❛ 𝖳𝗋𝗎𝗌𝗍. ❜ ❪ 5 ❫

131 10 1
                                    

Esa misma madrugada, Dave despertó con un tremendo dolor de cabeza y con el estómago revolviéndole, iba a levantarse rápidamente para poder ir hasta el baño hasta que, sintió como su torso estaba envuelto por unos cálidos brazos. Intentó ver de quién mierda se trataba ya que ahora la luna no alumbraba aquella habitación, impidiéndole ver. No recordaba mucho, pensó que sería alguna puta que invitó a su casa y liberó esos brazos rápidamente de su cuerpo, y cuando estaba a punto de levantarse, escuchó una voz.

– No...Dave...Cinco minutos más...Aún no quiero ir a la escuela, quiero quedarme contigo..." –

Se quedó helado con ese comentario, ahora sabía que no se trataba de ningún idiota cualquiera, si no que de David, reconocía perfectamente su voz. Solo que lo raro de aquí era...Que él estaba en la misma cama, y que hace algunos minutos estaban muy cómodos abrazados.

Dave iba a hacer algo, pero sintió como le empezaban a dar arcadas, así que fue rápidamente al baño y depositó todo allí. Luego, volvió a la habitación y se recostó delicadamente en la cama, solo que esta vez más a la orilla y de espaldas, mirando a un lugar cualquiera mientras pensaba en lo que había dicho el contrario, claramente dormido.

Ese sentir llegó nuevamente a su cuerpo y pensamientos, sentía como si ya hubiera escuchado esa frase alguna vez, no recuerda cuando, pero está seguro que lo vivió alguna vez, tal y como un deja vu. Odiaba tener eso ya que lo dejaba sin respuestas, intentaba recordar, pero nada. Se tapó con las sábanas y gruñó rendido, cerrando sus ojos para poder olvidarse de todo y dormirse de una vez, aún se sentía cansado, física y mentalmente.

( . . . )

Dave despertó nuevamente y ya era de mañana suponía él, ya que el sol ya había salido. Se dió la vuelta y se dió cuenta que ya se encontraba solo en la cama, estaba hecha más encima, quedó medio confundido. Tal vez todo eso que escuchó y vió fue algún sueño suyo. Se sentó en la cama y se tomó la cabeza, desordenando un poco su cabello para poder despertarse mejor. Se levantó y se dió cuenta que estaba desnudo, vió su ropa que estaba tirada en el piso y se cambió lo más rápido que pudo, y al intentar ponerse los pantalones, se tropezó y cayó de osico al suelo, quejándose a los segundos ya caído.

David escuchó el fuerte sonido provenir de la habitación del mayor y fue rápidamente a ver qué sucedía, encontrándose a un Dave adolorido en el piso. Al castaño se le salió una risita y se acercó hacia el colorado, posicionándose de cuclillas para así ayudarlo a levantarse.

– Buenos días Dave, el desayuno está listo. –

Dave, al escuchar esa suave y cálida voz, dirigió su mirada hacia su compañero que le estaba tendiendo una mano con una sonrisa, rápidamente hizo una mueca al no saber como reaccionar ante esos tratos. Se levantó por sí mismo y fue hacia la cocina, sin decir nada. De todos modos, Junior entendía por qué Dave se comportaba así y no lo juzgaba, de hecho le daba risa las reacciones que tenía el de ojos avellana cuando le decían cumplidos o simplemente ayuda, parecía un niño pequeño.

En fin, fueron a desayunar y no pasaron muchas cosas interesantes en el día, se lo habían tomado como libre. No hubo conversaciones entre ambos, cada uno estuvo en su habitación, al parecer ninguno recordaba lo que había ocurrido la noche anterior, como si nada hubiese ocurrido. Junior estaba encerrado en su habitación practicando con su bajo y en cambio Dave, estaba hundido en sus pensamientos. No dejaba de pensar en esa frase de la madrugada, venía e iba por su cabeza, lo tenía enfermo, quería saber de dónde provenía pero era imposible. Decidió darse una ducha para intentar despejarse, además, estaba mal oliente desde hace ya algunos días.

