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Advertencias: Fluff y poco drama.
AU de híbridos y omegaverase.

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Jungkook suspiró, dirigiéndole una mirada de enojo a Yuna, que se encogió de hombros, antes de inclinarse al lado de la cama, mirando debajo de ella. A través de la oscuridad, pudo ver un bulto peludito medio metido en una bota suya.

―Jinnie ―habló con suavidad―, vamos, sal, cariño. No vamos a comerte ―añadió a último momento, exasperado.

La ardilla le chilló desde allí, y Jungkook tuvo que hacerse a un lado para esquivar una canica vieja y perdida que el animalito encontró.

El alfa no hablaba idioma ardilla, pero eso sonó parecido a "¡no, vas a comerme!".

Jungkook miró otra vez con enfado a su hermana mayor.

―¡Mira lo que provocaste! ―se lamentó.

―No sabía qué estabas saliendo con una ardilla ―se defendió Yuna―. ¡Ya no me cuentan nada! Todavía soy de la familia.

―¡Es que eres una metiche! ―acusó Jungkook―. ¡Y ahora, espantaste a Jinnie! ―volvió a inclinarse―. Jinnie, si sales, te haré una fiesta de aguacates.

Palabras efectivas. La ardilla comenzó a luchar por salir de la bota, pero al parecer, se había quedado atorada porque empezó a chillar con desesperación. Pobrecita.

A Jungkook no le quedó más remedio que meterse bajo la cama, estirándose para agarrar la bota. Seokjin se dio cuenta de que Jungkook pudo haberlo alcanzado en cualquier momento, haciéndolo sentir ridículo por ocultarse en ese lugar. Tuvo que haber huido por la ventana cuando tuvo la oportunidad.

―¡Ay no, pero que rechonchita y bonita! ―exclamó Yuna al verlo, y Jungkook la fulminó con la mirada.

―¡No la llames así! ―defendió Jungkook, quitando los cordones de la bota para aflojar el amarre―. Eres una tonta...

―¡Soy la mayor, respétame!

Seokjin emitió un gemido débil y la atención de Jungkook volvió a su novio, que por fin pudo salir de la bota. Respiraba aceleradamente, como si le hubiera costado todo su esfuerzo escapar de esa trampa de animales pequeños.

―¿Necesitas que te dé respiración boca a boca? ―bromeó Jungkook, pero a Seokjin pareció no hacerle gracia, pues le miró con una expresión de enojo, si es que una ardilla podía tener esa cara.

Finalmente, se escuchó un pof y ya no había un animalito, sino un chico con los labios arrugados y un gesto de enfado. Aunque para Jungkook se veía bastante adorable.

―¡E-eres un tonto! ―dijo Seokjin, poniéndose de pie―. ¡Me... me voy de aquí!

―Pero, ¿por qué? ―Jungkook le agarró la mano, poniendo cara de pena―. ¡No te preocupes, echaré a mi hermana!

―¿Disculpa? ―farfulló Yuna.

―¡Comes ardillas! ―chilló Seokjin―. ¡Me... me mentiste!

―No, omití la verdad ―corrigió Jungkook―. Además, ¡eso fue cuando era pequeño!

―Era chiquito, tenía sólo cinco años ―apoyó Yuna―, y mamá lo hizo escupirla. Pobrecita, tuvo que quedar traumada con eso.

Las palabras de la chica no tranquilizaron a Seokjin, que palideció. Jungkook quería golpearse la cabeza con la pared.

―Eso querías, ¿cierto? ―lloriqueó Seokjin―. Tenerme con la guardia baja para comerme.

―Claro que te quiero comer, pero no de esa forma, Jinnie ―insistió Jungkook.

Wild Chipmunk | KookJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora