Without Me | Minsung

❝Capítulo 5: Malas Ideas❞

Cuando todo lo que veo son solo recuerdos
No quiero perder nada más

Let Me Be Sad - I Prevail

❝❞

Minho

Hace dos años

Papá se ha ido de casa, nos ha dejado porque de nuevo ha engañado a mamá. Las discusiones constantes habían terminado, y con ello el matrimonio que juraron nunca terminar.

No he llorado, pero tampoco he sonreído desde que Chan vino esta tarde a darme la noticia. Porque si, él estaba haciendo lo que a mi madre le correspondía.

-Todo estará bien -habla Chan.

-Se fue sin despedirse -digo mientras él se encuentra sentado a mi lado.

-Mamá no le dejó ni siquiera llevarse su ropa -hace saber. -Lo echó de casa sin nada.

Me giro a verlo.

En su cara hay un poco de tristeza, y cuando me mira me da una sonrisa que no llega a sus ojos.

¿Quién le da apoyo cuando tiene momentos difíciles? ¿Tiene alguien igual de importante como yo a Jisung? ¿Tiene a quien correr para obtener consuelo?

-¿Quieres que llame a Jisung? -pregunta.

Solo soy capaz de asentir.

Lo necesitaba a mi lado, necesitaba escuchar su voz para terminar de saber que todo estaría bien, y también porque necesitaba un abrazo de mi persona favorita.

❝❞

Es más de media noche y me encuentro comiendo helado en la cocina.

No podía dormir, había regresado temprano de casa de Hyunjin, ya que no soportaba la idea de estar tan cerca y tan lejos de Jisung.

Ver su casa me hizo recordar todas esas tardes donde pasábamos el tiempo juntos, viendo películas o jugando videojuegos entre miles de cosas más. Los recuerdos estaban tan vivos en mi memoria, que antes de siquiera estar en casa de Hyunjin dos horas yo ya estaba cruzando la puerta de salida.

Apenas llegué a casa corrí a la ducha tratando de encontrar calma y dejar de recordar esos momentos donde era feliz.

Estoy por llevar una cucharada de helado a mi boca cuando escucho la puerta de la sala abrirse, esa que da hacia el pasillo de la cocina y el patio trasero, seguido de un par de pasos que vienen hacia la habitación en dónde me encuentro.

Una vez veo a mi hermano cruzar el umbral de la puerta dejo la cuchara enterrada en el bote de helado, mientras él finalmente se percata de que me encuentro aquí y salta de la sorpresa.

-Mierda. -exclama.

Él se acerca a la barra y mira mi bote de helado con una intención clara en su rostro.

-Ni se te ocurra. -le advierto alejándolo de él. -Tus botes siguen en el refrigerador.

Rueda los ojos, pero no se dirige a el, en cambio va hacia el dispensador de agua y se sirve un vaso para después tomar asiento en un taburete frente a mi.