Capitulo 3

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Mientras tanto, lejos de ahí, Tiago aún buscaba a sus hermanas, no estaban en casa, así que pensó que probablemente estarían con amigos, y en su búsqueda, solo logro encontrar a Carla junto con su amiga Casandra, o Cassi para los amigos, y una Guacamaya más grande, conocida como Jaqueline, o Jaqui.

—¡Carla!— Tiago llegó y aterrizó ahí al lado. —Oye, tengo que decirte algo—

—Claro, ¿que sería?— pregunto ella volteando a verlo, desatendiendo un poco a sus amigas.

—Pues, fui con el Abu Eduardo, y dijo que le alegra verme, pero se puso triste de que tú y Bia no estuvieran, así que vine para avisarles... hola Cassi, Jaqui— saludo mirando a las otras dos.

—Hola Bro— saludo Cassi, una Guacamaya azul de ojos verdes, cabello parecido al de Roberto pero peinado solo de un lado, y con un pequeño pañuelo negro en su cuello.

—¿Que tal?— pregunto Jaqui, ella se veía algo más mayor, parecía ser más joven que Perla, con plumaje celeste y ojos moraditos.

—Ay Tiago, si estás tratando de quedar bien con el abuelo para tener la herencia, te voy a matar— dijo Carla de Mala gana, poniendo sus alas en la cintura.

—¿Herencia? ¿de que hablas? si fuera así no hubiera venido por ustedes— dijo Tiago algo molesto por esa afirmación. —¿y no has visto a Bia de casualidad?—

—Salió con sus amigos los Nerds, quien sabe dónde estén— respondió Carla, pero entonces Cassi le indico que viera a un lado, cuando Carla volteo, pudo ver a su hermana Bia acercarse junto con Gerardo y Paula. —hablando de—

—Ayayayayay, hola, tengo algo importante que preguntar— decía Bia algo exaltada, Mostrando uno de sus tubos de ensayó vacíos. —¿De casualidad no vieron uno de estos pero con un líquido morado adentro?—

—Oh...— Tiago abrió bien los ojos al ver eso. —N-no, esas cosas las tenías guardadas, ¿no?—

—Estaban, pero fui con ellos a mi zona de trabajo y vi que faltaba uno, y es súper importante saber que le pasó— decía ella con preocupación, notandose este sentimiento en su rostro.

—No, ni siquiera me acerque a la cascada hoy, estuve todo este rato con las chicas— respondió Carla mostrando a las Guacamayas, las cuales respaldaban esa respuesta.

—y yo con el Abu Eduardo...— dijo Tiago tratando de no mostrar su nerviosismo. —¿esa cosa que tenía algo malo o así?—

—pues, descubrí varias cosas, pero aún me faltaban muchas pruebas, todavía no se si es seguro usarlo en criaturas que no sean insectos— respondió Bia aún exaltada, pero Gerardo, quien estaba ahí presente se encargo de calmarla.

—...— Tiago no supo que más decir, estaba preocupado por esas palabras, mientras en su mente no dejaba de sonar un: —(CARAJO, CARAJO, CARAJO)—

—Oigan, Tiago está sospechosamente callado, y ya saben lo que eso significa— dijo Paula señalando al Spix, recordándole a Bia lo que su hermano hacía cuando se ponía nervioso, mayormente cuando lo descubrían en sus bromas.

—Eeehhh, no no, solo estoy pensando— respondió el macho todavía más exaltado, sintiendo las miradas de todas las aves encima.

Sin embargo, en ese momento apareció uno de los guardias de Eduardo, volando justo a su lado. —Carla, Bia, Tiago, su madre quiere verlos en el árbol central— aviso este.

—Arreglamos esto después, ¡tenemos que irnos!— Tiago se sintió salvado por la campana, volando rápidamente hacia allá, mientras Carla y Bia se miraron entre si y fueron con el.

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