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Después de lo que fueron las horas más duras para mí pude regresar a casa, un departamento que compartía con Tom, le pregunté al portero si ya estaba él en casa a lo que respondió que sí, que llegó apenas hace unos 20 minutos, le agradecí y subí. 

El quinto piso era el nuestro, un lindo departamento que elegimos los dos, estaba decorado con la personalidad de ambos, el toque hogareño que yo siempre soñé con el toque despreocupado de él, había guitarras y partituras en algunos lugares esparcidos por el lugar, cuando la inspiración le llega a Tom tiene que componer en ese momento o se vuelve loco, era algo que me encantaba de él. Debo dejar de pensar así si quiero empezar a arrancarlo de mi ser pero me es aún imposible, llevo amándolo desde los 18 años.

Entré a la sala y ahí estaba él.

- ¡Oh! Hola amor, ¿dónde estabas?-. Me dijo tan natural, si sólo supiera que lo vi con su amante.

- Hola amor, fui a dar un paseo para calmar los nervios de mañana, ya sabes que aún sigo poniéndome algo ansiosa por la pasarela-. Dije tratando de sonar lo más tranquila que pude. Me senté a su lado y lo contemplé. Él estaba tocando algo en su guitarra.

- Sabes que lo harás perfecto, estaré contigo en todo momento, nunca te dejaré sola-. Me lo dijo mirándome con una sonrisa en su rostro. Que sinico.

- Tienes razón, puedo confiar en ti siempre-. Dije con algo de amargura en mis palabras, él frunció el ceño pero no dijo nada.

- Cambiando algo de tema, ¿qué te apetece cenar hoy? -. Tomó mis manos y empezó a jugar con ellas.

- Cena tú, yo cené en un pequeño restaurante que está aquí cerca, me daré un baño y me iré a dormir, estoy cansada, además mañana es un gran día y quiero estar fresca, ya sabes, soy la estrella de la noche y debo estar perfecta-. Me solté de su agarre y lo dejé con la palabra en la boca, sabía que si seguía hablando con él terminaría por decir todo. Él debe sufrir tanto como yo, debo poner en marcha mi plan ahora que él no sospecha nada.



A la mañana siguiente desperté sintiendo su agararre en mi cintura, ni siquiera sé en qué momento me quedé dormida, anoche salí del baño y me acosté a llorar, estaba tan agotada mentalmente que no lo sentí acostarse a mi lado. Con cuidado de no despertarlo quite su brazo y me levanté, por última vez lo mire y mis ojos se llenaron de lágrimas, ¿cómo es posible que me haya hecho eso?. Sin hacer ruido me cambie con algo básico, un short deportivo y una playera holgada, en el recinto del evento tengo mi vestuario de esta noche. Le dejé una nota diciéndole que lo veía ahí más tarde. Desayuné algo ligero, un pan tostado y un vaso de jugo natural, no tenía hambre pero no podía dejar de comer, en mi estado no podía.

Tomé mis llaves, celular y cartera, y salí de casa. Ya en el auto hice una llamada.

- Hola Bill, necesito hablar contigo, es urgente.

- ¡Aly! Por Dios, estaba tan preocupado, ayer te fuiste y no me diste tiempo de nada, claro que sí, dime dónde nos vemos.

- Paso por ti, en 20 minutos estoy afuera de tu casa.

Sin despedirme colgué, sé que Bill no tiene culpa de nada, en cuanto lo vea me voy a disculpar, pero tengo tanta prisa que quiero terminar con esto ya. Como lo prometí llegué por él y nos dirigí a un lugar seguro y discreto en donde podíamos hablar sin miedo de ser escuchados. Un pequeño café llamado Vikafé, era mi preferido, lo conozco desde hace años.

Tomamos la mesa más alejada y comencé.

- Mira, no sé cómo empezar más que disculpandome por ayer, no estaba en mi mejor momento y siento que me descargué contigo, p-pero necesito tu ayuda, aunque primero debo poner varios puntos sobre la mesa para que decidas ayudarme o no.

- Aly no debes preocuparte por eso,  entiendo completamente, no debes disculparte, no tú, pero dime qué pasa me estas asustando-. Pobre Bill, no merece esto pero es la única persona con la que puedo contar.

Y empecé, le dije todo desde el principio. Lo que pasó el día de ayer, el cómo había encontrado a su hermano, el cómo me sentía, la decisión que he tomado sobre mí relación con Tom y lo que necesitaba de él, de Bill. Sobre mi embarazo no le mencioné nada, no aún, pero lo haría, una vez que la primera fase del plan esté lista lo haré.
En cuanto terminé de decirle todo, se quedó en blanco.

- Bill, di algo -. Dije con un hilo de voz. Él sólo me miró con una mezcla de intriga, amor fraternal y algo de lástima.

- Te ayudaré.






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Listo! Otro capítulo más, espero poder seguir actualizando así de rápido. L@s leo.

-myg.

Bad Love ● Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora