núcleo.

Él príncipe del bosque cuyo destino había sido decidido (TOTCF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora