Satoru Gojo

2.2K 162 5
                                    

Akihiko Ryusaki (adulto)

Satoru Gojo, su sola mención provocaba tanto temor como admiración en esos seres inferiores que tenían el placer de oír su nombre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Satoru Gojo, su sola mención provocaba tanto temor como admiración en esos seres inferiores que tenían el placer de oír su nombre.

Satoru fue criado para tener el mundo a sus pies, no por nada desde su nacimiento el mundo entero de la hechicería dio un giro completo, redefiniendo así el bien y el mal en base a un hombre sumamente poderoso.

Pero con tanto poder también venían la reglas impuestas por aquellas personas que negaban a seder el poco poder que poseen y buscan manejar lo como una marioneta a su disponibilidad.

Lastima para esos viejos de mierda que el no sea alguien fácil de convencer ni manipular, lo criaron con la idea de que con solo pestañar tendría todo a sus pies, ¿y ahora esos viejos quieren mandarlo?, ja patéticos sin duda.

A la edad de 10 años Satoru ya había amenazado a todos los clanes con el exterminio si seguían molestandolo con la idea de arreglarle un matrimonio.

Deberían agradecer que el sea alguien amable y benevolente, ya como mucho había aceptado protegerlos y encima ahora se creen con el derecho de decidir con quien se casaría y hasta cuántos hijos tendía, jamás!.

El es el grandioso y adorado Satoru Gojo, unos simples vejestorios que no aceptan que su época de brillo ya pasó no van a decirle que hacer.

Y fue en uno de sus arebates de rebeldía contra los altos mandos que conoció al amor de su vida.

No habían pasado 2 meses de que se unió al jujutsu tech y esos viejos de mierda seguían molestando, no dudo ni un segundo cuando sus nuevos amigos Shoko Ieri y Suguro Geto le propusieron escaparse a comprar cigarros.

El no fumaba, pero sin duda prefería aguantar el molesto humo que ambos liberan como chimeneas directo contra su rostro y sofoca sus pulmones, que el estar con esos viejos insufribles.

-han probado el alcohol?.

Ambos jóvenes miraron a la única chica del grupo mientras negaban, Shoko admitió que tampoco lo había hecho y que mejor día que hoy para probar por primera vez la bebida por la que tantos adultos dejaban toda su vida.

El azabache le seguía la corriente mientras que el dudaba internamente que le vendieran a unos mocosos de 15 años, aunque tampoco lo pensó mucho.

Fueron a un supermercado bastante alejado de la escuela, se separo de las chimeneas mientras el buscaba dulces, se había forzado a que le gusten las cosas azucaradas.

Pequeñas maldiciones rodeaban el pasillo a donde se dirigía causándole curiosidad al albino que a pasos lentos se acercaba al origen, un chico bajito y algo rechoncho era el que creaba las maldiciones.

Arqueo una de sus cejas y con un simple movimiento de mano se había desecho de cada una de las pequeñas maldiciones, ¿tan inseguro podía ser alguien como para crear tantas maldiciones de rango bajo?, al parecer si.

one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora