3.- Añorar

44 13 0
                                    

Al día siguiente, no sucedió nada. Tampoco el siguiente, ni el siguiente del siguiente.

Varios días han pasado desde que se encontró con los sextillizos.

«Es razonable… no puedo estar todos los días con mis vecinos...» pensó ella con desánimo.

Es lo normal, pero lo normal se siente… deprimente. La sensación de soledad la abrumaba, un poco más de lo usual.

Estuvo en su casa, haciendo uno que otro trabajo en línea. Le habían pedido la traducción de una novela ligera, saber el idioma y poder lucrar con ello estaba bien. Salió a pasear a Hachi o a comprar sustento. Pero, no tuvo la suerte de encontrarse con ellos.

Pensó en mandarle un mensaje a Todomatsu, pero cuando estaba a punto de enviar el texto se acobardaba en el último segundo.

Se recostó en su futón con la vista al techo, ya era la noche del cuarto día, sin novedades.

Hachi se acercó a su lado y la miró fijamente.

“¿Qué pasa?” le preguntó al canino, aún sabiendo que éste no respondería.

Se sentó y siguió observándola, parecía inquieto.

“¿Estás preocupado por mí? Que amable” acarició suavemente su cabeza “Estoy bien Hachi, solo es… nada.”

«¿Por qué me siento así? ¡Si acabo de conocerlos! ¿Por qué está necesidad de querer pasar tiempo con ellos?» Esa emoción que pensó estar enterrada en el fondo de sí misma burbujeaba.

Suspirando, tomó su celular y entró en el contacto de Todomatsu; quería intentar enviarle un mensaje por milésima vez, pero no tenía el valor.

“¿Debería enviarle un mensaje? ¿Realmente está bien?” se preguntó en voz baja.

«Todomatsu dijo que podía contar con ellos… ¿Supongo que escribirle para verlos no está mal? Tampoco es como si tuvieran una agenda muy ocupada…» Abrió el chat y comenzó a escribir.

«Pero…» se detuvo en la mitad del texto.

«¿Y si es una molestia? Que sean mis vecinos no significa que deban pasar el tiempo conmigo…» La indecisión la agobiaba.

De repente, su celular tintineó. Era un mensaje, entrecerró los ojos para leer de quién era y...

“Es de… ¡¿T-T-TODOMATSU?!” Su corazón dio un brinco, haciendo que se sentara en el futón de golpe, haciendo sobresaltar al can.

“¡¡¡P-perdón Hachi!!!” se disculpó con su mascota volviendo su mirada al celular, ver la notificación del mensaje hizo que le diera un escalofrío. ¡Todomatsu le escribió! Entonces lo que dijo antes no fue solo por educación… agregará a su lista otra posible amistad.

Entró a la conversación y leyó con detenimiento.

“¡Buenas noches Rei-chan! Es Totty~ ¿Cómo estás? ¡Hace días que no te veo! Me preguntaba si te gustaría salir mañana~ (◠‿◕)”

¡La forma de escribir de Todomatsu es muy tierna! Saber que no era la única que quería verlos la alivió enormemente.

Le respondió, preguntó cómo se encontraba él y sus hermanos ¡Y acepto la invitación encantada!. Hablaron un poco más y acordaron encontrarse el día siguiente a las 12:00 pm.

La mañana siguiente se levantó temprano para prepararse, hizo un desayuno rápido y fue a vestirse.

“Hmm… ¿Qué debería usar?” se preguntó a sí misma.

Normalmente no salía, así que no tiene una tan extensa selección de ropa… hizo una nota mental para después.

Se colocó sus shorts habituales, una camisa corta hasta el ombligo de mangas largas y sus zapatos, finalizando con un retoque de maquillaje y perfume.

🍒༺Cerezas en Almíbar༻🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora