❝Capítulo 7: Culpa❞

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Muéstrame que estás mejor sin mí
Ahogándome con cada palabra que dijiste.

Never Know - Bad Omens


Minho

Hace dos años

Quiero salir de aquí.

Quiero dejar de escuchar toda la basura que mis padres dicen.

Quiero dejar de sentirme un problema.

-¿Qué carajos tiene de malo que haya pegado un poster de su banda favorita en la pared de su habitación? -exclama mi padre a un lado de mi.

-¿Has visto lo horrible que ahora se ve?

Mi corazón se estruja.

-¡Es su maldito espacio en la casa! ¡El puede decorarla como se le de la gana!

-No con esas mierdas. -responde mamá.

El timbre de casa suena, pero ellos ni siquiera se dan cuenta con la cantidad de ruido que ambos hacen.

Decido salir de la sala y dirigirme a la entrada, al abrir la puerta y ver a mi mejor amigo toda la tristeza parece desaparecer.

-Hola, Min. -exclama con una sonrisa que deja a ver su linda dentadura.

Inevitablemente me lanzo a sus brazos y lo envuelvo a mis brazos, sintiéndome en mi lugar seguro.


❝❞


Cuando entro en mi habitación Chan está sentado sobre mi cama, pareciendo molesto y preocupado. Su mirada parece querer enterrarme tres metros bajo tierra, y siendo honesto desearía que lo hiciera.

-¿Estás bien? -pregunta.

No, no lo estaba. Había arruinado mi única oportunidad de poder disculparme con Jisung. Ahora debía guardar distancia y actuar como si nunca lo hubiera conocido.

Algo que sencillamente no podía hacer.

-Si -miento.

Él no parece creerme.

-Puedes hablar conmigo si...

-Lo sé, Chan. -respondo quitándome la chaqueta.

-¿Hay algún dolor de tu pelea?

-Si, pero no es nada grave. -me niego a mirarlo a la cara.

-Te traeré algo para el dolor, duerme un poco más si lo necesitas. -dice. -Mamá salió apurada, así que no te preocupes.

Ruedo los ojos.

-Tu eras el preocupado.

-Eres mi hermano menor, claro que me voy a preocupar por ti.

Rio y asiento con la cabeza.

-Gracias.

Una vez me he desecho de la mayoría de mi ropa voy hacia el armario por unos pantalones de dormir.

-¿Tienes hambre? -cuestiona. -Puedo pedirle a Rose que te prepare algo.

-Tranquilo, estoy bien. Bajaré cuando despierte.

Asiente pareciendo poco convencido.

-Entonces me iré.

Unos segundos después la puerta se cierra detrás de él, y yo solo me reprendo a mi mismo por la estupidez que cometí está mañana.

No debí decir nada.


❝❞


La culpa me carcomía.

Era como una constante punzada en mi corazón, uno que por más que deseara que desapareciera solo se agudizaba. Luego llegaban los recuerdos y con ello las lágrimas, que se deslizaban sin poder evitarlo, y entonces me encontraba retorciéndome en mi propio lugar, deseando que dejara de doler.

Y por más que lo quisiera, tampoco sucedía.

La música fue mi acompañante en mi miseria, digo, siempre lo ha sido, pero por alguna razón esta vez aún más.

Todas las canciones tocaban fibras que calaban en mi pecho, y entonces, me sentía un maldito masoquista escuchando todas esas canciones que ambos solíamos escuchar juntos.

Tan solo había pasado un mes después de esa noche en la habitación de Jisung, y por más que me costara, estaba cumpliendo con mi palabra. O al menos tratando.

Ver a Jisung a unas cuantas mesas riendo junto a Felix y ese otro chico de cabello negro me pone mal. Parece tan relajado y cómodo que no puedo evitar recordar como era estar a su lado.

Hace dos años no escuchaba su risa, esa que era tan escandalosa y difícil de pasar por desapercibido. Esa que era mi sonido favorito de toda la vida.

Desde la noche que estuve en su habitación los recuerdos han invadido mi cabeza sin parar, ha sido abrumador y cada vez se volvía más difícil tener un poco de paz. Las noches han sido pesadas y me vi obligado a tomar esas pastillas que tanto me negaba a tomar.

-Sirvieron uno de los platos más asquerosos que pudieran dar. -exclama Hyunjin llegando a mi lado.

Miro su platillo y giro los ojos.

-Cállate y solo trágatelo.

-Uhh, ¿ya te volteaste?

-Jodete, Hyunjin. -me levanto de la mesa y salgo de la cafetería, en dirección a cualquier otra parte.

Minutos después me encuentro sentado sobre el césped bajo un árbol en alguna parte del patio trasero, los audífonos cuelgan de mi cuello sonando tan fuerte que cualquiera cerca de mí escucharía.

En algún momento quedo tan inmerso en un punto lejano que no me doy cuenta de la persona que se encuentra frente a mi.

Él me sonríe y aquello me hace arquear una ceja.

