Capítulo 12 - Confraternizando con el enemigo

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Pasados unos días, llegó una noticia desde Hill Top: habían capturado o más bien, se había entregado un miembro de Los Salvadores. Así que Rick y Michone decidieron ir a para allá junto con Daryl.

Mientras tanto, Carol había descubierto una nueva comunidad llamada El Reino y había decidido instalarse allí para ejercer diplomacia y ver en que manera podían colaborar las distintas conunidades entre sí.

Cuando llegaron a Hill Top se dirigieron directamente a la celda donde estaba cautivo el ex miembro Salvador se llamaba Alden y parecía estar dispuesto a colaborar en todo lo que Rick y su grupo quisieran saber.

- No me fío - Declaró Daryl tras el interrogatorio, una vez fuera de la mazmorra.

- Está colaborando, de momento puede sernos útil, pero primero debemos comprobar que la información que nos ha dado sea cierta - Dijo Rick

- ¿Y qué sugieres ? - Preguntó Michonne

- Debemos acercarnos a ese sitio, el Santuario, y observar - Zanjó Rick

Y así lo hicieron, prepararon sus mochilas y se dirigieron hacia ese lugar donde pasaron varios días observando.

Por otro lado, Maggie le informaba a su hermana Beth que iría con Glenn hacía El Reino, para reunirse con Carol y el Rey Ezequiel y así trazar una alianza de manera oficial entre las dos comunidades. Beth por lo tanto tendría que hacerse cargo de lo que hiciera falta en Hill Top, junto a Jesús.

Debido a esto, una tarde se dirigía a la mazmorra con una bandeja de comida para el reo. Aún no lo había visto y cuando llegó lo encontró de espaldas mirando por la pequeña ventana la puesta de sol.
Beth no dijo nada, sólo deslizó la bandeja por debajo de la reja y se dió media vuelta dispuesta a marcharse.

- Tú debes de ser " la guapa " - Espetó el prisionero

Beth se quedó parada aún sin girarse

Ni se te ocurra hablar con él Beth

Recordaba las palabras de su hermana antes de irse, claras como el agua.

Aún así se giró sobre sus talones para encontrarse con un chico, poco mayor que ella, de pelo rubio oscuro, bastante atractivo mirándola con una mirada que solo podría describir como una mirada felina, intensa.

Aquellos ojos marrones penetrantes continuaban mirando a sus ojos azules, muy abiertos, sin parpadear, sin una pizca de verguenza.

- ¿Qué has dicho? - Preguntó ella finalmente. No estaba dispuesta a dejarse amedrentar.

El chico relajó su rostro y esbozó una sonrisa de la que salió una pequeña carcajada - Tenían razón, lo siento, es que de verdad, eres guapa - Continuó mirándola con una sonrisa, mostrando sus dientes blancos.

Beth se sonrojó un poco, se dió la vuelta desconcertada y dió unos cuantos pasos para marcharse.

- Me llamo Alden -

Beth detuvo su camino para decir algo, pero lo pensó mejor y salió de allí apresuradamente.

Transcurrieron dos días, Jesús era el que se encargaba de atender al prisionero la mayoría de las veces pero no siempre podía por lo que una vez más debía de hacerlo Beth.
Así que ese día por la tarde la tocó de nuevo llevarle la cena.

No sabía por qué pero estaba un poco inquieta por tener que volver allí abajo, tenía que reconocer que era guapo y descarado y eso la ponía nerviosa. Así que pensó en hacerlo rápido, nada de hablar, nada de contacto visual, sólo dejar la bandeja y salir de allí rápidamente, sólo era un trabajo más.
Así que agarró la bandeja y una vez más recorrió las escaleras que bajaban hasta las celdas.

Cuando entró notó que él esperaba sentado en el catre, podía verlo moverse por el rabillo del ojo hasta situarse frente a la puerta de la celda.

- Oh eres tú, por fín, estoy cansado de ver siempre al tío de melenas - Se quejó un poco.

Beth mantuvo la mirada baja, se agachó para pasar la bandeja por debajo de la verja pero la manzana que formaba parte del menú no entraba por dicha reja, presionó un poco, sin resultado...

- Como sigas empujando, podré comer compota de manzana - rió él

Beth se incorporó agarrando la manzana y lo miró malhumorada

- ¿Siempre eres tan gracioso? - Preguntó ella con cierta burla

- ¿Por qué no me la das? - Propuso él estirando el brazo a través de los barrotes.

Beth dudó

- Por favor, tengo bastante hambre - rogó él.

Ella extendió su mano para que él pudiera agarrar la pieza.

- ¿Cuál es tu nombre? - Preguntó él

Beth no contestó

El chico estiró la mano para alcanzar la manzana, pero en su lugar, fué más allá y tiró de un colgante que llevaba ella en el cuello arrebatándoselo.

- Devuelvemelo!- Exigió ella de inmediato

- Tu nombre - Exigió él

- ¿Qué? - Preguntó ella con gesto fruncido

- Tu nombre a cambio del collar - Negoció, algo divertido

- ¿Es una broma?, ese colgante es un regalo de mi hermano fallecido, devuelmelo ahora -

- Vamos hombre, claro que te lo devolveré, solo quiero saber tu nombre

Ella exhaló aire y lo miró muy seria
- Beth - Respondió

El chico estiró la mano y extendió el colgante que ella tomó de inmediato.

- No vuelvas a tocarme, o la próxima vez te cortaré una mano - Advirtió ella con seriedad acariciando la funda de su cuchillo y dicho esto procedió a retirarse.

Pasados unos días Rick, Michone y Daryl regresaron. Y nada más llegar se dirigieron hasta la mazmorra, tenían nuevas preguntas para su prisionero.
Habían comprobado que todo lo que había dicho era cierto pero tenían muchas preguntas de carácter logístico, entre otras menos importantes; donde escondían los salvadores el alijo de armas.

Llegada esta pregunta Alden comenzó a dar rodeos.

- He respondido a todas vuestras preguntas, pero aún no he conseguido nada a cambio excepto estas cuatro paredes y dos comidas al día -

- Podríamos reducir eso a una comida al día si te parece mejor - Propuso Daryl

- Vale tio, muy gracioso, pero hasta ahora no estoy sacando nada con todo esto -

- Sacas que no te matemos - Continuó Daryl

Rick levantó la palma de su mano para calmar los ánimos.

- Alden, agradecemos todo lo que nos has dicho, y te agradeceremos tu colaboración, pero como podrás entender, no podemos fiarnos de tí - Explicó Rick

- Lo entiendo - suspiró el joven - Pero creo que merezco algún privilegio, tal vez ¿salir un poco? - intentó negociar

- Bien, nos organizaremos para ponerte un escolta algunas horas y podrás salir a pasear - concedió - Y ahora,¿ nos dirás donde se encuentra el alijo con todas las armas ?

- Me gustaría pedir una cosa más -

Rick se quedó callado por un instante

- De acuerdo, ¿qué más? - Cedió

- Quisiera una cena, con una chica...

- De ningún modo  - Interrumpió Rick

- Antes de que os alarméis, ¡Sólo para hablar, cenar y charlar eso es todo! Tener a alguien con quien compartir una cena y charlar, como antes, porfavor - Pidió

Rick se acomodó el pantalón tirando de las hebillas hacia arriba y colocó los brazos en jarra mirando a sus dos colegas. Daryl negaba con la cabeza y Michone tenía el ceño fruncido.

- ¿ Qué chica? - Se atrevió a preguntar Rick

- Beth - Respondió el prisionero

Desde Que Tu Estás - Daryl X BethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora