Dazai Osamu

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Intento de Song-fic, canción utilizada "Ojos marrones "  de Lasso 

al final lo modifiqué mientras lo iba escribiendo, tómenlo como un día en la vida de alguien a que le rompieron el corazón y finge estar bien haciéndose creer que ya lo supero, luego les dará un shot romántico con el suicida, que ni aparece más que para nombrarlo aquí.

es bastante cortito

Oh el amor cruel adicción, ese sentimiento es realmente un dolor en el culo que nos hace actuar como imbéciles sin razón, un año, un puto año de que eso que aquel romance de cuento de hadas se volvió el más frío de los inviernos marchitando esa fl...

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Oh el amor cruel adicción, ese sentimiento es realmente un dolor en el culo que nos hace actuar como imbéciles sin razón, un año, un puto año de que eso que aquel romance de cuento de hadas se volvió el más frío de los inviernos marchitando esa flor que llamaron amor, se marchitó perdieron hasta el último de sus hermosos pétalos.

El muy desgraciado ni siquiera lo había enfrentado cara a cara, no, el cobarde le corto por mensaje de texto y estaba tan furioso, dolido, tan... roto.

Porque fue un año de mierda, sus sentimientos que pensaba haber sepultado con su fría armadura de indiferencia y mientras se aguantaba las ganas de hablarle, de correr a sus brazos donde sentiría protección mientras el perfume de Osamu inundaría sus sentidos, frunció su ceño aún podía recordarlo perfectamente como si este siguiera intoxicando sus prendas, seguramente ya había enloquecido oír su voz tan cerca, un poco más, solo quiere sufrir así un poco más.

—Oye, ¿me estás escuchando?

El joven detective de cabello azabache miraba serio a su compañero, era extraño ver a Rampo tan ..., ¿frío? De repente, pero supongo que él también se enojaría si no le prestaban atención, más cuando el más bajo le hablaba de qué dulces quería de postre, eso ya era personal.

Estaba harto, sin duda, ese cascarón vacío frente a él no era su amigo, eran los pedazos rotos que había dejado atrás ese desperdicio de vendas, su idea era llevarlo a despejar su mente y sacarlo de ese departamento repleto de recuerdos y que mejor que con comida; oh grande fue su sorpresa cuando fue el mismo idiota que ahora actúa como emo quien lo invito.

Era la primera vez que invita a alguien desde que Osamu se fue, mala su idea al llevar lo al mismo restaurante que solían ir ambos. 

 Ese era su lugar, su mesa lejos de la multitud, pero con hermosa vista tanto a la ciudad como a las gruesas vigas de madera de las cuales Dazai había mostrado tanta emoción para poner en práctica su "terapia de ahorcamiento", el mismo restaurante y el sentado en su lugar predilecto, más la compañía no era la que él en verdad deseaba con desesperación.

 No!, él lo había superado esto, ni siquiera lloro por ese idiota, ya no pasaba días enteros pendientes al teléfono esperando una puta llamada que le permita oír su voz.

 Necesitaba distracción, su mirada ser poso en Edogawa que le sonreía de manera tan dulcemente aniñada haciéndolo sentir reconfortado, su mente era un caos al igual que cada escenario surrealista que pasaba por su mente, si alguien como Rampo fuera su pareja él no estaría aquí con su corazón aún hecho pedazos juntando pieza por pieza mientras acaba cortándose con cada una de ellas.

El mismo restauran y con alguien que disfrutaba de su compañía, de sus chistes idiotas, estaba bien, si está bien distraerse, disociar del dolor y ser el mismo unos momentos más, estaba bien salir de ese cielo gris que parece seguirlo a todas partes, está bien. . . . . Tal vez no está tan bien como cree.

Su mente divagaba en cosas absurdas como imaginarse el "si hubiera salido con...", alguien que le den risa sus chistes, que se llevara bien con sus amigos, alguien con quien jamás discutiría... eso sería lo que siempre había querido, mentira, él quería alguien que lo ame por sobre toda la mierda de este mundo, ¿era mucho pedir?, tal vez si y tal vez él era el problema.                                Su vista se paseó por el lugar hasta acabar chocando con la mirada verdosa que lo veían con preocupación.

—¿estás bien? -insistió el detective-

Estoy bien -sin estar convencido del mismo-

El silencio volvió, tan o más incómodo que antes.

Su vida, su pasado y su futuro se dividía en antes de él y después de él, estaban unidos o eso le decía Osamu. . . . ya no quiere estar un nido a el, persiguiendo ese fantasma de lo que alguna vez fue, el cielo azul se había vuelto gris desde que el castaño ya no estaba con el, era como si todo el color en su vida ahora parecía estar en blanco y negro, como una vieja película sin sonido, sin sentir y solo como un espectador de todo a su alrededor y de nada a la vez.

No podía regresar el tiempo y tampoco quería hablarle, por que en todo este tiempo todo lo que ha intentado es alejarse de el, irse lo mas lejos posible rompiendo cualquier lazo inútil que los uniera aun si en ese proceso sus sentimientos le jugaran la contraria, su cerebro a propósito traía a el cada momento con el oji marrón.

Se levanto sin haber tocado su comida, dejo dinero en la mesa y solo salió del lugar.

conducía a toda velocidad como si el aire contra su rostro le fuera a ayudar a olvidarse de todo, a ya no pensar en el o su sonrisa, a no recordar como el suave cabello de Dazai se mueve con la brisa o a no desear que al detenerse y voltear los ojos marrones lo estuvieran mirando con tanto amor, tanto cariño, tanto deseo.

Pero ya nada de eso importaba, nada seria igual sin esos hermosos ojos acompañados de las largas pestañas y sus dulces labios curveándose en una hermosa sonrisa solo para el.

Nada en su vida seria igual sin Dazai Osamu, había llegado a una playa?, eso cree, estaba bastante alejada de la ciudad, se entretuvo viendo barcos partir y cerro sus ojos disfrutando el  frio viento golpeando su rostro.

el sonido de algo impactando muy cerca de el le obligo abrir sus ojos, a unos pocos metros de el estaba Dazai en seguramente lo que seria un nuevo intento de suicidio que fallo, fallo igual que su cuerpo que no obedecía a su mente que lo obligaba a huir de ahí dejándolo atrás.

los ojos marrones lo miraron de forma insistente y el se perdió nuevamente en estos, todo en el gritaba peligro, mierda.

los ojos marrones lo miraron de forma insistente y el se perdió nuevamente en estos, todo en el gritaba peligro, mierda

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