🐺Leidy🐺

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Advertencias:
× Au: Alterno. | Ninja.
× Hard.
× +18/R18.
× Naruto The last.
× Jealousy///Celos Obito.

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Suspiro agotado. Tener el cargo de hokage el estresaba de sobre manera, pero tras Tsunade jubilarse, la aldea no podía levantarse sola luego de la cuarta guerra, que por lazares del destino, pudieron acabar a bien. Fueron muchas sorpresas las que se llevaron en ella pero que podía contar con ambas manos.

La que nunca esperaba fue que Obito Uchiha había estado vivo todo ese tiempo y no sabía si era para su mala o buena suerte, que el hombre no lo culpo de la muerte de su compañera y la que el mismo azabache decía de niños, su amor platónico. Si, llamen lo loco pero el esperaba que aunque sea lo odiara, sintiera asco de lo que hizo con sus propias mano. Pero no, al contrario, lo felicito... ¿Porqué? Ni el hasta el momento sabe.

Ni crean que no se había tratado el cuento que les dio después de la guerra a todos, cuando fue liberado de las ataduras a las que Zetsu lo había sometido para seguir con sus planes. Dónde Obito afirmaba que no encontraba al Hatake culpable pues ella decidió suicidarse y dijo eso por estar bajo control de aquella “planta”, y bien era muy convincente, ya que Zetsu negro tenía una parte dentro del Uchiha, lo que no cuadraba era que no sintió aquella cosa extraña en su chakra al momento de decirlas y es más, sus ojos no estaban del gris que ocupaban los de Zetsu cuando lo controlaba. Sus ojos fueron en todo momento plomo, el color natural del cual sus ojos portaban. Incluso su voz no cambio a una un poco profunda ya que Zetsu al tomar control del otro siempre era más profunda por el hecho que parecía implementar sus voces, las cuales a oído de el, eran roncas y más cuando se proponían a hacerlas así.

El toqueteo de la puerta lo saco de sus pensamientos y vio el reloj sobre la pared: 2:50 a.m.

Permitió el paso algo confundido, se suponía que el único trabajando aún en la torre era el, pues quería adelantar papeleo u descansar por un día entero antes de someterse a los papeles que le darían el día siguiente.

Un Anbu aún más alto que el, de máscara de lobo de tinta roja y azul, ingresó. Supo reconocerlo inmediatamente, no era cuestión de recordar el aspecto de la máscara o tan solo el cabello para saberlo.

—.¿Que haces aquí?.— interrogó alzando una ceja, inclinando mi torso hacia adelante y me recargue con mis brazos en el escritorio, poniendo mis manos delante de mi máscara facial.

—Que informal Hokage Sama.— aclamo Obito haciendo una leve inclinación como burla y “respeto”.

—Disculpe.— no, mentí, no lo sentía. Frote el puente de mi nariz y lo mire serio. —¿Novedad en su misión?— cuestionó recibiendo el pergamino en mano.

—Ninguno leidy— continua con su tono bromista.

Procuro no mostrarme afectado por su descortesía y broma, mientras abro el pergamino y lo leo. Suspiró y dejo el papel sobre el escritorio y asiento.

—Puedes retirarte, de a momento no ahí misiones para usted.— informó y enrolló el pergamino para meterlo al cajón del escritorio.

Al no escuchar bullicio levantó la mirada y le mira con intriga, viéndolo aún parado estoico en su lugar. Lo miro con estrés.

—¿Algo que informar como Obito?— le hago la seña de que se quite la máscara y lo hace, mostrándome una resplandeciente sonrisa.

—Si Kashi, ¿una cita?— jugueteó acercándose con completa confianza, sentándose en el escritorio y se acercaba un poco a mi al recargarse en su brazo. —Oh ¿una noche juntos quizas?.—

Obikaka 『One Shorts』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora