Suguru Geto

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⚠️iba a ser algo random de geto confirmando que la broma de shoko de decir que la depresión se cura con un buen pitó era verda, pero me desvíe del tema creo.

—Akihiko Hajime
Grado especial, mitad humano.

"Deseo que me mires, que me notes, que me ames y me desees tanto como yo lo hago, Suguru"

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"Deseo que me mires, que me notes, que me ames y me desees tanto como yo lo hago, Suguru"

Suguro ha visto cosas raras toda su vida, desde las más desagradables y asquerosas maldiciones a la más inofensivas, aunque eso no quitaba que sean horribles a la vista

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Suguro ha visto cosas raras toda su vida, desde las más desagradables y asquerosas maldiciones a la más inofensivas, aunque eso no quitaba que sean horribles a la vista.

Más con el paso del tiempo fue acostumbrándose a su extraño "don" para ver lo que las personas más simples y comunes no podrían.

Con su ingreso a Jujutsu tech creyó que el sentimiento de rareza desaparecería, ¿después de todo, todos los hechiceros pueden ver lo mismo,no?.

Pues no duró mucho el sentimiento de encajar en algún lado, sueños extraños comenzaron a atacar noche tras noche su mente.

Al principio creyo que eran por la edad.

Despues de todo era unn adolcente de 16 años, con hormonas alborotadas y fantaseando ya sea cosas para adultos o simplemente con una persona que haya visto un milisegundo pero que su cerebro asocio como algo atractivo.

Si bien nunca se había parado a pensar en su sexualidad y el soñar cada noche con un chico pelirrojo que lo trataba de las más dulces formas, quizás era una forma de su subconsciente de decirle, "Eres gay".

Intento ignorar cada sueño que hacía a su corazón revolotear y dejaban un profundo sentimiento de vacío al despertar, ignorarlos era fácil cuando solo los tenía 1 vez cada tiempo.

Más estos comenzaron a volverse más frecuentes y extraños, ya no sólo eran escenarios dulces repletos de un empalagosos y ensoñador amor, ahora eran algo más explícitos.

Aun recuerda perfectamente el despertar tras el primer sueño.

su mente suele olvidar con facilidad lo soñado apenas entra en la vigilia, más este había sido distinto, demasiado real para ser solo el simple sueño de un adolecente calenturiento.

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