Desde Que Tu Estás - Daryl X Beth

Capitulo 7 - Alexandría

Pasaron cerca de una semana viajando,  continuaban su camino hacia Washington.
Beth y Daryl iban siempre en vehículos separados y cuando hacían alguna parada para descansar estaban muy vigilados por lo que en una semana prácticamente no habían cruzado más de dos palabras siendo estas estrictamente por causas necesarias. Los ánimos en general iban decayendo a medida que se iban agotando el agua y el resto de provisiones.

Hasta que un día apareció un joven adulto llamado Aaron que les habló acerca de un lugar llamado Alexandría, una comunidad organizada, con muros seguros, casas, cultivos... y aunque al principio desconfiaron finalmente cedieron y lo acompañaron hasta ese sitio.

Una vez allí hablaron con la lider, y pudieron comprobar que todo era cierto, el lugar era lo mas parecido al mundo tal y como era antes.
Tras entrevistarlos les permitieron instalarse en algunas de las casas del vecidario. Maggie, Glen y Beth se instalaton en una casa y Rick, Michone, Carl, Judith y Daryl en otra, aunque este último aún desconfiado les aconsejó que no se pusieran muy cómodos.

Pasaron unos días instalándose y acostumbrandose a las nuevas comodidades y al resto de sus nuevos vecinos. Buscaron la manera de ayudar en distintas áreas, Rick se hizo cargo de la seguridad del complejo, y distribuyó a su gente en turnos para hacer vigilancia las 24 horas del día además de enseñar a los nuevos a combatir. Maggie se interesó más por el tema de la política y los avances que se pudieran aplicar en el tema de cultivos y Beth encontró hueco en la escuela enseñando a los niños.

Daryl por su parte se hizo amigo de Aaron y comenzaron a salir frecuentemente en busca de gente nueva y provisiones, incluso pudo conseguir una moto para usar en sus salidas.

Todos parecían encajar bien dentro de este nuevo sistema y no se habrían percatado de que llevaban ya un mes allí si no fuera por que la lider Deanna les propuso dar una fiesta para celebrarlo.

- Se lo diré a todo el mundo - Contestó Rick sonriendo a la petición de Deanna.

Todos parecían muy de acuerdo en ir a la fiesta, no les vendría mal soltarse y relajarse un poco después de todo. Excepto Daryl.

- No me van mucho esas fiestas, además esta tarde saldré con Aaron y seguramente regresemos bien entrada la noche - Se disculpó

- Vale tío, lo entiendo - Rick sabía que su amigo se sentiria como un animal enjaulado si acudía a aquella fiesta.

Beth por su parte intentó disimular su entusiasmo con un " okay, muy bien " cuando Maggie le contó lo de la fiesta. La relación con su hermana había sido algo tensa y ni si quiera Maggie se había atrevido a preguntar directamente a Beth que habia sido todo ese rollo de Daryl. La hermana más pequeña se alegró por dentro cuando pensó que quizás en aquella fiesta pudiera encontrar algún momento para verse a solas con Daryl. Después de algo más de un mes no se había atrevido a acercarse, entendía que si les veían juntos volvería a meter en problemas a Daryl y no quería que eso sucediera pero por otro lado ya no aguantaba el seguir estando lejos de él. A menudo sentía su mirada penetrante siguiéndola cuando nadie más estaba cerca pero cuando volvía la vista hacia él lo encontraba mirando hacia otro lado, deseaba encontrarse con su mirada y sonreirle, para que supiera que ella seguía ahí, esperando.  De alguna manera él siempre estaba y eso la hacía convencerse de que la necesidad de estar juntos era mutua.

Así que, ese día por la mañana decidió buscar algo de ropa en los armarios de la casa, en el viejo almacén, preguntó a alguna vecina..., definitivamente quería verse bien y sorprenderlo. No tuvo mucho éxito encontrando ropa, o no era de su talla o no era de su estilo, lo mejor que había encontrado eran unos vaqueros que no estaban mal y una camiseta tal vez un poco elegante, con el cuello de encaje negro.
En realidad no la importaba demasiado, nada la quitaría la ilusión, excepto esa tarde la imagen de Daryl poniendo su moto a punto y llenando una bolsa con materiales y algunas provisiones.

Beth, que acababa de salir de la escuela se quedó contemplando como él y su compañero de viaje Aaron empacaban. Casi se le caen los libros al suelo de la decepción que sintió.  ¿Adonde va? No llegará a la fiesta ,quería gritar.

Vió pasar a Rick que la saludó elevando la cabeza, Beth no pudo disimular su cara de confusión en ese momento, pero sabía que no era normal preguntarle a Rick adonde se dirigía Daryl, se suponía que no era asunto suyo, lo saludó de vuelta y continuó su camino.
De pronto Noah se acercó a ella con una sonrisa. - ¿Todo bien? - preguntó al ver su cara.

- Si, es solo... es - Balbuceó mientras sacudía la cabeza.

- Es Daryl - Dijo el chico con naturalidad. - Se va con Aaron, al parecer no vuelven hasta mañana -

- Oh -  respondió ella.

- ¿Era lo que te estabas preguntando no? -

Beth hizo el amago de abrir la boca pero no salieron las palabras.

- Era una pregunta retórica, se que aún estás colada por él. ¿Por qué no aprovechas y te distraes esta noche? Creo que es bueno que él no venga. - Dijo con cierto aire de superioridad.

- No iré a la fiesta - Dijo Beth con tono serio, agarrando fuertemente sus libros. - Tengo muchas tareas que corregir y además no tengo ropa que ponerme- mintió.

Y dicho esto se dió media vuelta y se marchó a su casa.

Durante la tarde se entretuvo en el patio trasero practicando tiro al blanco contra un árbol con su cuchillo. Después entró en la casa y subió a su cuarto cuando escuchó que Maggie y Glenn llegaban, en realidad no la apetecía ver a nadie.

Cuando subió a su cuarto se detuvo frente a su cama, había un paquete y una nota.

" Diviertete, te veré allí " rezaba la nota

Se apresuró en abrir el paquete para encontrar en el interior un vestido azul que reconoció de inmediato. Se trataba de uno de los vestidos que estaba en una de las cajas aquel día en los almacenes. Había fantaseado con ponérselo y sorprender a Daryl, sólo había sido una fantasía, un juego en su cabeza, pero ahora cobraba cierto realismo.
La nota era anónima, pero no podía pensar en otra persona que no fuera él, ¡él debió de escribirlo! Se decía mientras sonreía.

- ¡Beth, nos vamos en media hora! - Escuchó gritar a su hermana desde el piso de abajo.

- ¡Vale, enseguida voy! - Respondió entusiasmada.