el guerrero reencarnado

Las confusiones desatan el caos

Naruto corría a gran velocidad por el bosque siguiendo a su fiel zorra rastreadora, su corrediza llevaba ya un buen rato ya decir verdad no se esperaba que el Uchiha en el estado en el que se hallaba pudiese llegar tan lejos pero una vez mas la motivación del odio era mas que suficiente para hacerlo sacar fuerzas de quien sabe donde, a la distancia el sol ya comenzaba a amenazar con caer aun estaban dentro de los limites de la hoja pero aun asi muy lejos de la misma aldea, bajaron de los arboles y la zorra se quedo inmovil olfateando al aire

-pasa algo Shira_chan- cuestiono el rubio a la kitsune de dos colas que ahora parecía algo confundida

- hay un segundo aroma Naruto_sama, es muy extraño su rastro y el del Uchiha se mezclan y desaparecen aquí casi como si se hundieron en la tierra - dijo la zorra confundida a mas no poder

-eso quiere decir que les perdimos la pista verdad- el rubio lucia algo triste al no poder cumplirle la promesa a Mikoto

- lo lamente mi señor le falle - dijo la pequeña zorra bajando su cabeza al suelo avergonzada de su fracaso

-no digas eso, no fallaste no contábamos con que alguien lo ayudaría no te pongas triste – el rubio se arrodillo y acaricio suavemente la cabeza de la pequeña youko que sonrío ante el tacto del rubio.

El viento soplo suavemente y el aroma de la sangre llego a la nariz de Shira, de inmediato giro su cabeza en la dirección correcta y olfateo, de inmediato le informo al rubio – Naruto_sama por allá huele a sangre ya restos de chakra creo que hubo una pelea - dijo la zorrita de ojos verdes haciendo un alarde de su habilidad para oler el chakra de inmediato atrajo la atención del rubio invocador que volteo en aquella dirección –vamos para allá quizás alguien necesite ayuda- de inmediato iniciaron la marcha hacia el sitio indicado.

De regreso a la aldea en la residencia Ishura Kin estaba cohibida y asustada, estaba sentada en un taburete de madera ya su alrededor un grupo bastante generoso de mujeres de todas las edades y colores de cabello la miraban fijamente como si la estuviesen evaluando, sudaba nerviosa ya que cuando llego a esa casa ella esperaba tener tiempo a solas con el rubio no estar rodeado por este pequeño "ejercito" en especial no podía soportar la asesina mirada de cierta ojivioleta que aun tenia en su mente la pequeña confusión de aquel día en el hospital

-...hola- saludo la chica tratando de romper el hielo

-¿Qué buscas de Naruto_kun?- pregunto secamente y con cierta molestia la mujer de cabello morado

-bueno el me ofreció quedarme aquí como no tenia a donde ir- respondió la asustada Kin que esa mujer estaba jugando con un kunai de sospechosas manchas rojas no le ayudaba a sentirse seguro

-segura no estarás buscando que Naruto_kun te haga su compañera- dijo Tsume entrecerrando los ojos, Kin de inmediato se puso roja ella comprendía muy bien el sentido de esa palabra tras platicar un rato con el rubio.

-que cosas dicen...yo no busco eso...pero si el quisiera- tan pronto hablo se tapo la boca todas entrecerraron los ojos y ella se sintio en muchos problemas

-pequeña pervertida solo busca violarlo como el día que los atrape en el hospital y tu te movías muy a gusto sobre el- dijo acusadoramente la pelirroja mayor, los deseos de asesinar a la chica aumentaron mas

-chicas por favor no seamos unas bárbaras dejémosla explicarse- dijo la siempre conciliadora Mikoto tratando de salvar la integridad de la asustada chica

-explicarse un cuerno vamos a hacerla pedacitos- dijo la furiosa ojiperla que estaba de visita, todo el mundo se le quedo viendo –perdón- dijo Hinata roja como manzana viendo al suelo