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Un calor en el cuerpo dándose entre si, uno moreno con tatuajes, con olor a hospital y a medicamentos, de cabello negro, y otro un poco más bajo que él, un rubio cocinero, con olor a perfume, y a un shampoo de los que te dan ganas de comertelo, abrazados.

¿Sentían amor entre si? No.

Necesitaban olvidarse de la persona que aman, así que decidieron estar juntos, o algo así, eso creía Law.

Aunque en realidad los dos sintieron algo entre si, y era obvio, aunque nunca dejaron de amar a esa persona, solo fue ignorancia, o algo parecido a eso.

El rubio estaba siendo acariciado por el pelinegro, lo mantenía abrazado, con el cuerpo desnudo, dando una respiración por fin lenta, mientras fumaba.

Las cortinas y ventanas abiertas, un viento entrando por la ventana, el cigarro del rubio cada vez haciéndose más pequeño, las lágrimas de los dos hombres cayendo sin que ninguno se de cuenta.

Law se acercó más al cuello de Sanji, siguiendo abrazándole por detrás, y agarrandole de la cintura del rubio, para luego apoyar su rostro cerca de la nuca y del hombro.

¿Alguna vez sintieron estar con alguien para olvidar a otra persona? Sanji y Law sentían eso, simplemente estaban juntos para olvidarse de las personas que aman más que a nada.

Simplemente estaban juntos para varias cosas; Sexo, recibir un poco de amor, olvidarse de sus problemas, consumir y más sexo.

Muy pocas personas lo sabían, pero Law, desde los 20 años que empezó a tener problemas con la droga, aunque era un doctor verdaderamente profesional, no podía dejarlas, necesitaba de ellas, pero cuando Kid le hizo darse cuenta que estaba mal consumirlas, sus ojos brillaron, se dio cuenta que Kid era la única persona que lo entendía, porque él había pasado por lo mismo, apenas cuando tenía 17 años.

Law agarró un cigarro del paquete de Sanji, lo prendió con cuidado y se alejo un poco de Sanji, para empezar a fumarlo.

Sanji se sentó, solo fumaba, para luego terminarlo y apagarlo en el mismo lugar de siempre.

El moreno se sentó atrás de él, para agarrarlo de la cintura y mantenerlo así, Sanji agarró una de las manos del pelinegro y la empezó a mover cerca de su entrepierna.

- Law... - Susurro el rubio.

- ¿Si? -, Le pregunto, para empezar a acercarse a su aparato con su mano, dando una sonrisa. - Una revisión más.

Sanji asintio, iba a pedir lo mismo, para luego sentir que Law lo masturbaba tranquilamente.

Los dos habían terminado tirados en la cama, respirando con gran dificultad.

- ¿Otra ronda más antes de despedirnos? -, Pregunto la rubia.

Law rechazo la oferta con la cabeza, aunque se arrepentía un poco, aunque no quería volver a tener sexo con alguien que ya no amaba.

Sanji lo miro, incluido a todo su cuerpo, sus ojos chocaban con sus tatuajes.

- Gracias por todo doctor, pero debo de decirte algo -, Dijo poniendo una de sus manos en su propia cara.

- ¿Que pasa cocinero? -, Pregunto limpiandose la cara.

Sanji lo único que hizo fue dar un suspiro, que hizo que Law abriera bien sus ojos.

- ¿A qué tiene que ver ese suspiro? -, Le pregunto bajando la mirada.

Le empezaron a salir lagrimas al rubio, haciendo que esas mismas lágrimas le contagiaran al pelinegro, pero con menos intensidad.

Manos FriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora