Jisung era un niño que lo tenía todo pero que a la vez no tenía nada, su vida era muy aburrida, ni si quiera sus vacaciones eran interesantes porque su padre se la pasaba metido en su oficina.
Pero este verano va a ser diferente porque él iba a cono...
Hoy era un día bastante frío para ser verano, había un viento fresco y fuerte, el sol se escondía entre las nubes y la humedad era insoportable.
El pequeño Han como siempre desayunaba solo en la enorme mesa de su comedor.
Su padre como siempre se estaba preparando para ir al trabajo.
—Bebé, hoy llegaré un poco más tarde, también tengo que avisarte de que ya no volverá el idiota de la otra vez que supuestamente era tu guarda espaldas—le comentó su padre a Jisung mientras trataba de atarse la corbata.
—Está bien, papi—lo miró riendo al ver que su padre torpemente se le enredaban los dedos en la corbata—¿Te ayudo con la corbata?—riendo.
—¿Sabés cómo atar está porquería?—con el ceño fruncido mientras su hijo carcajeaba.
—Ven papá, te ayudo—se paró sobre la silla y comenzó a atar la corbata para su padre.
El mayor lo miraba con ternura, su hijo tenía el carácter de su madre, era muy dulce y tierno pero se enojaba ya era mejor correr.
—Mami me enseñó a atarme la corbata.
—A mí también, pero soy un desastre y ella siempre terminaba haciéndolo—dijo melancólico.
—Papá—lo llamó y el mayor lo miró—¿Hoy puedo ir con Felix al parque?.
—Con lo que pasó ayer ¿Creés que te voy a dejar salir?
—Iremos al que está al frente, llevaré mi celular para llamar a Miyeon si algo pasa.
—¿Llamar? Claro que no, te vas a quedar aquí.
—Papá—se quejó.
—Sana tiene castigado a Felix y yo no voy a hacer la excepción contigo.
—Bien—dijo desanimado.
Lastimosamente no podría salir con el niño lindo que había conocido hace unos días.
—Bien Han, me voy—le dió un besito en la mejilla del pequeño—Nos vemos a en la noche y espero que recibas a tu profesor de piano—señaló al menor.
Por lo general cuando Jisung se negaba a ir a sus clases de piano, el profesor iba a su casa y realizaban las clases en una gran habitación llena de instrumentos. Esa habitación, anteriormente era de su padre, tocaba varios instrumentos, pero el lugar preferido de Jisung era el salón de baile en dónde su mamá solía practicar y realizar coreografías con él.
Lamentablemente cuando la señora Han falleció, el padre de Jisung entró en una fuerte depresión y cerró con llave esa habitación. Ahora cada vez que Jisung pasa por esa enorme puerta le da mucha melancolía.
Y sin más su padre salió por la gran puerta de su casa dejando solo al pequeño Jisunggie.
Pasó el resto de la mañana jugando con sus juguetes, agradecía que estaba de vacaciones y no tenía que soportar a los maestros.
Estaba demasiado aburrido, así que decidió ir a dar una vuelta por su vecindario, al fin y al cabo era como estar encerrado en cuatro paredes.
Con el permiso de los empleados salió, con la condición de que no cruzara el portón.
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