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Tu pierna dolía bastante, habías despertado un rato después de lo sucedido. Notaste un vendaje improvisado en el lugar de tu herida, era obvio que Michael lo había hecho. No se preocupaba por ti, claro que no, posiblemente no quería que murieses, solo quería prolongar más tu sufrimiento y era algo que te frustró aún más.

Habías perdido mucha sangre para este punto, te sentías mareada y estabas segura de que un color pálido predominaba la mayoría de tu piel. Los escalofríos no tardaron en llegar, tu cuerpo estaba agonizando tratando de mantenerte con vida. Ni siquiera te reconfortaba estar en una cama así de sucia.

Un fuerte ruido se escuchó desde la parte de abajo haciendo que dieras un pequeño salto en tu lugar, no podías identificar qué era, pero sabías que tenía que ver con Michael. Unos gritos ahogados se escucharon, haciendo que una respuesta inmediata apareciera. Estabas aterrada y rogabas porque la pobre alma que se había topado con él tuviera un mejor destino que tú, una muerte rápida sería suficiente.

Trataste de moverte, pero el dolor solo se hizo más agudo, tuviste que cubrir tu boca para acallar un posible quejido de dolor. Tu herida no se veía nada bien y tendría que tener más que una venda para ser atendida correctamente... De repente unos pasos se hicieron presentes en las escaleras, alguien estaba subiendo, probablemente Michael. La madera rechinaba en un tono doloroso para tus oídos, como si en cualquier momento fuesen a romperse, los pasos eran erráticos y lentos, como si te estuviera acechando, parece que disfrutaba asustarte. El sudor bajaba recorriendo tu rostro, sudor frío y pesado, el polvo solo hacia que el ambiente te hiciera sentir más acorralada y sucia.

Cuando Michael entro a la habitación te encontró "durmiendo." Habías tenido que fingir que dormías, pues no sé te ocurrió una mejor idea para escapar de la situación.
Michael se acercó a tí y pudiste escuchar sus pasos en la habitación, luego la cama se hundió, el se sentó justo a un lado tuyo. No pudiste sentir o escuchar más movimiento, estabas asustada porque no sabías que era lo que trataba de hacer a continuación.

Un grito de dolor salió de tu boca cuando michael apretó tu cortada en el pie, un olor a sangre y polvo voló por el aire mientras tratabas de guardar la calma. Michael no se inmutó, se quedó observandote mientras soltaba su agarre de tí. Unas cuantas lágrimas salían de tus ojos, estabas viviendo un verdadero infierno. Michael ladeó un poco la cabeza hacia tí, luego se acercó un poco más. Parecía estar pensando en hacer algo, el ambiente era pesado e incómodo, estabas rezándole a todos los santos que podías, lo hacías para que tuvieran compasión de tu cuerpo y alma, pero entre más lo hacías, la fé te carcomía por dentro, dejando solo escombros de una petición vacía y la sensación de que todo eso era inútil.

Michael se levantó y luego te tomó entre sus brazos, era muy alto y te tomó con una facilidad que daba miedo. Sentiste sus músculos y un olor fuerte a sudor y suciedad, esto era terrible. No sabías que pensaba hacer, el Simplemente salió de la habitación contigo en brazos mientras caminaba silenciosamente, pero sus pasos eran ágiles y rápidos. Comenzó a bajar aquellas escaleras que habías visto antes de ser arrastrada y lastimada por el, la madera tenía un fuerte olor a podrido y te preguntabas si podrían mantener el peso de los dos. Sorprendentemente lo hizo, las escaleras soportaron el peso de ambos, pero soltaban un chirrido agudo.

Michael llegó a la cocina y te sentó en una silla que había ahí, se agachó a tu altura y comenzó a observarte. La casa estaba a oscuras, pero el brillo azul de sus ojos podían notarse con facilidad, una mirada grotesta y aterradora se alzaba ante tí, sabías que quería algo, pero no tenías muy entendido que era.

-¿Quieres...? ¿Quieres que cocine para tí?- sorprendeme Michael asintió, o lo que sea que haya hecho, porque solo movió un poco la cabeza. No sabías por qué, pero te sentías irritada, como si su sola presencia te repudiara, era... Odio, lo odiabas. -¿Qué quieres que cocine? ¿Y cómo quieres que lo haga, si quiera sirven las cosas aquí?- Michael solo se levantó un momento y después sacó una bolsa llena de comida. Por los que podías ver habían huevos, un poco de arina, leche, verduras y quizá algo más, pero estaba al fondo. Sobre la estufa y así, simplemente te quedaste sin respuesta y tú no tenías ganas de hablar con el innecesariamente.

