chapter eleven

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—HORA DE DESPERTAR, ARIEL.

Los golpeteos sobre la mejilla de la pelirroja fue lo que la despertaron, pronto divisando la figura de George, el cual le daba una pequeña sonrisa

—Nos toca hacer la guardia.— El rubio le tiende la mano, la cual la pelirroja toma, estabilizándose al estar de pie.

A Avon le había tocado la segunda y cuarta guardia de la noche, la segundo la hizo con Grant y ahora la cuarta con George

Ailana y Grant habían terminado hace unos minutos su guardia y habían despertado a George, el cual se espabilo, dejándole unos minutos de sueño mas a Avon

El rubio le paso su espada, colocando la suya propia en la funda de esta que se mantenía en su espalda

—Después de ti.—George señala la salida de la cueva, más la pelirroja no se mueve— ¿Avon?.

En cambio, la chica se gira hacia la apertura en la pared de la cueva, ellos se habían mantenido en la parte que en el día tenia algo de iluminación, mas adelante esta tenia un agujero donde a travez de este se veía negro

—No.— George inmediatamente supo lo que la chica quería hacer.

—Mejor si tenemos el terreno descifrado.—insiste la chica— ¿Quien dice que algún tributo no vendrá por este agujero a matarnos?.

George cierra los ojos, llevando su cabeza para atrás mientras soltaba una queja

—Si nos matan te matare ¿okay?.— George agarro la lámpara y comenzó a caminar a el oscuro pasillo.

—Claro.—la chica comienza a seguirlo— Como si eso tuviera sentido alguno.— Murmura.

—¡Oi eso!.

Ya había pasado una hora desde que la guardia de George y Avon comenzó, mientras tanto, Grant y Ailana dormían profundamente en el espacio de la cueva

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Ya había pasado una hora desde que la guardia de George y Avon comenzó, mientras tanto, Grant y Ailana dormían profundamente en el espacio de la cueva

O eso era hasta que se escucho un gran estruendo, que despertó a ambos

—¿Escuchaste eso?.— Cuestiona Grant a la rubia, la cual asiente y se dirige hacia las armas y las dos mochilas, agarrando una, con Grant imitándola.

Ambos se acercan al agujero oscuro que llevaba a un lugar desconocido para ellos, pero de ahí vino el estruendo, ninguno de los dos se atrevió a hacer algo mas que pararse en la entrada, tratando de ver algo o escuchar algo

Y pronto, un pequeño círculo de luz apareció en la vista de ambos, este cada vez agrandándose más y más

—¡Corran!.— Se escucho el grito de alguien.

Ambos chicos trataron de enfocar la mirada, no tardando en divisar a Avon y George corriendo hacia ellos

—¡Corran, idiotas!.— Grita Avon, mientras detrás de ellos el estruendo se agranda, como si el techo detrás de ellos se estuviera cayendo abajo.

mermaid; finnick odairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora