Antojos

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"Qué rayos… qué es eso", pregunta Max visiblemente perturbado mientras mira fijamente el desayuno elegido de Daniel. "Yo, Danny, es seguro para ti comer eso y para él bebé"

Daniel le lanza una mirada molesta. "Es perfectamente seguro", se burla. "Es un sándwich de mermelada de frutilla con queso cheddar derretido, es delicioso."

Max parece sorprendido. "Ni siquiera eres de comer mermelada de frutilla y además sé que eso no está bien". 

"Oye", Daniel lo señala con el tenedor a su prometido a modo de advertencia. "Tu y tu super esperma de campeón del mundo me dejó embarazado. Tienes suerte de que no te obligue a comer esto conmigo".

Max da un apresurado paso atrás. "Tienes razón, por supuesto, lo lamento, debe saber sabroso", habla rápidamente, su ceceo un poco más notable, pero si algo había aprendido de los embarazos de su hermana era no contradecir a alguien embarazado. 

Daniel da otro mordisco y empieza a explicar. "No me hace vomitar, por lo tanto, es la comida más asombrosa del mundo y nadie se quejará ni insultar, hasta que nuestro bebé decida qué se aburre de esto y quiera comer otra cosa".

"Por supuesto", Max asiente rápidamente y luego hace una pausa, pensativo. "Puedo conseguirte más para que veas que la carrera", ofrece.

Daniel arquea una ceja, viéndolo curioso. "Puedes hacerlo, pero no comeré dentro del auto, Micheal ya anda hasta los nervios con lo que como"

"Puedo", promete Max. "Si puedo ayudar, si hay algo que pueda hacer para que estés cómodo, lo haré en un abrir y cerrar de ojos Liefde"

Daniel deja el tenedor y mira fijamente a Max "Me gustaría eso, se que no debí haber tardado mucho en decirte, pero aprecio esto Maxy"

"Por supuesto", Max ni siquiera duda, aunque parece un poco confundido.

Daniel considera esto por un largo momento, un discurso serio y demasiado emotivo sobre el tema que hoy sería su última carrera por un tiempo, pero luego se detiene. "Quiero brownies también"

Max parpadea confundido nuevamente. "Brownies"

"Brownies", Daniel asiente amablemente, sonriendo un poco. "Con glaseado de chocolate y supongo que tal vez un poco de jugo de manzana".

Max mira un poco sorprendido, "Claro, podemos pedirle a Brad qué nos consiga"

"Maxy", Daniel pronuncia el nombre de su prometido con un acento distintivo. “Por favor, estoy embarazada y no quieres privarme de mis antojos. Además tienes muchos antojos de los que ponerte al día". 

"Prometo ponerme al día", Max pone los ojos en blanco afectuosamente, divertido. "Te traeré tus brownies, lo prometo, así ves la carrera tranquilo".

Daniel sonríe, complacido. "Pensándolo bien, los brownies pueden esperar", declara agarrando la mano de Max, empujándolo hacia el sofá, "Siéntate".

Max arquea una ceja, pero se sienta, luciendo divertido y curioso. Tenían una hora para irse aproximadamente, Daniel examina el sofá y a su prometido por un segundo y luego asiente, agarra una manta y se pone cómodo encima de Max "Cres qué podamos quedarnos así un rato, lo que más me costó de guardar el secreto, fue las veces que se me antojaba estar acurrucado contigo"

"Estoy haciendo todo lo posible para ir retomando ese tiempo, ahora que no hay carreras tenemos tiempo", protesta Max.

Daniel resopla y se pone de costado. "Sé que debí decirte antes y me hice pasar solo a propósito, pero estaba funcionando y tengo tanto que decirte y mostrarte, así que nos vamos a tomar nuestras vacaciones y ponernos al día, maldita sea. Estaremos agradecidos y felices y lo aprovecharemos en cada oportunidad posible, porque también ando caliente".

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