Frambuesa vs. Chocolate
Todos tenemos ese amigo que siempre que quedamos, para caminar o salir a tomar un café, nos pone en evidencia, sea hablando mucho y alto, por reírse como un delfín o por hacer el tonto donde sea. Bueno, pues ese amigo soy yo.
Viva los que hacemos el tonto.
No es algo bueno.
Da igual, al entrar a la heladería yo seguía riendo por el chiste tan gracioso que dije, pero a él no le hacía ni gracia.
— Venga admítelo, el chiste era buenísimo.
— No voy a decirte nada por qué estás coja y a lo mejor eso te afecta la cabeza— deje de reír de golpe y me gire con descaro hacia él.
—¿¿¿¿Perdona????
—Perdonada.
— Imbe...
— Perdonen, ¿ya saben qué sabor de helado van a pedir?
—Un cucurucho con una bola de frambuesa y mango, por favor— Digo con tal educación como si hace dos segundos no estaba a punto de insultar a alguien.
— Para mí un cucurucho con dos bolas de chocolate, por favor.
— Aquí tienen sus helados, disfruten.
— Gracias, igualmente— me cojo del hombro de Boggi para ir directa a la silla de al lado.
—No, señorita, nos vamos al parque, que no está muy lejos.
—¿Es en serio?
— Sí.
—JOOO, pero yo quiero comer.
—Pues vaya sabores de helados te has pedido.
— ¡¡¡¡CON ESTOS SABORES NO TE METAS, EH!!!! ¡SON MI VIDA!
— Vale lo siento.
— No pasa nada, te perdono.
No fue mucho camino, yo iba cojeando, pero, llegue de una pieza y no muy cansada.
— Ya hemos llegado al parque, ahora solo nos falta buscar un banco libre para sentarnos.
—¿Y si nos sentamos en el césped?
— Vale.
Buscamos un árbol cercano para aprovechar su sombra. Él se sienta primero y apoya su espalda contra el árbol. Lo imito. Cada uno come su helado sin decir nada.
—¿No echas de menos a tus padres o tus amigos de allí?
— Sí que los echo de menos, sobre todo a mis mejores amigas. Ellas viven aquí en Barcelona, solo que no sé donde. En cambio, a mi familia sí que la echo de menos, solo que antes de venir aquí estuve con ellos un tiempo. Ellos están en Mallorca con mis dos hermanos.
—¿Cómo vas a conseguir sus números?
— Me sé mi número de memoria, cuando esté un poco mejor iré a comprarme un nuevo móvil y pondré mi número, todos los números que tenía antes automáticamente se registrarán en el nuevo móvil. Aunque sé que lo tengo todo bloqueado y con contraseñas lo más probable que hagan es resetearlo para que todo se borre y puedan venderlo.
—Otra pregunta, ¿cuándo viajarás para coger tus cosas y venir aquí?
— No lo sé, supongo que de aquí dos semanas, es decir, comienzos de noviembre. Solo tengo que buscar a alguien para que me preste dinero para el pasaje y cuando vuelva con mi dinero.
ESTÁS LEYENDO
Ya no más
Romansa¿Qué pasa si tu prometido te abandona en medio de Barcelona?¿Pedirías ayuda a cualquier grupo de chicos, sabiendo que podrían robarte?¿Te arriesgarías a perderlo todo, pero a la vez nada?¿Lo harías?