Stolen Dates♡

Mentiras ☁☁✿

La voz de Big al otro lado del teléfono sonaba incómoda y preocupada.

- La situación está completamente fuera de mis manos. Y Khun Kinn, si me permite el atrevimiento... creo que debería traer también al Sr. Tankhun.

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Recibir una llama del guardaespaldas personal de Kim diciendo que no podía controlar a su hermano no hubiera sido nada del otro mundo. Kim adoraba tocarle las pelotas a todo el mundo a pesar de hacerse pasar por el hermano más serio.

Sin embargo, la naturaleza de la llamada lanzó todas las alarmas a la cabeza de Kinn. Por un lado, Big no era cualquier guardaespaldas, conocía a Kim a la perfección y Kinn podría decir casi con toda certeza que su hermano lo consideraba más un amigo que un empleado. Su incapacidad de controlar a Kim era... inentendible. Y por otro lado, casi podría jurar que había oído a su hermano sollozar al fondo de la llamada.

Kinn realizó el recorrido hasta la habitación de su hermano mayor, encontrándolo en uno de sus habituales maratones de series. Grey's Anatomy quedó pausada en cuanto cruzó la puerta, ganándose una mirada molesta de Tankhun.

- Emergencia. Te explico abajo.

Sin dar más explicación, Kinn salió de la habitación. Su hermano mayor entendió que serían sólo ellos 2, y no lucía muy contento cuando lo alcanzó en la recepción de la casa.

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El viaje al departamento de Kim fue incómodo. No porque él y Tankhun no pudieran estar 20 minutos en el auto sin que todo se saliera de control, sino porque después de contarle a su hermano mayor el por qué estaban haciéndole esa visita al menor de los T. pudieron encontrar una razón lógica para que Kim hubiera perdido la cabeza de tal manera.

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Mientras aparcaban el auto, vieron a Big fumando un cigarro en el jardín. No tenía puesto su saco, y su camisa blanca tenía manchas de suciedad junto a puntos diminutos de color rojo.

El guardaespaldas les dio un respetuoso saludo y luego señaló con la cabeza el departamento, aún con la misma mirada sombría.

Kinn entonces entendió que Big había mentido. Al igual que él le había mentido a Tankhun.

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Apenas pudieron sortear la entrada. El departamento parecía haber sido atacado por todos sus enemigos juntos. Trozos de lo que alguna vez habían sido elegantes piezas de decoración estaban tiradas por todos lados. Los muebles estaban volcados, sus contenidos vaciados en el suelo.

El silencio en el ligar fue roto por ruidos de destrucción y sollozos saliendo de lo que debía ser la cocina.

Carajo Kim.

El par de hermanos caminó con prisa hasta ahí, encontrando por fin a quien buscaban. De espaldas a ellos, Kim estaba vaciando sin cuidado alguno lo que quedaba de su despensa, buscando algo.

- Kim

El aludido no dio señales de haberlos oído. Tankhun se acercó con lentitud, intentando no hacer ruido. Kinn se dio cuenta de que su hermano mayor pretendía calmar a Kim con un abrazo, y temió que Kim se comportara como un animal herido y se le echara encima.

El sonido de sorpresa que salió de su garganta les hizo saber lo mal que estaba. Él nunca era así de descuidado. Estuvo a punto de romperle los brazos a Tankhun hasta que lo escuchó hablándole.

- ¡Soy yo Kim! Somos nosotros, tranquilo

Alguna emoción pareció cruzar su cara, demasiado rápido para que lo distinguieran bien. Se quedó quieto mientras los brazos de su hermano mayor lo rodeaban, su pecho subiendo y bajando con pesadez.