En este universo alternativo de warhammer el caos se encuentra en su mayor parte sellado, el emperador no encontró a los primarcas y su proyecto de la telaraña fue completado uno pensaría que te todo marcharía para bien para el imperio.
Pero Xenos...
El emperador estaba en una gran sala en su nave personal la Bucephelus, estaba algo frustrado por la lentitud con la que las cosas se habían estado desarrollando, las tormentas disformes apenas se habían debilitado haciendo el viaje espacial difícil y la expansión de la cruzada era lenta, pronto este inconveniente con el que había luchado durante siglos se arreglaría su proyecto de la telaraña esta casi completado sin embargo otra cosa lo molestaba en medio de la sala había una gran sala con 21 asientos vacíos.
El se imagino a sus hijos discutiendo,conversando y fanfarroneando como niños sobre dimensionados, alardeando de sus habilidades con la espada o de la capacidad de su legión sin embargo solo hubo un permanente silencio¿Donde podrían estar?, estaba acompañado solo por 3 figuras Malcador, constantin valdor y Alpharius todos podían descifrar sus sentimientos mas de lo que el hubiera querido.
Los 3 sintieron una emoción casi ajena a su más querido amigo y señor. Que su brillo constante se estaba atenuando ligeramente. Tristeza, el maestro de la humanidad podía sentir tristeza, creía. Incluso enfrentado los desafíos de la galaxia el tenia este sueño suyo que no pudo cumplirse. Un sueño de familia, una familia que nunca llegaría.
Pero no tiempo para lamentarse un pequeño imperio Xeno llamado el Rangdan estaba causando problemas y un Ataque Orko de una tal "Bestia"
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23 príncipes fueron creados para conquistar la galaxia, 23 cabezas fueron destinadas a portar 20 coronas dejando a 3 príncipes sin coronas condenados a abandonar a un padre melancólico.
20 reyes fundaron 20 reinos, destinados caer al negar su destino, 20 que se negaron a morir como victimas y decidieron vivir como parásitos y carroñeros. Sangre para los reinos, sangre para sus reyes y sangre para sus dioses.
