Samantha.
Estaba sentada en la terraza de mi nueva residencia, tomando una copa de vino en completo silencio y me quede viendo la lluvia, como caía sobre el césped del oscuro jardín, mis ojos estaban enrojecidos de tanto llorar, mi mente no asimilaba la pérdida tan importante que había tenido.
Mi amado padre había muerto, después de luchar tanto contra la enfermedad que le provocó el derrame cerebral y luego un infarto terminó de acabar con su vida. Antes de sufrir este acontecimiento, me confesó mediante carta, algo que me destruyo el corazón por completo.
Dijo que mi matrimonio había sido arreglado con los Rymer y que como era un padre tan consentidor, además de que sabía que estaba enamorada de ese hombre, aprovechó la mala situación de esa familia para hacerles la propuesta de la unión.
Me compró un marido, uno que nunca estuvo conmigo por amor y entonces pude entender la actitud de mi ex durante esa relación, porque no me soportaba cuando me acercaba, como me repudió sin razón.
Tenía un dolor inmenso por la partida de mi papito y a la vez, sentía resentimientos hacia él por cómo manejó las cosas conmigo, sin darse cuenta me entregó a la boca de un lobo transformado, un amargado por causa de ese amor que perdió en aquel tiempo.
—¿Estás llorando?—Duncan se acercó a mi espacio para poner sus manos sobre mis hombros.
Había sido un gran apoyo en este largo tiempo, a pesar de lo mal que lo traté cuando me casé con ese señor y no dude en poner en sus manos mi imperio cuando mi padre murió, no estaba lista para tomar el mando, en cambio mi amigo tenía la experiencia que se requería, había trabajado en el área de finanzas y contabilidad de la empresa, sabía su funcionamiento a totalidad.
—Ya sabes que así me desahogo, en completa soledad y con una botella de vino que me calma la amargura que me domina—respondí, mi sufrimiento no tenía límite.
Me habían pasado tantas cosas horribles que no tenía consuelo y no quería convertirme en alguien que no era, esa fue la razón de que decidiera buscar una ayuda psicológica, tenía terror de convertirme en una persona rencorosa, por eso quería superar tantas cosas negativas.
Tenía demasiados motivos para tener una vida normal, aparte de que no quería dañar a nadie más con mis traumas, yo no era como él y una de esas personas era Duncan, sabía que aún estaba enamorado de mí, que tenía aún la esperanza de que un día lo aceptara como pareja.
Éramos contemporáneos en cuanto a la edad, con una educación similar y teníamos personalidades parecidas, éramos la calma que no dejaría entrar a ninguna tormenta.
Lástima que me había acostumbrado a la intensidad de un ser apasionado, a un tornado de fuego abrazador que te consumía sin darte cuenta, que se perpetuaba en tu interior como un órgano vital que no te podías quitar.
Aquel que me hacía rogar por una caricia, era el juguete de sus sentimientos tan crueles y a la vez me tenía perdida en la pasión descomunal, atrapada en la lujuria de una relación tóxica.
Lo único que deseaba era sentirme amada y daba todo sin pedir nada, ¡Un gran error! Había entendido que también merecía ser venerada, que era suficiente para ese hombre que iba a valorar mi presencia.
—Samy, creo que debes tomar el mando de tu fortuna, comenzar con el futuro estupendo que te espera y debes superar muchas cosas, eres una gran chica, no mereces menos de lo que el destino te puede dar—sus palabras eran tan hermosas.
Le tenía que agradecer el apoyo que me daba y no tenía cómo pagar tanta bondad, a pesar de tener una fortuna valorada en millones de dólares, era una gran ironía.
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Merecido Amor - Libro 2 saga TRAICION
RomanceEthan repudió a la más humilde, hermosa y sana mujer que había conocido, debido a la acción que cometió aquella mujer que lo había engañado con su mejor amigo y el acto horrible que cometieron, trajeron como consecuencias vivir en medio del infierno...