Ni siquiera se dió cuenta cuanto tiempo estuvo en la ducha, se había quedado tanto rato bajo esta que estuvo más o menos una hora. Sus pensamientos no fueron zafados de su mente, seguía pensativo, lo bueno de esto fue que se le había quitado el mal olor del cuerpo. Salió de la ducha con una toalla al rededor de su entrepierna y salió del baño, dándose cuenta que Chris y Gar estaban tranquilamente sentados en el sillón del comedor con unas cervezas en manos, estos se vieron y saludaron a Dave, quién los miró con algo de desprecio y les levantó el dedo, encerrándose en su habitación. Ni se tomó la molestia de acordarse de la existencia de esos dos, después de todo, siempre se escapaban y no volvían en días, incluso semanas y luego, aparecían en su casa como si nada, estaba algo harto de ellos, pero no podía hacer mucho. En fin, buscó cualquier cosa para ponerse y observó un papel en su velador, lo tomó con curiosidad y empezó a leerlo.

Heeeyy Dave, cualquier cosa, fui a comprar algunas cosas que faltaban en la casa, volveré en algunas horas, ahí nos vemos. ”

De inmediato supo que era Junior de quién se trataba, reconocía su letra desde siempre, tanto como si...La recordara de algún lado. Todo esto era completamente raro para Dave, intentó olvidarse de eso y se guardó la notita en el pantalón que se había puesto hace poco, luego terminó por ponerse alguna camiseta pero aún no dejaba de pensar en todo lo que ha pasado desde que conoció a David. Raros sentimientos de nostalgia llegan a su mente, deja vu sin solución, estrés y desesperación por querer resolverlo y no poderlo hacer de alguna manera lo encabronaba de una manera horrible. Empezó a crear algunas teorías del por qué tenía esos pensamientos, recostado en su cama mirando hacia el techo en silencio.

Los minutos pasaron y nada, no habían respuestas, explicaciones y afirmaciones de absolutamente nada. Soltó un suspiro pesado, se sentía cansado y rendido, quería dormir de nuevo, a pesar de que era muy temprano todavía. Al parecer los otros dos habían vuelto a salir de la casa sin avisar, así que ahora estaba solo en casa.

Estuvo prácticamente toda la tarde recostado en su cama pensando, tanto que se quedó dormido allí mismo, y horas después, se despertó. Era de noche, se sentó en la cama y vió su reloj, eran las 11 de la noche, todo estaba apagado, se levantó con cuidado y fue a la cocina, no había nada más que silencio y oscuridad. Encendió la luz y buscó algo para comer, siempre le daba hambre a la noche y odiaba eso. Buscó alguna mierda en el refrigerador, y cuando lo abrió, se dió cuenta de que estaba lleno, no como en ocasiones anteriores. Se quedó confundido y buscó en los demás cajones dónde se guardaba la comida, y también estaba lleno. Ahora recordó la nota que le había dejado David en la tarde y se le formó una sonrisa involuntaria en su rostro que no se dió cuenta.

Agarró una cerveza con un paquete de galletas y se fue a su habitación, no sin antes pasar por la de Junior, pensando que aún se encontraba despierto y así poder agradecerle por comprar las cosas. Se acercó a su puerta, abrió sin siquiera preguntar si podía pasar y se dió cuenta que el contrario ya se encontraba plácidamente dormido, bien tapadito y la baba corriendo por su boca. Volvió a sonreír como imbécil involuntariamente con tal escena y se le quedó viendo por algunos segundos, lo cuál se daría cuenta de lo que estaba haciendo y se pasaría la mano por la cara, sintiendo como ardía y con mucha  vergüenza en sí mismo, acompañado por un “ – Agh, qué mierda me pasa... – ”. Cerró la puerta sin más de la habitación de Junior con delicadeza y fue a acostarse, quedándole como último recuerdo del día esa foto mental que había sacado del menor dormido, al parecer fue imposible sacarlo de su cabeza.

( . . . )

- ̗̀𝖨'𝗅𝗅 𝖻𝖾 𝗍𝗁𝖾𝗋𝖾  - 𝖣𝗎𝗇𝗂𝗈𝗋  ⴰ༢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora