Desde Que Tu Estás - Daryl X Beth

Capitulo 3 - Caza

Al día siguiente el grupo continuó su camino hacia el centro comercial.

Tomaron el camino del bosque ya que preferían evitar las carreteras, Beth se daba cuenta de que Daryl y ella aún no habían hablado. Sintió de nuevo que él la estaba evitando y esto la entristecía al tiempo que la molestaba.

Mientras hacían una parada ella se intentó acercar a él, consiguió que él sonriera un poco con un comentario, al reanudar la marcha ella lo tomó de la mano, pero él la soltó mientras miraba a su alrededor asegurándose de que nadie había visto nada.

- ¿Qué haces?- susurró él con rostro serio.

Ella frunció el ceño y detuvo su paso mientras él aligeraba.
Se vió alcanzada por su amigo Noa con quien decidió seguir la marcha.

Volvió a aprovechar otro descanso para encontrar solo a Daryl y poder pedirle explicaciones por su comportamiento.

- ¿Qué crees que pasara si todo el mundo se entera, ¿que crees que pensaran? - Protestaba él

- Me da igual - Replico ella

- ¿Crees que van a aceptarlo sin más? -

- No me importa lo que piensen - Respondió Beth

- Pues a mi sí

- es que ¿te averguenzas?

Daryl no respondió, en realidad no le hizo falta responder para que Beth capatara la indirecta

- Ya veo - Ella se marchó enfadada.

Lo que quedaba del resto del día lo pasó junto a su amigo Noa.
Daryl los miraba, reir, hablar..., y no podía evitar sentirse celososo, era evidente que el chico estaba colado por ella. Además se sentía bastante decepcionado con él mismo por haber respondido a su beso y quería arreglarlo.

Esa noche volvieron a acampar en el bosque. Daryl deseaba disculparse con Beth, y buscaba el momento de encontrarla sola. Estaba al acecho, entre los árboles, observando a la rubia junto al pequeño fuego, calentando agua, al fin se había quedado sola, era el momento perfecto, pero los pies de Daryl no se movían, no se decidia a ir y tampoco sabía bien qué iba a decirla. Estaba a punto de acercarse cuando vió a Noa salir de entre los árboles directo a ella, Daryl volvió hacía atrás.

Se quedó observando como el chico se sentaba junto a ella, muy cerca. Después vió como pasaba confiadamente su brazo por encima de su hombro.

Eso fue suficiente, Daryl se dió la vuelta y se marchó de allí. Fué a por su mochila y su cazadora, y a continuación se dirigió adonde estaba Rick.

- Me voy de caza - Le informó

- ¿Ahora? Estas seguro? -

- No tenemos mucha comida -

Rick sabía que era solo una excusa pero conocía a su amigo, a veces necesitaba algunos dias a solas para desconectar.

Rick asintió - Cuídate - Le dijo dando una palmada en su hombro.
Sabiendo que les alcanzaría más adelante.

Daryl se perdió entre la maleza.

Pasó toda la noche por el bosque, cazando caminantes, enfadado como un niño con una rabieta pero acompañado de una botella de whisky que viajaba en su mochila.

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A la mañana siguiente Beth y los demás recogieron sus cosas y emprendieron de nuevo el camino.

- Rick, hay que esperar a Daryl - Le dijo Beth a aquel hombre al que ya casi consideraba como un padre.

- Ayer salió de caza, nos reuniremos con él más adelante - Respondió

Beth frunció el ceño, eso no era muy normal.

- ¿Está todo bien? - Se aseguró Rick

Beth asintió

Reanudaron la marcha

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Daryl se despertó con el sol dándole en la cara, le costó enfocar la vista y recordar como había acabado allí, tirado entre unas rocas, al borde de un barranco con la botella de whisky aún en la mano. De pronto unos gruñidos lo pusieron en alerta, se incorporó rápidamente y aún en el suelo miró por encima de su hombro, se trataba de un caminante, atrapado contra las ramas de un árbol justo tras él, luchando por salir y atrapar a su presa. Si no llega a ser por ese árbol quizás no lo contaba pensó. Se acercó tranquilamente hacia él y lo atravesó con su cuchillo, como si fuera la cosa mas común que hacer al despertar.

