M ┃ ❝ so heartless, yet so full of feelings ❞
𐐪 donde avonlea se reencuentra con
su amigo de la infancia cuando participa
como tributo en los juegos del hambre
que necesita su ayuda aunque lo odie 𐑂
...
YA HABIAN PASADO TRES DÍAS DESDE el incidente del trol, y los aliados ya había abandonado la cueva, buscando a otros tributos para matar, aunque sonara horrible, no tenían mucho mas que hacer
Aunque aparentemente los profesionales se habían encargado de matar a los tributos restantes, ya que en el momento solo quedaban ocho tributos contándolos a ellos, lo peor es que los profesionales ni habían tenido que salir de las murallas del castillo, ya que la mayoría de tributos había tenido que ir a este en busca de suministros antes de morir de sed o hambre, sin saber que corrían a su muerte
Algo que los sorprendió fue que uno de los tributos profesionales había muerto, tal vez por los propio profesionales o uno tributo en un intento de protegerse había conseguido matarlo
—Llevamos casi dos días y todo el agua en este bosque.—masculla George— Hay que aceptar la verdad.
—¿Y cual es la verdad?.— Cuestiona desafiante Avon, un sentimiento de desconfianza instalándose en su pecho.
—Que los que quedan son los profesionales, probablemente la chica que quedo sola esta a punto de morir a manos de ellos.
—¿Y que quieres que hagamos? ¿que corramos al castillo como los tributos antes de nosotros?. Ellos tienen el terreno, nos atacaran y moriremos su pasamos por la entrada principal.— Niega Ailana.
—¡No veo otra opción!.
—Si la hay.—los tres aliados se giran a Grant, haciendo que este se aclare la garganta— Si no me equivoco en todos los libros y películas los castillos de princesas y reyes tienen pasadizos secretos.
—Es una muy buena idea. Excepto por el hecho que no sabemos donde están, idiota.— Le recuerda la rubia.
Avon sonríe de lado— No lo se linda, Grant aquí tiene un buen ojo para estas cosas. Lee demasiado para su propio bien que tal vez sabe donde podría haber uno.
—Primero, auch. Segundo, tienes razón. Se donde probablemente hay uno.
Y con esas palabras los cuatro se dirigen hacia el castillo
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—¿En serio no había otro lugar?.— Se queja la rubia mientras continuan caminando.
Con sigilo, los aliados habían logrado acercarse a el castillo yendo por los bordes de la arena, pasando por el río y yendo hacia la rueda que recolectaba agua, donde mas atrás estaba un pequeño pasadizo que se dirigía al calabozo, el cual estaba lleno de huesos humanos, excremento, mugre, insectos, entre otras cosas que no querían ni saber que eran
—En los calabozos siempre hay miles de pasadizos para todos los lados del castillo, es un hecho.— Grant simplemente responde.
—¿Y cuando encontraremos uno?.— Cuestiona George.
—Pues hay que estar muy atentos, normalmente no se muestran con facilidad.
Avon se gira a mirar a su amigo— ¿Y hay algo que tengamos que mirar en especial?. Algo totalmente cliché para ser un pasadizo.
