Samantha.
Hice mi entrada en el pasillo de presidencia con un nudo en el estómago, en ese piso se encontraba la oficina de mi padre y que luego había pasado a ser mía, pedí que la dejaran tal cual como estaba, quería sentir su presencia en mi día a día de trabajo, así como un ambiente familiar.
Tenía una junta importante con la gerencia principal, los accionistas querían que diera la cara como presidenta de la empresa y aquí estaba, dispuesta a tomar el mando del legado que me fue heredado.
Entre en el despacho con una sensación de tristeza que no me abandonaba, luego arrastre las manos por el escritorio donde tomaba grandes decisiones y su aroma se podía sentir en el ambiente, me senté sobre su sillón de cuero para ver la foto que tenía sobre la madera, en ella estaba mi madre el día de su boda, radiante y hermosa.
Se veían enamorados, hermosos y listos para vivir una aventura romántica de pareja ideal, en esa foto podía percibir lo que yo no pude vivir en mi matrimonio, aun así, el destino fue injusto cuando se llevó a mi madre de nuestro lado.
—Samy, ¿estas listas para la junta?—Una voz me sacó de mi distracción.
Duncan entró con el ceño fruncido, vestía elegante con un traje de tres piezas y sus ojos azules se veían brillantes, era un hombre joven muy guapo, con mucha educación, además de tener unos sentimientos de oro.
Sabía que sus sentimientos hacia mí seguían vigentes desde que era un chico y de alguna manera me hubiera gustado corresponder a lo que sentía, el problema era que cuando alguien te marcaba de alguna manera, no había vuelta atrás.
Era difícil olvidar ese amor tóxico que te destruía la tranquilidad, aunque me haya resignado por obligación, por el abandono que sufrí como esposa.
—Creo que estoy preparada para lo que venga, gracias por avisar—me levanté de la silla para acompañar a mi amigo.
—Entonces vamos, ya nos están esperando—informó lo inevitable.
Salimos caminando uno al lado del otro, listos para la reunión programada con los socios y cuando entramos en el área asignada, todos se pusieron de pie para dar un recibimiento.
—Bienvenida, señorita Lennox y lamentamos mucho la muerte de un ilustre socio como Nicolás—algunos se acercaron para dar el pésame.
—Gracias, son todos muy amables—. Caminé hasta el puesto principal donde mi padre hacía sus conferencias y me senté en mi lugar, tenía los nervios a flor de piel por ser mi primera vez al mando de tanta responsabilidad.
Duncan asiento en el puesto a mi lado e inmediatamente comenzaron a hablar de las empresas que habían en nuestro poder, algunas con un buen capital, otras luchando por no desaparecer y otras que estaban a punto de la quiebra.
Me sorprendió escuchar que las empresas Rymer era una de ellas, ya que fui la causa para que mi padre les diera una suma importante de dinero y aun así, siguen yéndose hacia el precipicio, entonces algo estaba pasando con ellos que no sabemos.
Para ser sincera, no me interesaba nada que tuviera que ver con ese apellido y me daba igual si se declararon en bancarrota, aunque a los inversionistas si les importaba, mi difunto padre había hecho una gran inversión con ellos, ese dinero tenía que ser recuperado de algún modo.
El error más grande que pudo haber cometido.
—Creo que te debes hacer cargo de ese asunto—la reunión había acabado, dejando todos los puntos claros y estaba en mi oficina con mi amigo Duncan—. Cobra el dinero que nos deben o que nos entreguen su compañía en su totalidad, amenaza con abogados si es necesario, no quiero que sigamos involucrados con esa gente.
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Merecido Amor - Libro 2 saga TRAICION
RomanceEthan repudió a la más humilde, hermosa y sana mujer que había conocido, debido a la acción que cometió aquella mujer que lo había engañado con su mejor amigo y el acto horrible que cometieron, trajeron como consecuencias vivir en medio del infierno...