Terror en New Alcatraz

Terror en New Alcatraz Capítulo 2

Varios días después.

En el centro de la Antártida se acercaba un avión de transporte militar que sobrevolaba el continente congelado donde solo había frío, hielo y nieve. Lo más extraño es que no tenía insignia de identificación perteneciente a las fuerzas especiales de algún país.

Dentro del avión había muchas personas. Entre ellos destacaba un pelirrojo que llevaba un abrigo de pieles y tenía una mirada enojada e intimidante. Su compañera era una chica rubia de ojos verdes que estaba a su lado, dormida y recostada en su hombro.

Los demás eran soldados al servicio del primer nombrado y llevaban armas y fusiles de asalto en caso de peligro, también para cuidar a su jefe y asistente.

Piloto: —Nos aproximamos a la pista de aterrizaje, ajusten sus cinturones, será un movimiento brusco.— Decía por la radio.

Los nombrados obedecieron y se ajustaron sus cinturones, mientras pensaban cómo aterrizar en ese lugar, sería difícil.

A pesar de las dificultades, el aterrizaje no fue imposible, no tardaron mucho en estar preparados para salir del avión, y Diego se aseguró de dar instrucciones a su equipo y a los pilotos de que esto no demoraría mucho más.

Diego: Esperemos un poco hasta que todo esté preparado. Será mejor que nos abriguemos, aunque estemos en verán la temperatura fuera es de menos de 20 grados, ¿Alguna pregunta? — Observó a su gente mientras esperaba. Entonces, una chica levantó la mano — ¿Sí, Katia?

Katia: Prometiste que me llevarías contigo en esta misión... Te prometo que no te fallaré, por eso vine contigo a este lugar frío y desolado.

Diego: ¿Crees que me olvidé de ti? — Rió mientras le acariciaba la mejilla y le daba un beso en los labios — Jamás fallo en cumplir mis promesas, eres la única que ha estado para mí que ha estado en las buenas y las malas, pero dejemos esto cursi para más tarde, Tenemos prisa vístanse, muchachos.

Después de vestirse con la ropa adecuada para soportar el frío, salieron del avión por la puerta de carga. Había varias motos de nieve preparadas, y una de ellas llevaba cajas con muchas cosas. Todos se subieron y comenzaron la marcha.

Diego: Bien, vamos a hacerle una visita a un viejo amigo debe estar muy ansioso por verme. — Sonrió de manera perversa.

Cambio de escena.

Nueva Alcatraz, 10:40 am.

En la prisión se encontraban algunos ex miembros de la Orden Luna Sagrada en sus celdas, con la mirada perdida, pensando en la condena de 40 años en aquel lugar. Se preguntaban si serían capaces de mantener su cordura o morirían en el intento. Los cargos por los que fueron encarcelados incluían corrupción, testimonios falsos, extorsiones, noticias falsas, asesinato y terrorismo. Incluso Lynn Loud Sr. estaba acusado de asociación con ellos.

Lynn Sr.: Maldita sea, ¿por qué me pasó esto? Solo por abandonar a Lincoln, que pensé que era un sinvergüenza. ¿Es que no comprenden que lo hice por el bienestar de la familia? Son unos miserables — golpeando el vidrio de policarbono.

?: Oye, calvo, deja de lamentarte. Si haces mucho ruido, idiota, no dejarás dormir — decía enojado otro prisionero.

?: Sí, calvito, jajajajaja. Tu voz suena como la de una niña. Deberías dejar de lamentarte, pasarás aquí los próximos 40 años — se reía una mujer.

En eso, comenzaron a discutir, mientras los demás prisioneros los veían, algunos con risas y otros con gotas de sudor en su frente.

Mientras tanto, en otro subnivel, se encontraban Washington, Tera Nebulosa y Shaggy, a excepción de otros prisioneros. Los cuatro mencionados estaban en celdas de contención especiales, reforzadas con poli carbono de 7 cm, preparadas para individuos poderosos como ellos, con la última tecnología y defensa antidones. Las celdas eran de lujo, ya que no tenían permitido salir en ningún momento, pero disponían de comodidades, aunque con menos libertades.