Estabas tan cansada y tu pie era una tortura constante, pero no había otra manera, era hacerle caso o terminar con el otro talón cortado. -Está bien, veré qué puedo hacer.- Michael solo te observo cuando querías levantarte, ibas a demorar más de lo que una persona común demoraba en preparar algo de comer, de verdad necesitabas ser atendida.

Cómo pudiste sacaste las cosas de la bolsa, con una vista más clara tenías algo en mente, panqueques, era lo único que se te ocurrió hacer con todo eso. -¿Te gustan los panqueques, Michael?- Los ojos de Michael parecieron iluminarse por un segundo y así como se iluminaron volvieron a desaparecer sin dejar rastro, solo quedaba esa mirada vacía. Él asintió suavemente como de costumbre, así que pusiste manos a la obra.

Apoyaste tu cuerpo contra el mesón mientras comenzabas a mezclar la harina con los huevos y un poco de leche, luego empezaste a batir, todo bajo la pesada mirada de Michael, no te dejaba en paz ni por un segundo y el ambiente era terriblemente incómodo.

Te sorprendía el hecho de que la casa aún contara con servicios de agua, lo que te hizo más fácil cocinar en un ambiente limpio, lo mismo con los utensilios. Aún así no debías tener la guardia baja, estabas con un asesino en potencia y cocinar en un ambiente limpio era el menor de tus problemas.

Después de un rato estuvo listo el desayuno, caminaste cojeando y dejaste el plato lleno de panqueques frente a Michael, luego tomaste asiendo a su lado lista para comer. Michael te observo fijamente y luego gruñó, no sabías que estabas haciendo mal exactamente así que le preguntaste si le molestaba que estuvieras a su lado. Michael se levantó, tu corazón dió un vuelco y te estremeciste por su alta figura y su mirada penetrante.

El tomó el extremo de tú camiseta y te jaló hacía el suelo de una manera brusca, sentiste como tú trasero golpeó con brusquedad el suelo de madera y el dolor en tu talón volvió a ser insoportable, no podías mantenerlo por mucho tiempo más.
-¡¿Michael?! ¡¿Qué mierda te pasa?!- gritaste con irá mientras tú cuerpo temblaba por la adrenalina y el dolor.

Michael se agachó a tu altura y te tomó del cabello obligandote a encararlo. Sus ojos eran profundos, oscuros, fríos y perturbadores. En su mirada no había nada más que pura maldad, y era algo de lo que el no parecía sentirse mal ni en lo más profundo de su ser. Podías escuchar su respiración pesada golpeando tu rostro, no había manera de describir el asco y repudio que sentías en ese momento. Su agarre en tu cabello seguía manteniendose fuerte, haciéndo que doliera tu cabeza también. No hacía falta decir que para colmo el ambiente era terriblemente incómodo, sentías que tú cuerpo se quiebraria en cualquier momento, era solo cuestión de tiempo, pero para tu sorpresa no te hizo falta esperar. Michael azotó con fuerza tu cabeza contra el piso, dejándote inconsciente en el acto. Michael te soltó y te observo por un momento más mientras estabas inconsciente, el sentía como todo a su alrededor estaba distorsionado, como su mundo estaba lleno de una densa oscuridad, infestada de plagas asquerosas que lo hacían enojar, pero en sus ojos tú eras lo único que se veía normal, y eso lo enojaba, lo llenaba de ira, una ira que no era capaz de manejar... O así asociaba ese sentimiento.

Michael levantó tu rostro entre sus grandes y ásperas manos, se empezó a acercar lentamente a tí, su rostro a solo centímetros del tuyo, sentía tu leve respiración en su piel. el se sentía atraído a tí, como si tú cuerpo lo llamara, pero seguía con la misma fría expresión. Justo antes de poder hacer otro movimiento te soltó para levantarse y dirigirse hacia la comida, ignorando por completo todo lo pasado anteriormente.















Hola, sé que les debo una explicación por mi repentina desaparición y es algo de lo que estoy muy avergonzada. No tengo mayores excusas, solo decir que la falta de tiempo y mis estudios me quitaron mucha inspiración y voluntad. Aún así quiero dejar en claro que yo nunca pienso abandonar ninguna de mis obras.

Estoy pensando en hacer un capítulo especial de grotesque romance, algo que no altere mucho la historia ya que extraño un poco a Brahsm y rayita, en fin. Estaré pendiente he intentado actualizar muy seguido. Gracias por su apoyo, se los agradezco bastante, espero que tengan un buen día.

Shadowll.

Cold Blood (Michael Myers x Tn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora