Jisung era un niño que lo tenía todo pero que a la vez no tenía nada, su vida era muy aburrida, ni si quiera sus vacaciones eran interesantes porque su padre se la pasaba metido en su oficina.
Pero este verano va a ser diferente porque él iba a cono...
Jisung corría lo más rápido que podía para poder perder al guarda espaldas, se escabulló entre la gente que había en el parque había una feria por eso se mostraba una gran cantidad de personas. Ya cuando logró perderlo se encontró con Felix sentado en una vereda esperándolo.
—Ya era hora, llevo como media hora esperándote.
—No lo perdía ¿Qué querías que hiciera?—su respiración estaba agitada por lo que había corrido.
—A mí también me estaba persiguiendo, pero yo soy más rápido que tú—mirándolo con desafío.
Jisung iba a responderle pero en seguida Felix salió corriendo.
—¡Una carrerita!—gritó el menor ya a mitad del camino.
—¡Minho eso es trampa!—siguiendo el camino por dónde iba el menor.
Después de correr unos pequeños minutos Felix fue parando mientras abría los brazos en señal de gloria y gritaba:
—Y el ganador es...Felix Lee—vio que Jisung llegó—Y como siempre en nuestro segundo lugar se encuentra Han Jisung ¡Auch!—se quejó cuando Jisung lo golpeó.
—Deja de molestar—con el ceño fruncido
Lee miró al rededor de el lugar en dónde estaban y se encontraban en un vecindario de clase media, ellos vivían en un barrio privado así que desconocían ese lugar—Jisung creo que ya estamos lejos, deberíamos regresar.
—Yo quiero caminar, nunca estuve aquí y estaría bueno explorar.
—Pero...
—¿A caso tienes miedo, Lixie?
—¿Miedo, Yo? Já—rió sarcásticamente—Yo no le temo a nada.
Dicho eso los chicos comenzaron a caminar por aquél vecindario. Las calles estaban rotas, no eran como las que estaban en dónde ellos vivían, nada se parecía en realidad.
Había tiendas, casas, edificios y uno que otro perrito de la calle caminando por ahí.
—¡Mira Felix, un niño está bailando, vayamos a ver!—emocionado.
El pequeño Jisunggie no dejó que su amigo le respondiera y salió corriendo hacia los chicos. El niño ya había terminado su baile y quería ir antes de que guardara todo.
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—Te dije que ganaríamos más en este lugar-dijo seungmin victorioso.
—Sip, tenías razón—dijo Hyunjin mientras guardaba el dinero en su riñonera.
Estaban listos para irse hasta que Seungmin vió a dos pares de niños que no parecían ser de la zona, acercándose a ellos.
—Mira a esos niños de allá—apuntando a unos pequeños que se acercaban.
