XXIII

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Era el día de la graduación cuando Mike recibió sus resultados del examen a través del correo electrónico. Estaba sentado en la mesa con su desayuno, apenas comiendo porque su corazón estaba amenazando con romper su caja torácica gracias al discurso que tenía que dar en unas pocas horas y por su plan para salir del clóset.

Sus padres le habían dado su teléfono de nuevo después de la fiesta de graduación y prometió centrarse en los exámenes. Prometió, pero tan pronto como estuvo solo en su habitación, comenzó a mandarle mensajes a Will, olvidando por completo estudiar durante unas horas.

Fue agradable, porque Will le hacía olvidarse de cosas estresantes cuando lo necesitaba. El castaño era su escape y a Mike le encantaba. Mike lo amaba. Y Will también lo amaba.

Steve llamó a su puerta para hacerle saber que ella tenía un sobre para él, así que después que Mike cerró la puerta, abrió Face Time y llamó a Will porque quería ver sus puntuaciones juntas. Si Will obtendría 85 o superior, tenia la oportunidad de entrar en la Universidad de Londres, que era su plan desde el principio. Mike ingresaría en Oxford o Colegio del Rey.

Sus padres quería Oxford, pero Mike querían Colegio del Rey, ya que estaba más cerca de Will y eran básicamente la misma cosa. Había recibido las cartas de aceptación hace una semana, y él aún tenía que enviar la confirmación una a ellos.

"Hey." Dijo Will y Mike entrecerró los ojos en la pantalla.

"¿Eso es un traje en la puerta del armario?"

Will asintió con la cabeza, riendo. "Me estoy preparando para la graduación de mi novio."

"Oh, Dios".

"¿Estás nervioso?"

"Un poco. Mucho, en realidad." Mike admitió y se sentó en su escritorio. "¿Estás nervioso?"

Ambas graduaciones eran hoy, pero la de Will era dos horas después de el pecoso.

¿Tienes los resultados?"

"Sí. Vamos a abrirlos juntos, ¿no?"

"Mmm."

"Está bien, entonces. ¡Ahora!"

Ambos abrieron sus sobres con sus dientes, porque la otra mano sostenía los teléfonos y ni siquiera les importaba que parecían completos idiotas.

"Tú primero." Dijo Will y sus ojos se posaron en su hoja.

"Tengo noventa y ocho."

"¡Oh, Dios mío, eso es genial, cariño!" Dijo Will con entusiasmo y Mike sonrió, antes de morderse el labio y pedirle a el mayor que le mostrara sus resultados.

Will volteó su papel y lo acercó a la cámara para que así Mike lo pudiera ver por sí mismo.

"¿Es eso un sesenta y cuatro o un ochenta y cuatro?"

"¡Ochenta y cuatro!" Exclamó Will feliz y Mike sonrió cariñosamente. Mariposas estallaron en su estómago.

"¡Vas a entrar! Ugh, pero tenemos que esperar hasta mañana. Tengo que enviarles hoy la confirmación.

Will se mordió el labio, obviamente sabiendo que Mike estaba en una situación de riesgo. Por un lado, si el menor le respondiera a Oxford, entonces él definitivamente no estaría con Will en el futuro, ya que sería una hora de diferencia. Por otro lado, si contestara al Colegio del Rey, podría haber una posibilidad de que Will no ingresara a la Universidad de Londres. Eso significaba que tendría que ir a la Uni en Seúl, lo que también significaba que Mike se perdería la oportunidad de ir a Oxford a causa de él.

"¿Cuál vas a enviar?"

"Todavía no estoy seguro." Mike mintió.

"¿Cuándo es la fecha límite?"

Bebé, el cielo está en tus ojos | BylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora