[Xɪᴀᴏ x Zʜᴏɴɢʟɪ] Encuentro Fatídico © ᕙ𝘎𝘦𝘯𝘴𝘩𝘪𝘯 𝘐𝘮𝘱𝘢𝘤𝘵ᕗ

✧ ✧ ✧ ✧ ✧ - Morax (II) (+18)

Xiao estaba descansando plácidamente, con los brazos cruzados y el rostro sumerso en el sueño, al parecer las aguas lo habían relajado demasiado como para sentirse en la libertad de dormirse en frente de su maestro. Zhongli contemplaba las finas líneas que conformaban el rostro ajeno, Xiao no solía sonreír mucho y siempre tenía esa expresión tan seria incluso al dormir; su respiración estaba totalmente en calma, cualquier movimiento brusco podría despertarlo así que, se abstuvo de ejercer fuerza alguna con su cuerpo que pudiera generar ruido. Sin embargo, su corazón se apretaba tan solo de mirarlo que le era imposible mantener la calma, el rostro ruborizado del castaño demostraban algo más allá de lo que se podía notar a primera vista; el mismo sentimiento que hace siglos atrás se hallaba experimentando. Observar de cerca a los mortales, le ayudó a consolidar mucho sus emociones, ya no solo conocía de guerra y tácticas, había adquirido sabiduría en todos los aspectos al ser la deidad de Liyue.

En ese momento no dudaría de hacer algo en contra de su voluntad como el hecho en el que su rostro se encontraba aproximándose al de Xiao, hipnotizado y no siendo consciente de sus acciones, solo siguiendo aquel hilo invisible que lo atraía sin escapatoria a su perdición. Sin resistir la ola de calor conmocionando su interior, la necesidad y el atrevimiento hicieron que Zhongli depositará un corto beso en los labios del adeptus. Sabía que eso no lo despertaría con facilidad, ya que tenía un sueño pesado, aunque fue lo que pensó al inicio, pero su plan se vio sin éxito.

El chico entreabrió los párpados observando con la vista nublada el acercamiento de Morax, no entendía porqué estaba demasiado cerca y si tenía algo que ver con el peso que había sentido en sus labios. — ¿Mi....señor? ¿Qué sucede?... — Un poco desorientado tras despertar, tuvo que enfocarse en su alrededor para recordar que todavía se encontraba en las aguas termales junto a la deidad de Liyue. Cuando recuperó la consciencia, Xiao observó fijamente los orbes tan celestiales de rex lapis, no podía descifrar porqué una extraña chispa se depositaba en ellos. Fue en ese momento que una ligera idea lo invadió; su rostro aproximado al suyo y la calidez en su piel significaban que ¿Había sido un beso? No era posible que algo así ocurriera almenos no viniendo de él, sin embargo, todas sus sospechas se hicieron verídicas cuando aquel Arconte, sin preveerlo, lo aprisionó en la orilla del manantial. No pudo evitar dejar un sonido de sorpresa y achicarse por la diferencia de tamaños, la gran musculatura de Zhongli apenas podría compararse con la suya; inmóvil y con el asombro por la situación comprometedora, no lograba pensar con claridad.

— X-xiao... — Las manos del joven Yaksha apretaban los anchos brazos de Zhongli, en un intento vago por apartarlo, sin embargo, no aplicaba tanta fuerza para separarlo como lo hubiese hecho cualquier ser normal.

— M-morax...¿Qué e-estas haciendo? — El chico no entendía la actitud de su contrario, tampoco es como si fuera a ir en contra suya, solo que no estaba acostumbrado a ese tipo de acciones y menos a una cercanía tan...indescriptible.

Morax aprisionaba más el cuerpo desnudo de su querido adeptus, llegando a no poder controlarse delante de él. Sus figuras húmedas se encontraban a pocos milímetros de distancia donde la fricción de ellos provocaba un sin fin de sensaciones en sus pieles, la cara de Xiao se hallaba con un rubor en los pómulos mientras levantaba el rostro para mirarlo, con un poco de temor, su cuerpo temblaba debido a ésto.

— Debes perdoname, Xiao. Pero ya no puedo seguir fingiendo que no siento nada al mirarte — El ceño del chico se frunció al no saber a qué se refería con ello, tenía la leve noción de estarse perdiendo un contexto necesario; estuvo a punto de preguntar más detalles sobre lo que mencionó cuando la mano del castaño tomó su mentón, con el pulgar comenzó a frotar al comisura del labio e inesperadamente lo besó, sus labios trataban de tener una amena sincronía con los ajenos, aunque éste no colaborará del todo, la mente de Xiao estaba agraviada por todo lo que estaba ocurriendo, el rubor en sus mejillas solo crecía debido al contacto del mayor. Un ojo entrabierto mientras trataba de seguir el ritmo de ese beso desquiciado, necesitado y apasionado, pero él seguía sin entenderlo por completo.