Nervios

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Daniel lloró mientras se acostaba en su cama, solo pensando en cómo reaccionarían todos. Como su futuro volvió a ser incierto nuevamente. Christian posiblemente lo echará del equipo nuevamente antes de siquiera firmar y su relación con Max posiblemente también se arruine. Él solo lloró, metiéndose en una bola. No quería hablar con nadie, solo quería estar. Michael se había quedado con él luego de la noticia, había tomado las medicina que el médico le dió y lo llegó nuevamente hacía la habitación, dónde Daniel pidió que lo dejará unos momento solo.

Se le cortó la respiración cuando escuchó algunas voces riéndose acercandose, se tapó la boca, cerrando los ojos mientras parpadeaba para quitarse las lágrimas. Cuando se dio cuenta de que era Brad y, por supuesto, Max, lloró más fuerte. El padre de su hijo estaba aquí y ni siquiera lo sabía. Y no lo hará hasta dentro de un tiempo, necesitaba mucho en que pensar.

"¿Daniel? Vamos, tenemos que ir a buscar comida". Max dijo con una sonrisa mientras caminaba hacia la cama y lo vio acurrucado "¿Daniel? ¡Dios, te ves terrible!", Max dijo con cierto asombro, Daniel resopló mientras salía de la cama, "¿Estás bien, cariño?" preguntó Max. El mayor solo asintió mientras se limpiaba las mejillas. Max suspiró, asintiendo mientras caminaba hacia Brad.

"¿Está seguro de que estás bien?", Brad preguntó en voz baja, acercándose y frotando la espalda de Daniel. Suspiró cuando Daniel dejó escapar un suave sollozo, cubriéndose los ojos con las manos. "¿Daniel?", Brad lo miro preocupado.

"Por favor, no me hagas decirlo. No quiero", Brad abrió grande los ojos cuando miró a Daniel. "No es nada, lo juro". Dijo Daniel suavemente. Sin embargo Brad, sabía que algo estaba mal, Daniel simplemente no queria decirle a Brad y Max, el padre de su hijo que estaba esperando.

Pasaron el resto de la comida tranquilos, hablando de cómo descansaría ésta semana y media antes de ir a Brasil. Daniel solo revolvía el plató delante de el, una ensalada con pollo que solamente le hacia revolver el estómago, comió unos bocado para desviar sospechas mientras Max hablan de la última sección de fotos y de unas charlas con Christian.

Oh Christian, a quién le ofreció a Daniel una oportunidad para el año que viene, un secreto que querían mantener hasta luego de Abu Dabi, pero ahora, esta situación en la que se encontraba Daniel cambiaría nuevamente su futuro el próxima año y los años venideros, sus chances de volver a conducir cada vez estaban más lejos. Sentía un nudo en su estómago, tambien cambiaría la vida de Max, con quién no habían hablado de tener hijos ahora, sabía que Max quería en el futuro, cuando se retirará, no quería someter a un niño a la ajetreada agenda de su vida. Queria darle una vida más normal a la que el tuvo. Y eso Daniel lo entendía, sabía demasiado bien por lo que Max paso de chico, y los miedos que eso conllevaba en su pareja.

Daniel se despidió de Brad y le dijo a Max qué lo vería en la habitación, usando la escusa de que quería terminar de empacar temprano, Max quería irse con el, pero Daniel le dijo que estaba bien, terminará su cena y luego se verían. Dejó un suave beso en sus labios, por más que estaban en el restaurante del hotel, su relación no era del todo pública, algunas personas sabían, el resto sospechaba, y ellos no hacian nada para negarlo.

Una vez dentro de la proteccion de su habitación, sabía que tenía los minutos contados, que Max rápidamente volvería. Se adentro al baño, según el médico tenía ocho semanas y, hasta ahora, todo había ido muy bien. El médico le dijo que su bebé estaba creciendo y que estaba bien encaminado hacia donde debería estar. Levanto su remera para mirarse al espejo, su abdomen seguia plano, su bebé tendría el tamaño de un mani o algo parecido, eso le había comentado Michael cuándo leia uno de los folletos que le habían dado.

Estaba inmerso en sus pensamientos hasta que noto una mano detrás de él.

"¿Estás bien?", Max miraba a Daniel a través del espejo, "Estuviste callado toda la cena, estás raro Daniel, que sucede", se notaba la preocupación en la voz del joven

El 3 De La Suerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora