~CAPÍTULO 6 (+18)~

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Mara

No tengo ni la menor idea de a donde nos dirigimos, pero me estoy agobiando poco a poco. Saber que mi novio está en mi habitación después de haberme ido con otro tío sin saber a dónde voy, y encima tener que lidiar con los celos y arrogancia de Jared, me supera.

—Llegamos.—Dice y nos bajamos del coche los dos por fin.
—Es muy bonito, Jared.—Estamos en la nada pero en un paisaje hermoso. Mi ira y mi alteración se desvanecen pero aún no entiendo el porqué de estar aquí.

—¿Por qué me has traído hasta aquí?—Añado y pongo los brazos en jarras mirándolo a la espera de una respuesta coherente.

—Porque quiero, y simplemente lo que quiero siempre lo consigo, así que acostúmbrate.—Se sienta en el suelo y abraza sus rodillas. Esa frase me a dado miedo, porque sé que es verdad.
Me siento a su lado y admiro el paisaje. Quedaba una hora para que amanezca pero igualmente el cielo era precioso y se veían las constelaciones.

—Gracias.—Le digo y este se queda mirándome por unos minutos.

—¿Qué hacías con Leo en tu cama?—No aparta los ojos de mi cara y noto el calor subir a mis mejillas poco a poco. Es obvio lo que estábamos haciendo y no me hacía gracia alguna admitirlo en voz alta.
—No hacen falta palabras para que te des cuenta de lo que hacíamos, has entrado sin ni siquiera pedir permiso.

—Quiero que lo digas.—Insiste.

—Estábamos haciendo el amor.—Bajo la voz y escondo la cabeza entre mis piernas sonrojándome.

—Con él haz el amor cuando tú quieras, pero follar no lo vas a hacer con nadie.—Me quedo perpleja con su respuesta y siento como la tensión entre nosotros puede cortarse con un cuchillo.

De repente lo noto muy cerca de mi hasta el punto de sentir su respiración sobre mi hombro.
Me empieza a mirar fijamente y con sus dedos roza mis muslos, siento como mi respiración se acelera. Se posa en frente de mi y me abre las piernas lentamente con sus gruesas manos.
Debería de estar parando esto pero no puedo, lo necesito tanto como la primera vez que me besó.

—Ah...—Jadeo en cuanto posa su mano entera sobre mi entrepierna y miro a los lados con miedo de que alguien que conozca nos vea.

—¿Te da vergüenza encontrarte entre mis piernas en vez de las de tu novio?—Espera una respuesta de mi parte pero no la recibe, y de repente se levanta dirigiéndose hacia el coche.

—¡En serio! ¿¡Me vas a dejar así?!—Me quejo y este sonríe pícaramente metiéndose en el asiento del conductor.

—¿Qué querias que te hiciese?—Pregunta con arrogancia una vez en el coche. Pero yo me doy cuenta de lo que iba a dejar que pasara si el hubiese continuado. Me doy una bofetada mental y no le respondo.

—Te hice una pregunta.—Insiste.

—Te puedo hacer lo que tú quieras aquí mismo, solo me lo tienes que decir.—Echo una mirada a su entrepierna y veo como su pantalón está a punto de reventar.

No puedo negar que quiero sentirlo dentro de mi, pero no puedo.

"Mara, hasta tu misma lo admites."

"¿Y Leo?"

No lo puedo volver a traicionar.
—¿Qué dices, Mara? ¿O me mentiras y me dirás que no me tienes ganas?—Aparca el coche en un callejón y se acomoda en el asiento mirándome de lado.

Sin mediar palabra, me desabrocho el cinturón y me acerco poco a poco hacia él, pero este me detiene.

—¿Qué haces?—Pregunto a medio camino.

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⏰ Última actualización: May 09, 2023 ⏰

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