~CAPÍTULO 1~

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Abro los ojos y me encuentro en una camilla de hospital.

"Oh no, otra vez no"

Me giro cuidadosamente y me encuentro a mi madre sosteniendo mi cabeza a punto de dormirse. No recuerdo lo que pasó a noche, pero tiene pinta de ser trágico, me da miedo preguntar así que me quedo en silencio hasta que esta habla.

—Oh Mara, dios mío, me alegro de que estés bien hija.—Dice en cuanto nota que me muevo. Se acerca a mí y me acaricia la cara como si fuera un bebé recién nacido.

—¿Qué ha pasado, mamá?—Me incorporo lentamente y me froto la cabeza mareada. Pero antes de que diga nada, entra la enfermera y esto causa que mi intriga aumente.

—Hola a las dos únicas familias que hay en este salón, les comunico que vuestros hijos se tendrán que quedar dos días para recuperarse al completo.—Me giro para comprobar al otro ingresado y me encuentro con una mirada fría y oscura, un chico que no pasará de los veinte años con melena oscura y alto. Demasiado, porque los pies de este quedan volando fuera de la camilla. Me doy cuenta que me he quedado mirándolo fijamente y aparto mi mirada bruscamente asustada de que se haya dado cuenta.

La enfermera se va y las madres también para recoger no se que de informes, y me quedo sola con el deprimido.

"Oh, genial"

Me sumergo en mis pensamientos y siento una mirada penetrante en mi perfil, me giro y me topo con la suya, haciendo que me hipnotice y no pueda separar mis ojos de los suyos, hasta que de repente vuelvo a la realidad con su comentario:

—Ya sé que soy guapo, ¿pero no sabes que tantas miraditas ya cansan?—Suelta en un hilo de voz.

—Te recuerdo que has sido tu quien ha empezado.

—Oh princesita, creo que se te ha olvidado el concepto. Yo hablo tu callas. ¿Entendido?—Dice sacándome de mis casillas, pero justo cuando intento hablar, nuestras madres incluida la enfermera entran en la sala causando un enorme silencio.

—Bueno me despido Mara.—Dice mi madre en cuanto me abraza y sale por la puerta agitando su mano en modo de despedida. Causando que nos quedemos solos. Otra vez. No soporto este maldito infierno de quedarme aquí con este tío sin conocerlo de nada y sumémosle que no sé porque carajos estoy en una camilla de hospital. Desde siempre me han ingresado mucho a lo largo de mi vida y nunca me han dicho la causa, no sé porque, además, siento como si mi madre me ocultara algo, no tengo ni idea de que pero lo averiguaré.

—¿No te puedes dormir un poco? Tu presencia me estorba.—Suelta sacándome de mis pensamientos.

—Me acabo de despertar hace menos de una hora, ¿tú que crees?—Me incorporo en la camilla y ruedo los ojos molesta.

—También me gustaría que te tiraras por una ventana y no te lo digo.—Añado.

—No me has dicho tu nombre, princesita.—Se sienta en la camilla para poder verme mejor y me sonríe pícaramente, lo cual consigue que aparte la mirada de lo intimidante que es.

—Mara Watson. ¿Y tú?

—Jared Kimberly. Seguiré llamándote princesita, así que acostúmbrate.

—¿Pero... A que viene ese mote?

—¿No te has visto las bragas?-Sonríe y me doy cuenta de que se me veía todo ya que no estaba cubierta al completo y me sonrojo al darme cuenta de que llevo mis bragas de la suerte de la cenicienta.

—¿Y tu porque me miras ahí, pervertido?

—Me gusta observar.

"No lo pareces con los ojos tan fríos y profundos que tienes"

*****

Ya han pasado los dos días de supuesto infierno y han sido los peores de mi vida. Resulta que Jared es mi compañero de sala, en el hospital y no puedo estar mas enfadada por todo lo que paso esos días que parecían meses.

Estaba maquillándome y mi mejor amiga Grace me estaba esperando porque me ha convencido para ir a una de sus fiestas, como de costumbre. Pero como me iba a quedar en casa de todas formas, me daba igual, así que accedí. Para que mentir, quería conocer al novio de Grace y a sus amigos.

"Tú lo que quieres es follarte a alguno de sus amigos"

"Solamente quiero ser buena persona y hacer amigos"

"No te lo crees ni tú"

"Oh, cállate conciencia"

—Date prisa Mara.—Me gritó desde el espejo causando que me asustara.

—Voy.—Guardo rápidamente las cosas y nos miramos en el espejo. Yo me había puesto un vestido de Grace, ajustado y rojo chillón con mi pelo negro liso y largo, y mi sutil maquillaje. En cambio, ella llevaba un top de escote gris transparente y una falda azul marino ajustada de cuero, con su bella y larga melena rubia y sus ojos azules contrastan con su outfit haciendo que le quede genial.

—Bueno, vámonos.—Dice esta, al escuchar un claxon sabiendo que es su novio.

Dejamos atrás nuestra residencia y nos encaminamos al coche donde empiezan a salir el novio de mi amiga y sus amigos. Grace se va directa a abrazar y besuquear a uno de ellos así que supuse que era su novio.

Y me paralizo al darme cuenta del último chico que sale del vehículo.

No me lo puedo creer.

Es Jared.

"Nosotros otra vez"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora