Solo he estado enamorado una vez en mi vida, y estarlo era un infierno, porque lo estaba de la persona incorrecta.
De mi mejor amigo. Minho.
Cuando se lo confesé sabía que muchas cosas estaban en juego, pero jamás imaginé que aquello simplemente ter...
Bueno, tal vez estaba destinado a desaparecer Solo somos una habitación llena de extraños Buscando algo que nos salve
Strangers - Bring Me The Horizon
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Hace dos años
Minho se quedó dormido a mitad de la película, y aunque en cualquier otro momento me hubiera enojado, justo ahora me hacía feliz.
Llegó con unas horribles ojeras bajo sus ojos hace dos horas, dijo que no había podido dormir y que no se sentía bien estando en casa. Ni siquiera dudé en dejarlo dormir conmigo, propuse ver una película para pasar un buen rato y que se divirtiera un poco.
Y ahora, aquí estamos.
Él acurrucado en mis brazos durmiendo serenamente, mientras yo solo era capaz de verlo descansar. Ver la tranquilidad que obtenía en éste momento me hizo odiar a todo idiota que se la arrebataba al estar despierto.
Se merecía estar tranquilo, en paz y sin molestias siempre.
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Él no está haciendo nada, solo se dedica a tamborilear los dedos sobre el banco mientras mira a través de la ventana la lluvia caer.
Lleva inmerso en ello desde hace unos minutos, los cuales gran parte pasé admirando su increíble perfil. No creo haber visto uno igual de perfecto en toda mi vida, es tan delicado que no para de atraer mi atención.
Debo parecer un acosador observándolo distraído, y también demasiado contradictorio teniendo en cuenta que fui yo quién le ordenó que se alejara de mi. Así que decido apartar la mirada y fijarla en mi cuaderno sobre la mesa.
No hay nada en las hojas, solo borrones de escritos que he hecho en el transcurso de la clase.
Ha pasado un mes desde la noche en la que le ordené que saliera de mi casa. No hemos intercambiado palabras desde entonces, y a partir de esa noche siempre evita encontrarse con mi mirada cuando ambos cruzamos el mismo pasillo, o mientras estamos en clase.
El hecho de que hayamos pasado a ser unos completos extraños después de haber compartido años de amistad, duele como jamás lo imaginé, pero así debía ser, Minho y yo habíamos terminado con lo que solíamos tener.
Era mejor terminar de aceptarlo pronto, porque ya no había arreglo.
El timbre suena, dando por terminada la clase y anunciando la hora de almuerzo. Todos se levantan de sus asientos guardando sus cosas y saliendo del salón de clases.