-Hola, soy...

-Se quien eres. -respondo hosco.

Él asiente con la cabeza tímido.

-Bueno, ¿puedo...? -apunta mi lado izquierdo.

Solo me encojo de hombros, lo cual toma como vía libre para tomar asiento junto a mi.

-Escuché de tu pelea.

-¿Qué es lo que quieres, Seungmin? -pregunto sin rodeos.

Lo veo tragar.

-Chan me ha estado evitando desde hace unas semanas.

Frunzo el ceño.

-¿Y?

-¿Y quiero saber si sabes algo sobre ello?

-¿Debería?

-Dios, eres su hermano. Claro que deberías.

-Pues no lo sé, he estado ocupado.

-Yo... -me mira. -¿Si sabes algo de porque me ha estado evitando podrías decírmelo?

-¿Por qué debería? -cuestiono.

Seungmin solo parece triste ante mi respuesta, él se levanta y antes de que pueda alejarse digo:

-¿Cómo pretendes que te avise si no tengo ningún contacto contigo?

Sus ojos se iluminan de alegría antes de pasarme su número y agendarlo.

-Te diré que ocurre luego.

-Esta bien, enserio gracias.

Se da media vuelta y comienza su camino hacia el edificio dos. Entonces comienzo a preguntarme que podría ocurrir con mi hermano mayor.

Soy una horrible persona, él siempre está para mí y yo ni siquiera soy capaz de notar cuando algo va mal con él.


❝❞


Toco a la puerta de su habitación un par de veces antes de que Verónica abra con una sonrisa en sus labios, los lleva de un tono rosa que sin duda le queda bien. Cuando ve lo que llevo en mis manos sus ojos brillan y aquello me provoca una pequeña sonrisa.

-¿Te gusta?

-¡Son hermosas! -grita de emoción mientras le tiendo el ramo de rosas.

-Feliz cumpleaños, Verónica.

Ella hace a un lado el ramo para poder envolverme en un abrazo que casi nos manda al suelo. Irradia felicidad por donde sea.

-Muchas gracias, Minho. -agradece contra mi cuello mientras está de puntitas. -De verdad me hace muy feliz este detalle.

-Me alegra saberlo.

Antes de poder verlo venir me toma de las mejillas y besa mis labios, comenzando un beso delicado que me pone de nervios. No me gusta su labial, puedo sentir como comienza a mancharme y aquello no me agrada. Es lindo, pero solo cuando únicamente pinta sus labios.

Nos adentra en su habitación y cierra la puerta detrás de nosotros.

Poco a poco puedo sentir como sus manos se deslizan por el borde de mi playera negra, y aquello me hace saber que debo alejarme, pero ella no me lo permite.

-Quiero hacerlo. -dice.

Saber a lo que se refiere me hace separarme un poco más.

-No creo que sea buen momento.

-¿Y por qué no? -exclama indignada. -Somos novios desde hace tiempo y no hemos cruzado ni siquiera la tercera base.

-¿Qué hay de malo con eso?

-Que necesito más.

-Verónica.

-Estoy harta de que siempre frenes esto. -su voz se vuelve baja. -¿Acaso no lo quieres?

Ver como la tristeza reemplazan el brillo de felicidad en sus ojos me hace sentir culpable.

-No, Roni. -me acerco a ella. -Es solo que...

Tres golpes a la puerta me interrumpen, cuando Verónica abre su padre se encuentra en el marco de la puerta mirándome con desaprobación.

-No voy a repetirlo, así que ambos escuchen bien. -muerdo el interior de mi mejilla. -Están bajo mi casa y mientras lo estén van a respetarla, no quiero esta puerta cerrada mientras esté yo.

-¡Papá!

-Es una regla a partir de hoy. -hace saber. -No quiero sorpresas. Ahora, límpiense la boca, salimos al restaurante dentro de tres minutos.

Segundos después sale de la habitación.

-Lo siento por eso. -dice Verónica avergonzada.

Me giro a verla con una sonrisa comprensiva.

-No pasa nada, tranquila.

Ella asiente.

-Sera mejor que te de una toallita para desmaquillarte.

Se da la vuelta hasta su gran buro de maquillaje, luego de unos minutos comienza a limpiar las manchas de labial.

-Listo.

-Gracias. -sonrío.

Cuando Verónica también se ha borrado las manchas y a vuelto a pintarse los labios ambos salimos de su habitación.

La noche es tensa y cuando llega el final de la cena huyo con rapidez para así encerrarme en mi habitación. Esperando tener un poco de paz.

❝❞

Nota de autora: Hoy no es un capítulo largo como habitualmente lo es, pero siendo honesta no tengo la suficiente fuerza para escribir más. Estoy pasando por un momento duro y no estoy de muy buen humor para darles más en éste capítulo.

Espero que para la próxima actualización me encuentre mejor y pueda darle más.

Espero que les haya gustado, gracias por seguir aquí.<3

Without Me | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora