"Será larga pero buena noche. Hagamos ese maldito dinero" Anticipo Ashley con su inteligencia tan perceptiva que aveces da miedo. Frente al espejo, retocando sus pestañas juraba la premisa "¿ Que más puede pasar si estamos todos en un mismo lugar? Explotar"
Al principio fueron risas y bromas. Pero así fue la sentencia que se cumpliria.Luego de la llegada de Dolly a la noche que se coronaba ya no sabía que más esperar más que esa explosión de la que hablaba mi amiga. Ashley me miraba mientras seguía con su labor. París igual mientras cuenta los billetes de la caja sentada frente a la misma. No había mucho para decir. Y eso les comunicaba con mis gestos.
Beker estaba ahí por algo incognito, no había telaraña que pueda tejer sin razón. La gente se acerca la saluda y le sorprende verla. Ella conoce a todos, no olvida un nombre ni un rostro. Les da la mano, les sonríe, pone las mejores excusas de su presencia.— Saben..— Nos llama la atención un momento, acercandose estira las manos en gesto de que le pase mis utencillos de cocina que estoy utilizando, yo lo hago acatando sin resistencia.— Sería bueno este año que atienda la mismisima Dolly Beker un rato. Pásame las demas cosas y ve a disfrutar el carnaval— Me dice poniéndose ahora en mi lugar con las cosas ya entre sus palmas, dándome permiso para descansar un rato incluíso irme. También le da permiso a mis amigas, las cuales dejan las cosas sobre las mesas. Dolly entonces le pide encarecidamente a Montana que la ayude, aquella accede también sin oponerse. Tramando algo desconocido todos aceptamos sus términos y condiciones.
—¿Vamos a fumar un porro por ahi?—Sugiere París, aceptando es lo que hace que nos perdamos entre la fiesta y comienze verdaderamente la noche.
***
Esa noche del carnaval era especial para algunos como William. Este se había alistado desde temprano, había escogido la ropa para la ocasión con mucha anticipación. Aveces su ansiedad le jugaba bastante en contra. Últimamente era una maraña de eso. Pero igualmente se lavo los dientes y perfumo al compaz de la música con una gran sonrisa.
Su estado de ánimo últimamente dependía de la estabilidad de la relación con Alyssa y ella era su punto bajo en estos momentos que cómo arma de doble filo otras aveces podía ser puntos de mucha felicidad. Cuando estaban bien entre ellos, aquel estaba en la cima sin una pizca de drogas.
Así que esa noche entre fuegos artificiales y mucho alcohol, se presentaron de la mano frente a todos pero principalmente el puesto que tenía en el lugar su familia.Cómo el pueblo entero, los padres de William no eran la excepción. Ellos tambien estaban al tanto de todo, como el tema de la novia de su hijo: aquella por la cual William había faltado al colegio o no veía lo suficiente a su equipo de Basquet quedandose tirado en su habitación por varios días.
La mamá del chico era más compasiva, cómo también bastante pasiva. Hablaba suavemente y trataba de apoyarlo aunque sus desiciones no fueran las correctas y ella no estuviera de acuerdo más que con su marido al cual nunca le refutaba nada "Ella es una distracción. Le perturba la vida. ¿Cómo va a entrar al equipo de básquet en la universidad?"Su padre hacia correr una exigencia que a William por lo menos en este último tiempo se lo estaba comiendo vivo. Las notas en el colegio que lo llevarían a una facultad, el básquet de manera profesional, la vida sana y el rendimiento. No podía fallar, no podía permitirselo y sentía que era todo lo que hacía.
En el último tiempo su desempeño en el deporte paso de ser el más alto a tomarse descansos en el banco. Los dolores corporales cómo el estómago aumentaban y el único diagnóstico era psicólogico. Su padre lo llenaba de discursos emocionales que solo lo hacían divagar cómo divagaba en las practicas. No podia concentrarse ni en eso, ni en nada.
Ya no le interesaba las conversaciones, el colegio o las fiestas como antes. Su desplazamiento en la vida era prácticamente con inercia. Ahora todo era más duro, oscuro y odiaba sentir que maduraba a la vida adulta. Hasta que en un punto llegó a la conclusión de que tal vez no le interesaba nada. No quería hacer nada. No encontraba que podía hacer.
ESTÁS LEYENDO
TOXICOMANÍA
Teen FictionEntre la violencia, las drogas, el ego y el amor: un grupo de tres amigas problemáticas experimentan los altibajos de ser un narcotraficante de cocaína en las calles del pueblo y de lo que ser un adolescente cotidiano en la vida de la secundaria.