Aún tenía sangre en las manos y en la ropa, no solo de ese caminante, la noche habia sido productiva, pero no para la caza de animales precisamente.

Tenia una maldita resaca, estaba cubierto de sangre y no había cazado nada comestible, no podía volver así con el grupo. Sería mejor buscar algún conejo o con suerte alguna pieza de mayor tamaño y tal vez asearse un poco... o no.

Comenzó a moverse por el bosque, tenía la cabeza embotada y una vocecita en su cabeza que susurraba cosas una y otra vez, ¿Qué le diría su hermano por andar pensando en una cría? Emborrachandose, sintiendose despechado, actuando como un adolescescente enloquecido por las hormonas.
Esto era ridículo le diría cosas como ¿Enserio pensabas que una chica así se fijaria en tí? ¿Es que ahora te van las adolescentes?
En parte sabía que tenía razón, Beth debería de estar con alguien más acorde a su edad como Noah, alguien moldeable, alguien con toda la vida por delante, como un folio en blanco en el que puedes escribir tu vida. Daryl no la podia ofrecer nada de eso, no soy lo bastante bueno se decía.

Todo ha sido un error, ella solo está confundida, es fácil confundir el cariño con el amor, que una persona mayor te deslumbre, pero no tardará en darse cuenta. Con el tiempo no tardará en darse cuenta de que estás cada vez más viejo! susurró una de las voces de su cabeza.
Daryl no tenia mucha experiencia ni confianza en el tema de las relaciones amorosas o del amor romántico. En su vida habían predominado sobretodo los líos de una noche, para él era lo más práctico, lo mas sencillo, desfogarse, pasar un buen rato y huir en cuanto el tema de los sentimientos pasaba a ser un posible tema de conversación.
No, definitivamente se podía decir que nunca había tenido una novia, y nunca se había enamorado, solo una vez en su temprana adolescencia creyó estar enamorado de una chica de su vecindario. Sólo tenían 13 años y estaba un poco colado por ella hasta que su hermano Merle se le adelantó, y esparció rumores sobre una aventura sexual entre ambos, y todos los niños del barrio la tacharon de zorra por haberse acostado con Merle de 17 años.
Al principio Daryl intentó defenderla hasta que Merle le dijo ¿Cómo te puede gustar esa facilona?, no quería que su hermano se burlara de él así que empezó a actuar como los otros chicos.

Sus relaciones habían sido escasas y poco satisfactorias, no estaba muy interesado en las mujeres desde aquellas tempranas experiencias con camareras o stripers en bares de carretera acompañado de su padre o su hermano, más tarde, de adulto, siempre se encargaría de cumplir con las expectativas bajo la presión de, de no hacerlo, parecer un maricón.

Así que nunca se había relacionado de una manera respetuosa con las mujeres, en general nunca había podido confiar en ellas hasta ahora, así que ¿Cómo se supone que debía relacionarse con Beth? ¿Pretender que fuera un rollo de una noche? Se golpeó a si mismo por andar pensando en esas cosas. Pero que iba a hacer, jugar de nuevo a ser adolescente? Enviar cartas de amor? O Utilizarla y abandonarla como hacía con otras?
Su cabeza iba a estallar, apoyó su cabeza contra el tronco de un árbol, cerró sus ojos y tomó aire, cuando los volvió a abrir divisó un pequeño venado, calmadamente apuntó con su vallesta y disparó la flecha que se clavó en la sien del animal derribandolo al mismo tiempo que un pensamiento penetraba en su cabeza como aquella flecha en el cerebro de su presa;

Debía arreglar las cosas en cuanto antes, tenía que poner fín a todo esto.

Cargó al animal y se dirigió hacia el Este para encontrarse con su grupo.