Stolen Dates♡

Amigos ☁✿✿

Cuando su teléfono sonó en sus pantalones, Kim lo ignoró. Sus manos seguían apretando el volante, tan duro que sus nudillos empezaron a dolerle kilómetros atrás. Sus ojos seguían perdidos en la carretera frente a él.

Tuvo que obligarse a aparcar en un lado de la vía para contestar. La estridente voz de su hermano mayor no mejoró su humor. Su padre lo quiere en casa, es urgente.

Kim consideró, no por primera vez pero si con ganas, mandar a la mierda a su padre. No quería verlo. Ni a él, ni a sus hermanos, ni a nadie. Quería manejar tan lejos como le permitiera su deportivo negro, a algún lugar en el que pudiera emborracharse hasta perder la consciencia.

Hasta convencerse a sí mismo de que el dolor en su pecho, el nudo en su garganta y el picor en sus ojos es debido al alcohol y no al maravilloso ser humano que dejó roto en la puerta de su condominio.

**++

"Hay que cumplir el deber" es algo que Korn T. le inculcó a base de miedo.

Mientras entra al complejo, se imagina el aspecto que debe tener. Las miradas entre preocupadas y asustadas que los guardaespaldas le dan casi lo divierten.

Se dirigió de manera mecánica a la oficina de su padre, aun sintiéndose como si alguien le hubiera dado una paliza. Al estar a unos metros de la puerta, se dio cuenta que el lugar estaba silencioso. Mala señal.

Abrió la puerta e ignoró lo mejor que pudo las miradas que le lanzaron sus hermanos. Su padre le dio apenas un vistazo escrutiñador antes de girarse con Kinn.

- Bien. Lo que tengo que informarles podría parecer que sólo le concierne a Kinn, pero les aseguro que les incumbe a ustedes también. Es referente a los hermanos Kittisawat.

Kim salió de su letargo mental nada más escuchar eso. No quería oír el nombre de Porchay salir de la boca de su padre. Parecía incorrecto bajo cualquier circunstancia.

- Estoy consciente de tu batalla interna acerca de tu relación con Porsche debido a su aparente parentesco. - Tankhun parecía completamente perdido, pero esa es información que él ya sabía - Y debo decirte que su madre es mi hermana, sí. Pero ella era adoptada. Así que no hay ningún lazo de sangre que los una.

Eso le hubiera dado un consuelo, pero de nuevo, él ya lo sabía. Fue la primera de sus razones para alejarse de Porchay. Pero no había querido alejarse tan pronto. En su momento se justificó a sí mismo diciéndose que necesitaba más tiempo para averiguar si el chico sabía algo, así que se dedicó a buscar todo lo que pudo y concluyó que no había parentesco sanguíneo entre ellos.

Él estaba fastidiado, aun sin entender por qué eso le importaría a él, o si quiera a Tankhun. Pero Kinn sonrió ampliamente, y su padre le sonrió de vuelta.

Algo hizo click en su cabeza. No puede ser.

Kim tragó saliva pesadamente. Sus ojos se quedaron fijos en la costosa alfombra. El motivo por el que le acaba de romper el corazón a Porchay, es precisamente para mantenerlo a salvo. Lejos de su familia y de toda la mierda que lo rodea.

Sabía que Kinn estaba en un turbulento intento de relación con el hermano mayor de Porchay, pero jamás le preocupó que llegara demasiado lejos. Podría sonar como un imbécil, pero pensaba que su hermano y las relaciones duraderas no iban juntos. Sobre todo tomando en cuenta de quién se trataba esta vez.

No se suponía que funcionaran como pareja, y hasta donde él había investigado, de hecho, no lo hacían. Kinn tendía a confundir la atracción sexual con amor, lo que había resultado más de una vez con su hermano con el corazón roto.