PARTE 02: Karma.

703 62 3
                                    


Ethan.


Tenía claro que el destino se estaba encargando de fastidiar mi existencia, por causa de mis actos en el pasado y me lo merecía, aun así, no veía el día de mi redención, que el karma me sacara los guantes era lo que más esperaba.

—No tengo dinero para ti, así que vete a joder la vida de algún vejestorio de clase alta que pague tus gustos y déjame en paz—me negué a su petición, luego caminé hacia el interior de la casa y me siguió como una acosadora que saca a cualquier de control.

—Tengo que hacer algunas compras para Jake, sabes que necesita de sus cositas personas y me quiero encargar—insistía.

Me enfureció el descaro de esta jodida manipuladora, su falta de interés en el pequeño que trajo a la vida realmente me molestaba y que usara eso para sacar dinero, incrementaron mis ganas de echarla de mi casa como una golfa, no veía el día de que se largara al mismísimo demonio.

—¡Por favor! Nunca te ha interesado comprarle ni una media, ¿de qué hablas? Ni siquiera te ocupas de tu hijo como deberías, mala madre de porquería—gruñí sobre su cara.

—¿Para qué si desde que nació tiene su nana? — se encogió de hombros y sus actitudes solo me causaban confusión—. Sabes que no me gustan los chiquillos llorones...

—¡Ese chiquillo es el que pariste! ¿acaso te das cuenta de lo que estás diciendo? —No quería actuar de tan mala manera, pero era imposible no hacerlo con las estupideces de esa mujer—. ¿Para qué carajos seguiste el embarazo si no querías esa responsabilidad?

—Lo hice por ti, buscando una solución para arreglar nuestra relación y, aun así, sigues pensando en esa zorra santurrona, aún no olvidas esa relación sin coherencia—comenzó con su drama que venía haciendo desde que regresó.

—No permito que te metas con Samantha, ella es una joya preciosa y te falta mucho para llegar a su nivel, tú no eres más que una puta interesada con aires de grandeza—. La bofetada que me lanzó, hizo que mi cara se moviera hacia un lado, estaba furiosa.

—Aun así, recibió una humillación de tu parte cuando la apartaste de tu vida por esta puta que será tu karma, querido—comenzó a reír como desquiciada—. Y recuerda que, si me sigues insultando con tus palabras descompuestas, me iré con tu hijo a un lugar que no sepas, quizás a otro estado o un país lejano, no me tientes.

—Tu amenaza te la puedes meter por el trasero, sabes bien que no permitiré que Jake salga de esta casa y lo voy a demostrar—increpé con rabia.

—Soy la madre y tenemos custodia compartida, tengo todo el derecho de viajar a cualquier lugar con el bichito, así que me da igual lo que pienses, recuerda que puedo hacer cosas que parezcan accidente y después decir que tú me las hiciste—me guiñó un ojo antes de girar con una carcajada y luego regresó a la piscina.

Lorena seguía siendo una mujer espectacularmente hermosa, con una figura que haría pecar a cualquiera y un rostro de modelo de pasarela, pero toda esa belleza se veía opacada con su horrible personalidad, era una mujer insípida que creía merecer una vida plena, sin saber que solo era una golfa que nadie tomaba en cuenta.

Me daba asco la clase de madre que era y a la vez impotencia, ya que Jake necesitaba una figura materna, ni siquiera se interesaba en las cosas de una personita tan tierna.

En ese momento me daba cuenta de lo ciego que estaba años atrás y como nunca terminas de conocer a las personas, como no veía sus defectos tan horribles, su verdadero rostro.

Seguía con la esperanza de que el destino me quitara del camino a esa chantajista y que luego me diera a la mujer perfecta, a esa chica que merecía todo el amor que le pudiera dar, que malo fue no entender el mensaje que me estaba dando la vida, por eso trate mal a quien si merecía que me entregara en cuerpo y alma.

Merecido Amor - Libro 2 saga TRAICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora